Ciudad de México, a 18 de octubre de 2016
• La sesión solemne fue presidida por la senadora Itzel Ríos de la Mora y una Mesa Directiva integrada exclusivamente por senadoras.
• Senadoras destacan temas como la violencia política, discriminación y paridad de género.
Con motivo de la conmemoración del LXIII Aniversario del derecho de voto a la mujer en México, en el Senado de la República se celebró una sesión solemne, presidida por la senadora Itzel Sarahí Ríos de la Mora, del Grupo Parlamentario del PRI, y una Mesa Directiva integrada exclusivamente por senadoras.
La presidenta en funciones, Ríos de la Mora, exhortó a trabajar para eliminar la violencia política, el feminicidio, la trata de mujeres, la discriminación, la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y todo lo que inhibe la inclusión de éstas en la vida política y social.
Consideró que en las elecciones venideras se debe aspirar a consolidar la paridad en las legislaturas de todas las entidades federativas, “no por capricho, no por ego, sino porque se deben de generar políticas públicas a favor de la más de la mitad de la población”.
La legisladora afirmó que no se trata de una lucha entre géneros ni de tener más derechos que los hombres, “sino que reconozcan que las mujeres tenemos derechos. No queremos ir atrás, tampoco queremos ir adelante; queremos ir en unidad en el desarrollo de este país”.
Durante la Sesión Solemne señaló que no debe haber ningún regateo al reconocimiento de los derechos de la mujer, por el contrario “nos queremos ejerciendo nuestros derechos; en México nos queremos vivas, nos queremos libres y nos queremos sin miedo”.
Al fijar posicionamiento, la senadora Diva Gastélum Bajo, del Grupo Parlamentario del PRI, subrayó que las mujeres son “clientes frecuentes en el tema de la violencia política”; en ese sentido, resaltó la presencia de los presidentes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y del Instituto Nacional Electoral, así como la representación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de la Cámara de Diputados, pues no se trata de un tema de campañas electorales, sino que la violencia política se ejerce todos los días en contra de las mujeres.
“Chequen las sillas vacías de esta Sesión Solemne; eso se llama violencia política, el no darnos voz y el no permitirnos hablar de un tema de gran trascendencia, como es la democracia mexicana”. Además, la legisladora subrayó la importancia de las mujeres en la política y que la justicia democrática no es un tema de hombres y mujeres, sino de la ciudadanía plena.
Por el Grupo Parlamentario del PAN, la senadora Marcela Torres Peimbert, destacó que la pugna por la igualdad de género no terminará hasta que no se logre establecer el piso parejo para poder competir en igualdad de condiciones en todos los espacios donde se toman decisiones. “La falta de paridad es cosa seria, porque la desigualdad institucionalizada tiene un nombre: violencia; para limitar nuestros derechos y para no reconocer nuestras capacidades”.
En este sentido, resaltó que la paridad en las instituciones todavía no es una realidad, y recalcó que “los hombres aún creen que la igualdad, la paridad de género y las acciones afirmativas son una concesión graciosa que se nos puede regatear. No señores, es sólo justicia”.
Del Grupo Parlamentario del PRD, Angélica de la Peña Gómez, dijo que para alcanzar la paridad de género se requiere modificar el contexto cultural y social de la nación y generar mecanismos que fomenten una mayor corresponsabilidad de los hombres en el cuidado de la familia.
En cuanto a la participación en la vida democrática de la nación, señaló que es necesario propiciar la colaboración de las mujeres en la política, y garantizar contiendas y ambientes electorales igualitarios, libres de violencia por razones de género.
Por el Grupo Parlamentario del PVEM, la senadora Ninfa Salinas Sada, aseguró que el voto femenino fue el arranque de la inclusión de la mujer en la vida democrática del país y el eslabón base para la conformación de los derechos de éstas para que puedan participar en la vida política y sean electas a más cargos públicos.
Las mujeres también son la base fundamental de la vida familiar y de la acción social del país. “Es importante que como ciudadanos participemos en todos los ámbitos, que la voz de las mujeres sea una voz constante de equilibrio, buen juicio y mucha templanza para el diálogo que requiere la nación”, agregó.
En tanto, la senadora Ana Gabriela Guevara Espinoza, del Grupo Parlamentario del PT, puntualizó que la conmemoración del voto de la mujer debería ser un detonante de irritación social, de incitación a las formas de actividad que trastornen la paz indigna y de pocos; y de temor continuo y para las mujeres que ahora están en la mira de la delincuencia organizada para secuestros, tráfico de drogas y órganos y trata.
Estamos ante una secuencia deshumanizada que exige una participación femenina mucho más consciente, que nos ubique en las zonas críticas y además, debemos reconocer que las energías violentas están ganando las batallas y que en ese recuento de víctimas son muchas más las mujeres que están cercadas por un abierto permiso a ser atacadas, añadió.
Por su parte, la senadora independiente Martha Tagle Martínez destacó que a pesar que desde 1947 se reconoció el derecho de las mujeres al voto, hoy las mujeres presiden apenas 13.8 por ciento de los ayuntamientos, y que aún hay comunidades en las que no se les deja participar.
Precisó que la paridad en el poder público es necesaria para alcanzar la plena ciudadanía, por lo que es se necesita propiciar el cambio de las condiciones de vida de las mujeres y en la transformación de la cultura; así como en la mentalidad y en los procesos de socialización, y para ello, se deben lograr reformas legales e impulsos políticos.
A la sesión solemne asistieron Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres; Norma Lucia Piña Hernández, ministra de Suprema Corte de Justicia de la Nación; Gloria Imelda Félix Niebla, vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; Lorenzo Córdova Vianello, Adriana Favela Herrera y Beatriz Galindo Centeno, presidente y consejeras, respectivamente, del Instituto Nacional Electoral.