• Para foto y comunicado conjunto
• Todo está acordado de antemano
Más que negociar y acordar, los presidentes Peña Nieto y Obama se sentarán a conversar, en ciudad de México (la visita del estadounidense está programada para el 2 y el 3 de mayo), para darle un cariz de solemnidad a los compromisos ya pactados, hace unos días en Washington, durante las conversaciones de emisarios mexicanos y los secretarios de Estado del gobierno estadounidense.
Peña Nieto tiene ya una estrategia de seguridad, el tema que más preocupa a analistas de la prensa, aunque las relaciones pasan por el fenómeno migratorio, el intercambio comercial, la apertura de la economía a las inversiones estadounidenses, particularmente en el campo petrolero y en la industria asociada a los hidrocarburos.
Los estrategas que inventaron el Pacto por México estaban conscientes de que lo que plasmarían en el documento sería del agrado de Washington, que es la que financia en parte las operaciones de seguridad pública mediante la Iniciativa Mérida.
Y el pacto es muy claro; no permite volver al pasado inmediato de confrontación violenta con las bandas del narcotráfico y el crimen organizado (la violencia engendra violencia), cosa que no querrían los financiadores de la Iniciativa Mérida, que prefieren un entorno de negocios envuelto en un clima de tranquilidad y seguridad para sus inversionistas en México.
Así que no se esperan novedades del encuentro presidencial: Una folclórica bienvenida, un saludo de mano, una sonrisa, un diálogo a puerta cerrada, un comunicado conjunto y ya. Todo está ya escrito en el Pacto y en los acuerdos a que llegaron la semana antepasada en Washington los equipos de ambos presidentes.
El Pacto por México es muy claro: El objetivo de la política de seguridad y justicia es recuperar la paz y la libertad, disminuyendo la violencia; en específico se focalizarán los esfuerzos del Estado para reducir los tres delitos que más lastiman a la población: asesinatos, secuestros y extorsiones. Para cumplir con estos objetivos se implementarán las siguientes acciones.
Un Plan de prevención y participación comunitaria, que ya encabeza el secretario Miguel Ángel Osorio Chong.
Focalizar en los municipios con más violencia el avance del nuevo Sistema de Seguridad Social Universal; programas de combate a la pobreza; Escuelas de Tiempo Completo; Programa de Empleo para Jóvenes, y la recuperación de espacios públicos, así como la alineación de los presupuestos para la prevención del delito.
Un esquema de Policías Estatales Coordinadas, en el que las municipales se conviertan en policías de proximidad para cuidar los barrios, unidades habitacionales, mercados, zonas turísticas y otros espacios públicos, y las policías estatales asuman todas las labores de seguridad pública bajo un sistema de homologación de funciones y capacidades.
La Gendarmería Nacional como cuerpo de control territorial que permita el ejercicio de la soberanía del Estado en todos los rincones del país.
Un Código Penal Único para homogeneizar las causales del delito en todo el país Y un Código de Procedimientos Penales Único para todo el país, para establecer elementos procesales homogéneos.
Una reforma integral a la ley de amparo para hacerla compatible con las recientes reformas constitucionales.
Inversión de recursos para la construcción de los centros de readaptación social que se requieran, para acabar con el hacinamiento y la convivencia de presos federales y no federales.
La camisa es a la medida de la estrategia del presidente Peña Nieto. Y es bien vista por Obama. Y en lo migratorio, México no tiene ninguna vela en ese entierro. Es asunto de los estadounidenses.
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