Francisco Gómez Maza
• México huye de la verdad en el caso Azotzinapa
• Un Sistema de justicia penal notoriamente corrupto
En México, en toda la historia de este México desalmado, la pregunta es muy válida, aunque ya hace más de 2000 años el gobernador Pilatos se la preguntó al Nazaretano, allá en Jerusalem: Quid es veritas? Qué es la verdad. Pero a 2000 años estamos en México, aquí nos tocó vivir como dice doña Cristina Pacheco, y tenemos que hacernos la pregunta porque los mexicanos somos muy, pero muy mentirosos:
Qué es la verdad. Ya vimos que no es la verdad histórica de Jesús Murillo. Tampoco es la verdad de los farisaicos miembros de la clase política gobernante. Su alma y su corazón están llenos de diabólicas mentiras. No saben más que mentir.
Y lo acaba de decir muy alto y claro el diario estadounidense The New York Times, en un dramático y vergonzoso (para los mexicanos) editorial sobre los políticos mexicanos, acostumbrados a la mentira:
“México huye de la verdad” en el caso Ayotzinapa y lamenta (el diario neoyorquino) la falta de voluntad política y la insensibilidad del gobierno federal para no reformar el sistema judicial.
En la editorial de su versión impresa de este miércoles 27 de abril, el rotativo neoyorquino asegura que es imposible no interpretar el segundo y último informe presentado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Internacionales (GIEI) como una acusación al sistema de justicia notoriamente corrupto, “a menudo brutal, de México”.
Resalta el hecho, recuerda el editorialista del periódico, de que ningún funcionario mexicano estuviera presente en el anuncio hecho por el GIEI. “Eso dice mucho acerca de la falta de voluntad política del Gobierno para reformar las instituciones judiciales y su insensibilidad con su ciudadanos”.
The New York Times resalta que México huye de la verdad, pues el informe del GIEI afirma que la versión del gobierno de los eventos ocurridos en septiembre de 2014 se basa en declaraciones de testigos que fueron torturados. Asimismo, señala que la conducta del gobierno alimentó la especulación generalizada de que las autoridades federales desempeñaron un papel en el crimen y luego trataron de cubrir sus huellas.
Dura, fuerte, implacable la acusación del The New York Times en contra del gobierno mexicano. Pero le voy a decir algo grave, algo vergonzoso: a ningún político, comenzando por el de más arriba y terminando por el de más abajo, le importa la opinión del editorialista del periódico neoyorquino. Es tanto el cinismo, es tanta la desvergüenza. Este país es México, y como México no hay dos. Aquí como en Guanajuato, la vida no vale nada. Aquí lo que importa es el negocio, el buen negocio, que termina inflándose en cualquier paraíso fiscal del subcontinente, o de un banco en Suiza o Wall Street. Lo demás es lo de menos. Que digan lo que quieran. Que lo diga uno de los periódicos más influyentes del mundo eso no tiene la menor importancia.
Y lo mismo que el GIEI diga que la verdad es la primera víctima en Ayotzinapa. Pero qué es la verdad como le preguntó Pilatos al reo nazaretano. Desde la escuela normalrural Raúl Isidro Burgos, el grupo de expertos sostuvo que ellos llegaron a México para “construir y no destruir” La primera víctima de Ayotzinapa es la verdad, dijo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ante padres de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos hace poco más de un año (en septiembre se cumplen dos años). Desde la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos, el grupo de expertos sostuvo que ellos llegaron a México para “construir y no destruir”. En su intervención ante los padres de familia y normalistas, Francisco Cox remarcó que “El estado debe preguntarse por qué 12 personas pudieron avanzar más que una institución en la investigación. Faltó voluntad del Estado”.
Carlos Beristain indicó que el GIEI “dio el primer paso y ahora corresponde a los normalistas y padres de familia seguir con la lucha por la verdad”. Advirtieron que aunque termina su mandato, los expertos de la CIDH darán seguimiento a la investigación. “Los ojos del mundo estarán hasta que se dé la verdad con sustento en evidencia”, enfatizaron. En el patio central de la escuela de Ayotzinapa, el GIEI señaló que faltó voluntad al Estado mexicano para llegar a la verdad. “Necesitamos voluntad de las autoridades y de ustedes para no desanimarse y seguir avanzando. Nuestros ojos van a seguir sobre el caso, no nos vamos a olvidar de ustedes”, indicaron.
Se carece de rigor científico en las investigaciones; se otorga mayor peso a lo dicho por los imputados y se tortura para obtener una declaración, dicen Integrantes del Grupo Interdisciplinario
Al presentar su informe final sobre el caso Ayotzinapa ante las Comisiones de Justicia y Derechos Humanos del Senado, los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidieron a los legisladores no dejar pasar la oportunidad para elaborar leyes eficaces en materia de desaparición forzada y tortura que beneficien los derechos de las personas.
Francisco Cox recomendó crear servicios periciales autónomos de la PGR o de las fiscalías de los estados, porque son estos quienes tienen que aportar la prueba cientíca dentro del proceso penal. Destacó que la entrada en vigor del nuevo Sistema Penal Acusatorio es un avance importante. Claudia Paz comentó que es muy importante no basar los juicios en las confesiones de los imputados, porque ese es un mecanismo perverso en cualquier jurisprudencia, que resta credibilidad al trabajo de los ministerios públicos ante el juez, pues recordó en que otras legislaciones están prohibidas las declaraciones extrajudiciales y los únicos funcionarios autorizados para escuchar las declaraciones de los imputados son los jueces.
Carlos Martín Beristáin aseguró que el caso Ayotzinapa seguirá abierto y va a perseguir a México durante mucho tiempo; por ello es muy importante que los familiares puedan tener una respuesta. “A veces uno piensa en la reparación a las víctimas, lo que es más reparador para las víctimas de desaparición forzada es saber la verdad, saber qué paso y saber dónde están sus seres queridos”, dijo.
El especialista afirrmó que las recomendaciones y medidas cautelares emitidas por los expertos no se cancelan con la salida del GIEI de México; por ello, indicó Beristáin, es muy importante que exista un mecanismo de seguimiento que mantenga la relación de confianza con las víctimas y permita avanzar en el caso. Expresó que desconocen cómo será ese mecanismo, pero consideró que es importante que en él se considere que haya visitas al país (de otros organismos) para hacer un seguimiento del caso y que se tenga acceso a la información de los avances de la indagatoria.
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