homopolíticus
Terroristas en Suelo Morelense
Ocupado en la inscripción del epitafio personalista a una cantante apologista de la violencia —«Paquita la del Barrio le cantó como nadie a la decepción amorosa y también a la revancha defendiendo a las mujeres con talento y carácter»— el verdadero Hugo Éric Flores continúa alargando el castigo o la protección a Cuauhtémoc Blanco, con quien cogobernó alegremente el estado de Morelos.
Entre tanto, en el segundo piso de la cuarta transformación afilian a los distinguidos Miguel Yunes, Alejandro Murat y Fernández Noroña, y los presumen con fotografías que parecen de barandilla de comisaría. De Veracruz y Oaxaca llegan aires de desacuerdo, mas bien de protesta. En Morelos sólo la consejera Paola Cruz —víctima de violencia política de Cuauhtémoc Blanco— exigió no proteger a nadie que haya cometido o siga cometiendo delitos contra las mujeres. Te lo digo Cuauhtémoc Blanco para que lo oigas Ulises Bravo, es el mensaje de la exdiputada perseguida por ambos.
De Morelos mismo, el cenador Víctor el Güero es… Mercado publicó el decálogo de MORENA —lealtad pueblo, no a privilegios, humildad, destino claro de los recursos, primero los pobres y no corrupción— para presumir su afiliación, mientras al indiciado por violación en grado de tentativa, en pleno salón de sesiones, le regalan chocolates…mujeres diputadas.
Los temas de probables actos faltos de honradez del gobierno margarista han sido perpetrados por morenistas: Josué Fernández y Andrés Bahena, quienes además de cobrar cesantía, debían ser expulsados del partido, si no separados del consejo político partidista.
Poner contra la pared a afiliados y reafiliados, contra la pared para tomarles la foto de su credencial —Yunes [PAN], Noroña [PT], Murat [PRI], Blanco [PES], Mercado [PRI]—, conlleva el mensaje de que la mala fama pública y los hechos de escándalo que la desvelan, son purificados con el letrero «se recibe cascajo», no importa que sean causa de corrupción.
letraschiquitas
Cincuentaicinco grupos delincuenciales se cuentan actualmente en el mapa morelense, a instancias de la docena trágica gubernativa 2012-2024 que pudiendo hacer mucho no hicieron nada por evitarlos, además de cuatro carteles ascendidos a grupos terroristas globales por decreto del inquilino del mil 600 de la avenida Pennsylvania, NW: Jalisco, Noreste, Michoacán y Sinaloa, con alcance nacional y estancia celular en el metafísico estado de Morelos, parte del corredor Ciudad de México-Guerrero***. A la velocidad de un perezoso, el simulador número tres del ayuntamiento de Cuernavaca —el número dos es el alcalde José Luis Urióstegui, listo para cantar el abatimiento del taco de arroz más grande del planeta tierra—, Óscar Cano, atendió desde su oficina la protesta por una invasión de banqueta por un restorán que derivó en la abusiva expulsión de artesanos de la céntrica calle Hidalgo***. Por la crisis de fentanilo en Canadá, como expuso el embajador de ese país en México, Cameron MacKay, designará como grupos terroristas a cárteles mexicanos. El presidente del Senado, José Gerardo Rodolfo Fernández —que sin el Noroña es menos— no tuvo más remedio que beber quizá café en su jarro de barro antes de tragar saliva.