Héctor Calderón Hallal
En una entidad federativa como es Sinaloa, donde desde hace varios meses -o años quizá- no aparece nada… no surge algo o alguien que anuncie un criterio general de acción desde el liderazgo de algún sector de la sociedad o desde el mismo Gobierno, que contribuya…. que sea novedoso, contundente, relevante y eficaz, contra el marasmo y el descuido de sus gobernantes, que tienen sumido a Sinaloa, en una interminable violencia y en una enorme inseguridad pública en calles y poblados de aquel pujante Estado; pero que también la muestran ante el mundo, como una entidad donde sus problemas de todo tipo, como la sequía y la casi nula atención oficial al fenómeno, la tienen al borde de la extinción… al borde de una declaración puntual y oportuna de “Estado fallido”.
Por eso resulta inspiradora de esperanza en la población -aunque sea en una “pírrica dosis”- la participación clara y decidida en la tribuna del Congreso del Estado, del diputado local Sergio Torres Félix, coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano (M.C.).
Una leve o embrionaria dosis de esperanza, de acuerdo… pero al fin, esperanza, de que desde uno de los poderes legalmente instituidos del Estado, se convoque a la sociedad conjuntamente con el gobierno, a hacer algo por cambiar este estado de cosas tan adverso… de que se retomen los temas de importancia vital para la convivencia armónica del otrora Estado de “los once ríos”… y se contribuya así, en alguna medida, a retomar por fin el camino de la paz y el orden público, para que sea propicia la vida en sociedad en ese Estado y, finalmente, para que sus habitantes, cansados de vivir en el marco de la zozobra y la alerta permanente, superen la miseria a la que los ha llevado este estado de ingobernabilidad, cuyo origen no es del todo económico y financiero: la miseria actual de Sinaloa es una “miseria humana”, causada por el empoderamiento de individuos sin escrúpulos y sin principios, en las áreas de decisión del poder profano… que se propusieron desde hace tiempo comprar y corromper -y lo han logrado- a la mentalidad misma del sinaloense común y corriente, en quienes han dejado sembrada la gran falacia de que “detrás del miedo está el dinero”… o el tan socorrido sofisma de que “más vale una vida corta y llena de boato, lujuria y satisfacción al extremo… que una vida larga y pletórica de sacrificio, esfuerzo, honradez y dignidad”.
Pero la participación del también exalcalde de Culiacán, Sergio Torres, fue la primera en muchos meses, en que se volvió a pronunciar con la firmeza y el decoro de sus primeros años en la vida pública de Sinaloa, cuando todo era adversidad y sacrificio en su camino, aunque podían más sus metas, sus sueños, para motivarlo a ser un político de empuje, de mucho carácter, como el que ya vemos… sigue siendo.
El suscrito recuerda a Sergio Torres a muchos cientos de kilómetros de distancia; a muchos años … a varios grados académicos logrados de por medio… y a muchos sueños no materializados desde aquel entonces -seguramente- tanto del político como de quien narra esta historia, cuando acuden los recuerdos en tropel, sobre un joven tesorero del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Culiacán, que fue capaz de retar y vencer al liderazgo por demás fuerte y con aires sempiternos, del legendario y muy querido líder eldoradense, Salvador Flores Acosta, a quien venció en elecciones por demás competidas… y con muy limitados recursos financieros. Fue una emotiva campaña donde sus mismos compañeros trabajadores organizaron puntual y quirúrgicamente su estrategia de campaña… contra el aparato de Gobierno Municipal en su conjunto.
Recuerdo el día de su toma de posesión como candidato del PRI a la alcaldía de Culiacán; su principal contendiente era el panista Eduardo Ortiz Hernández, prolífico y probo empresario de la capital de Sinaloa, que es uno de los cuadros que integran la reserva moral del PAN a nivel nacional… y aún así, Sergio lo “dobló” materialmente en las urnas -por el resultado electoral: Sergio Torres del PRI-PVEM-Nueva Alianza 119,894 votos contra 49,925 votos del aún vigente panista Eduardo Ortiz.
Aquel día de su toma de posesión, se reitera, tras una intensa lucha al interior del PRI por obtener la nominación de auténticos “caballones” de la clase política local, Sergio el candidato, ordenó se asignaran los asientos delanteros del vetusto -pero aun funcional- auditorio Benito Juárez de la sede estatal del PRI en Sinaloa, para sus compañeros del Ayuntamiento de Culiacán, amigos todos de él, quienes habían hecho materialmente la precampaña al interior del partido, después de un proceso interno muy competido.
Ese día llegaron con sus mejores vestiditos y calzado nuevo reluciente al evento, los trabajadores más humildes del Gobierno de Culiacán… el jardinero de camellones y banquetas; la intendenta, mujer al borde de la senectud; las bellas y portentosas taquimecanógrafas; compañeros de siempre de Sergio, quienes también lo vieron escalar en su ardua carrera…. que lo vieron dejar el trapeador de aceite con el que el entonces empleado Sergio Torres Félix trapeaba concienzudamente los pasillos del gran inmueble del Palacio Municipal de Culiacán… para correr presuroso y no llegar tarde a la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Sinaloa, donde se graduó en tiempo y forma.
Fue una campaña austera, con poco dinero (en comparación a la del panista, reconocido en la plutocracia empresarial sinaloense)… Pero con muchas ganas de servir a la gente… sobre todo a la gente de las colonias populares y de las poblaciones del enorme municipio de Culiacán. Como él mismo, que tiene su origen en una población en los límites con el municipio de Cosalá, al pie de la Sierra Madre Occidental. Ese es uno de los recuerdos más gratos de aquel PRI que propiciaba, con el impulso a figuras políticas en base a su esfuerzo y preparación, la “movilidad social” … La permeabilidad entre estratos. Una gran aportación de aquel PRI que hoy muchos odian por “moda o prejuicio” y al que le han decretado su extinción o desaparición desde hace muchos años sin poder conseguirlo.
La semana pasada, Sergio Torres urgió desde la tribuna al Gobernador Rubén Rocha Moya, de ingrata memoria para los sinaloenses ya, que emita una declaratoria de emergencia en Sinaloa por la sequía. Con indignación reclamó, donde debe hacerlo todo político que se diga digno de respeto, desde la tribuna más alta de la entidad, que “¿Cómo era posible que el Estado de Sonora ya tenga desde hace varias semanas la declaratoria de emergencia, al igual que el vecino Estado de Chihuahua, donde por cierto la gobernadora Maru Campos haya destinado mil millones de pesos a una estrategia de atención a las poblaciones vulnerables por la sequía?… ¿Y Sinaloa qué… Sinaloa para cuándo?” inquirió enérgicamente el culiacanense.
Y es que Sinaloa “ya no siente lo duro sino lo tupido”. Después de la gran crisis que atraviesa desde hace más de siete meses por la violencia uy la inseguridad pública, ahora asoma sus fauces el monstruo de la sequía… que amenaza año tras año con ser progresiva en su calamitosa estela de daños, gracias al fenómeno del cambio climático.
Fue enfático y crudo al dimensionar el problema de la sequía y sobre el que ha insistido en sus últimas intervenciones en tribuna, que en Sinaloa “no se hace nada desde el gobierno ni desde la sociedad organizada”.
“Más de 30 comunidades no cuentan ni con una gota de agua; Conagua ya cerró la presa Eustaquio Buelna de Guamúchil, la presa Guillermo de Blake de Sinaloa municipio, la Juan Alcocer de Culiacán, la presa Josefa Ortiz de huites y la presa Luis Donaldo Colosio, en Choix”, sostuvo.
El legislador local ilustró que en Sinaloa no se está haciendo nada con fines de prevención de este fenómeno, no obstante que según estimaciones oficiales (de la propia Conagua) la sequía será más grave que la de 2022, cuando la capacidad de almacenaje de las presas estaba a un 15% en promedio de todas las presas del Estado, mientras que, en 2025 se encuentran ya en promedio de un 8% y con tendencia a seguir bajando el nivel del almacenamiento. Torres dijo que de la crisis del 2022 por sequía tuvo conocimiento pleno el Gobierno del Estado y hasta la aprobó; mientras que este año, no ha emitido una declaratoria de emergencia el gobierno que encabeza Rocha Moya.
Reclamó a sus compañeros del Congreso del Estado que, pese a todo ese escenario de adversidad, tampoco los diputados hagan algo al respecto. Ni discuten ni aprueban nada para paliar la emergencia, dijo.
“Tan sencillo que fuera formar una Comisión Especial para el Tratamiento de la Sequía”, espetó.
También reprochó al Gobierno Federal que había anunciado la creación -con bombo y platillo – de un ‘Plan Hídrico’ para atender este tema, en el que destinarían 122 mil millones de pesos, de los cuales a Sonora le tocaron 7,500 millones, a Durango 4 mil millones… pero a Sinaloa…. “cero pesos”…. Por increíble que parezca así fue…. Al Estado del agua en este país… al que tiene dos termoeléctricas y once hidroeléctricas para producir la energía que el país necesita…al que produce un tercio de la producción del maíz que México consume…. Para paliar la crisis por la sequía este año el Gobierno Federal le asignó “cero pesos”.
Y recordó que, desde el 4 de marzo, la bancada del MC en ese Congreso de Sinaloa, presentó una iniciativa para la creación de una comisión ordinaria de cambio climático y sequía, lo que llevó a replantear incluso en la Junta de coordinación Política, la necesidad de crear una Comisión Especial para atender la falta de agua que afecta a Sinaloa.
¡Bien por el diputado local sinaloense Sergio Torres Félix, en su legítima batalla por posicionar a los legisladores y a los cuadros en general de su partido, el Movimiento Ciudadano (M.C.)!
Torres Félix es un profesional que además tiene vocación innata por el servicio público y la política… aquella que se escribe con “P” grande y que se distingue de la grilla simple.
Tiene muy clara cuál es la función de los legisladores y los políticos en tiempos de emergencia…. Pero sobre todo, el papel que deben desempeñar en estos días tan aciagos en Sinaloa. En estos días de “Alerta por la sequía en aquel Estado”.
“… Una de las responsabilidades que tenemos como diputados en este Congreso del Estado, es el de alertar, de prevenir, de proteger y de alzar la voz en lo que afecte a las familias sinaloenses”, dijo Sergio Torres Félix.
Se consolida hoy por hoy el diputado Torres y su partido, como una auténtica alternativa de cara al inminente proceso electoral de 2027, en que se renovarán Poder Ejecutivo del Estado, Congreso local y 20 alcaldías… Una de ellas, Culiacán, la joya de la corona, que representa el 30% del total del electorado sinaloenses.
En una apreciación apurada, pero seguramente certera, se puede afirmar que si en este momento fuera la elección por la alcaldía de Culiacán y si, Sergio Torres Félix decidiera participar de nuevo para reelegirse como alcalde, “kilo por kilo”, “libra por libra”, Sergio Torres sería el mejor candidato y el probable ganador…. “¡Doble contra sencillo!”… Por Culiacán, a Sergio Torres y el MC al parecer nadie le hace sombra… ni con todos los recursos que le inyecten a el o la candidata que lance Morena.
Ya se verá.
Autor: Héctor Calderón Hallal
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