Guillermo Portugal Vela
Ante el aval gubernamental de que en la zona de la frontera norte del país el modelo Maquilador “es benéfico para todos”, se contrapone que en los procesos industriales y de comercialización de las grandes empresas transnacionales dueñas de las empresas de la Industria Maquiladora de Exportación (IME) han sido las principales ganadoras, en tanto que los grandes perdedores son los trabajadores del empleo maquilador; situación por las altas utilidades que reciben los primeros y en contraste por el deterioro continuo salarial que perciben los segundos.
De acuerdo a organismos de defensoría social existe en la zona fronteriza mencionada, diversas violaciones de las demandas básicas laborales y de derechos humanos universales, una primera explicación es el predominio empresarial “hacia un deliberado perjuicio de los trabajadores”.
Por lo que la pertinencia de un diagnóstico de dicha zona, deberá considerar:
La inercia a la mejora de los ingresos de los trabajadores, es un asunto que tiene que ver con el deterioro de su poder adquisitivo y por ende de su baja calidad de vida.
Las condiciones de subsistencia de importantes segmentos de la población fronteriza es un efecto de los procesos industriales por el crecimiento desordenado y sin planeación que provocan una distorsión regional sobre la estructura e infraestructura económica en que se sitúa.
En más del 70% de la IME disponen de un adecuado nivel organizativo en sus procesos productivos, permitiéndoles obtener altos niveles de productividad, sin embargo, reciben sus trabajadores salarios y prestaciones marginales.
Resultado de un apoyo estatal débil y subordinado de las empresas transnacionales se proclama que el “éxito exportador” es priorizar el deterioro salarial en la generación de empleos y la obtención de divisas por insertarse en la maquila de exportación.
Un asunto clave de dependencia económica es cuando en los procesos productivos del empleo maquilador se utiliza irracionalmente y en forma desmedida insumos importados que van entre un 95 a un 98% de los requerimientos de las empresas transnacionales.
En este sentido se plantea disponer de un enfoque de planeación desarrollo regional que permita una dimensión integral y articulada de los procesos productivos, pues se adolece de “programas por rama industrial y cadena productiva”, y donde la participación del Estado se ve rebasado por el crecimiento desarticulado de la estructura e infraestructura fronteriza.
Además, al aumentar la oferta productiva de los procesos industriales de la IME conduce a que el sector manufacturero nacional reduzca su demanda efectiva de consumo, por efecto de los productos iguales o sucedáneos importados que desplazan a las manufacturas domésticas.
La absorción ocupacional de las IME, se concibe cuando los mexicanos “de segunda”, se ubican en los centros industriales fronterizos ya sea de manera temporal, para internarse luego en los Estados Unidos o bien ser residentes para laborar en la maquila, al respecto según datos del 2008 dicha absorción ocupacional de estas industrias generó 65 plazas por cada 100 empleos de las maquiladoras y que corresponden al conjunto de los estados de Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas; y referente al efecto de arrastre por la creación de puestos de trabajo de la IME por cada empleo maquilador por el resto de los sectores económicos locales de manera directa o inducida se generó los siguientes datos: 1.24 en Nuevo Laredo, Tamps ; 0.90 en Ciudad Juárez, Chih. y; 0.75 en Ciudad Acuña, Coah.
Sobre el deterioro salarial de los trabajadores de la IME, este es resultado de una oferta excedente de mano de obra no calificada, el trabajo fácil de ensamblaje en estas industrias y la jurisdicción internacional en que recurren a la maquila.
Siendo más específicos respecto a la disminución al menor plano posible del salario en las maquiladoras, cuyo caso es la ocupación femenina joven sin experiencia, su contratación en periodos cortos y la formación de sindicatos “charros”, que suscriben contratos colectivos altamente desventajosos y que incluso se renuncia a prestaciones por ley.
Por tanto, la necesidad de revertir el modelo de desindustrialización con una articulación política, presupuestal y jurídica que sobrepase la ambigüedad y la falta de continuidad. De ahí que la intervención estatal sobre la Inversión Extranjera Directa pueda regularse en equilibrio al definir en tiempo, forma y monto financiero, la tecnología organizacional administrativa y productiva; por lo que el seguimiento y evaluación de los objetivos programáticos es pertinente a fin de establecer un consenso de la Estrategia de Coproducción Regional, cuyo protocolo lo signaran la representación de todos los actores de las relaciones industriales y comerciales de la IME.
En suma, cambiar el esquema de desindustrialización remite:
1. Las actuales políticas sindicales y de empleo de la IME seguirán vigentes, mientras no cambie el proceso de ensamble no calificado, que es el aspecto técnico que define el deterioro de los salarios.
2.Promocionar las exportaciones manufactureras con mayor valor agregado nacional, privilegiando la rentabilidad empresarial con equidad distributiva del ingreso y la riqueza producida.
3. Priorizar una política de Estado que dinamice el mercado interno sobre el mercado externo, para alentar la generación de empleos y un ingreso digno en las familias.
4. Abastecer y comercializar productos de calidad y precios competitivos, que aminoren el intermediarismo e incrementen la demanda efectiva de los mexicanos con poco o nulo poder de compra.
5. Establecer un proceso de reconversión industrial en las plantas manufactureras para sustituir las importaciones de bienes y servicios básicos.
6. Que la Estrategia de coproducción mencionada, se base también en una política de redes de subcontratación entre la IME y las micro-pequeñas empresas que aliente la cooperación interindustrial y el aprendizaje, capitalice las externalidades de la maquila e impulse el desarrollo fronterizo.