• Desalojados de Reforma sin un solo toletazo
• La orden era no golpear, no herir, no detener
Por fin reaccionaron las autoridades ante los porfiados dirigentes de la Sección 22 del SNTE, mangoneadores de la llamada CNTE, que vinieron de Oaxaca a tomar, por enésima ocasión, la Plaza de la República y el Paseo de la Reforma.
Coordinados, elementos de las policías del DF y de la Federal tendieron un cerco a los manifestantes y los fueron reduciendo poco a poco, sin un solo enfrentamiento (esta vez, curiosamente no aparecieron los violentos anarcos. Curiosamente no aparecieron los encapuchados. Esos vestidos de negro armados muchos con lanza llamas.. “Es que vienen ahora vestidos de policías”, me dijo un colega periodista), hasta encapsularlos en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, sobre el final de la avenida Juárez.
A confesión de parte de la mayoría de los mirones del operativo policiaco, éste fue muy bien visto por los vecinos del Paseo de la Reforma, aunque no por los de la Plaza de la República.
El de los maestros es un movimiento que se ha pretendido hacer pasar como un movimiento democrático. Sin embargo, es de todos sabido que responde sólo a los intereses de grupo y personales de la corriente de líderes sindicales desplazados de la dirección nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNT) desde que la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales fue puesta para sustituir al otrora cacique Carlos Jongitud Barrios.
Esta llamada corriente democrática del SNTE se ha hecho fuerte en Oaxaca, principalmente (al suculento amparo del gobernador Gabino Cué), aunque aún mantiene cierta influencia en Michoacán y Chiapas, y en Guerrero aparentemente se ha fortalecido ante la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, secuestrados en Iguala, hace cuatro meses y medio y que aún no aparecen ni muertos ni menos vivos.
Bueno, pues el hecho es que prácticamente el conflicto de los pagos de sueldos, que les fueron retenidos a los profesores por no presentarse a trabajar en la escuela, ya estaba resuelto. E inclusive se sabía que los manifestantes regresarían a su lugar de origen por la noche del miércoles. Pero se les ocurrió a los líderes volver a entorpecer la vida de la avenida más importante de la ciudad con el propósito de tomar Bucareli, en donde todos estos días ha ido una representación de líderes a negociar con representantes del secretario Osorio Chong.
Y ahora qué va a ocurrir. Que los dirigentes de la CNTE oaxaqueña tendrán que dar la orden de retirada y de retorno a Oaxaca, en donde tendrán que lidiar con su aliado, el gobernador Gabino Cué, a quien la dirigencia “democrática” trata como par entre pares.
Veremos qué pueda ocurrir.
Conclusión: no se hacen así las cosas. Está comprobado históricamente que a gritos y sombrerazos no se consigue nada. A gritos no me llevo, como dice mija.
En otro orden, El Observatorio México, cómo vamos reveló una investigación que señala que, de los 32 estados de la federación mexicana, 22 obtuvieron una evaluación reprobatorio por el bajo desempeño y contribución al desarrollo económico.
La directora de la organización, Viridiana Ríos, explicó que la mayor parte de los estados salieron mal calificados por el bajo crecimiento económico, la baja generación de empleos, altos niveles de pobreza laboral y tasas de productividad baja.
En la parte baja de la evaluación aparecen Veracruz y Oaxaca, que obtuvieron una calificación de cinco sobre una base de 100. Le siguieron Morelos e Hidalgo, con un puntaje de 10, mientras que Yucatán, Michoacán y Chiapas obtuvieron una nota de 20.
En el caso de Veracruz se reportó una pérdida de 2 mil 300 empleos formales el año pasado, un factor que influyó negativamente en su calificación.
En el caso de Oaxaca, su mala nota se debió a que 71% de su población ocupada trabaja en la informalidad En Morelos, la baja evaluación se debió a la serie de tasas de crecimiento negativas en los últimos reportes, mientras que en Hidalgo repercutió que su productividad tuvo un avance magro de sólo 2 pesos durante el año pasado.
Otros factores que afectaron los resultados de las entidades fueron los altos niveles de pobreza salarial que concentran varias entidades, principalmente Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Por el contrario, los estados mejor evaluados en 2014 fueron Aguascalientes, con 95 puntos, seguido de Querétaro y Coahuila, con 90 y Nuevo León, Guanajuato y Jalisco, con 75.
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