SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
Cuando se piensa que la inflación es uno de los más graves problemas que dañan a la economía familiar de un país, ahora resulta que es peor la forma en que se ataca; es decir la llamada desinflación, que es un plan de ataque que está preparando el Banco de México.
Inicialmente se pausarán las tasas de interés, llevándolas al nivel de 11.25 por ciento, medida que se tomará durante un largo periodo que no se ha definido aún.
Las presiones financieras y de los mercados han obligado al Banxico a tomar esta medida, de manera que también depende de la economía de los Estados Unidos.
En pocas palabras con la desinflación lo que sucederá es que se detendrá la escalada de precios, ya no subirán, pero tampoco bajarán, se quedarán como están.
Se ha ido reduciendo la velocidad en que suben los precios y muchos ya se han estancado, pero siguen caros y muy seguramente ya no bajarán. Sin embargo, puede ser que se registren todavía fuertes alzas de precios antes de parar.
De manera que el Banxico mantendrá por un tiempo la misma tasa por un largo periodo, pero no es seguro con estas medidas se logre bajar la inflación, por lo que se espera que sea hasta finales del 2024 que se logre alcanzar la meta trazada por el banco central.
Lo que no han querido explicar es por qué el llamado “super peso” no ha servido para bajar los precios, toda vez que el poder adquisitivo de la moneda nacional con respecto al dólar se ha fortalecido los últimos meses y el pueblo en sí no se ha beneficiado de esto.
La justificación que dan es que hay mayores presiones de costos y precios de los energéticos y los productos agropecuarios, y no han querido apostar por la Deflación, que es la caída generalizada de los precios.
Mientras esto sucede los precios siguen al alza tanto en productos como en servicios y ya no hay ni cómo hacerle para que el dinero le alcance a las familias.
Los sueldos ya no son suficientes ni para los gastos más elementales y no se ve una señal clara de que las cosas para la economía familiar vayan a mejorar a corto plazo, lo que ha motivado que muchas personas opten por tener dos empleos para completar el gasto, de lo contrario ni sumando los sueldos de una pareja les alcanza para sacar a la familia adelante.
Por fortuna, se cuenta con los beneficios de los programas sociales de Bienestar que de alguna manera han venido a mitigar los efectos dañinos de esta alza de precios que no se ve cuando vaya a parar. Mientras tanto, a ver qué nos depara la DESINFLACIÓN.