La reforma migratoria hasta el 2017. No deseamos ser ave de mal augurio, sin embargo, como le comentamos en entregas previas, el pesimismo optimista hoy no deja lugar a duda. La añorada reforma migratoria apunta a que no será aprobada, por la Cámara de Representantes, en el presente ciclo de sesiones legislativas que concluyen el próximo 13 de diciembre.
John Boehner, el presidente de esa, no prevé el voto a la legislación HR15, la reforma que promueven los demócratas y, que el senado aprobó durante el mes de junio pasado.
De nada sirvió la huelga de hambre de los activistas-el líder sindical Eliseo Medina de 67 años, Dae Joong Yoon, de 44 años, y Cristian Avila, de 23-, quienes después de 20 días en ayuno frente al Capitolio, se vieron obligados a suspenderlo por el deterioro de la salud de Don Eliseo.
Sorprende que el presidente Obama y el vicepresidente Biden, visitaran a los activistas, mientras John Boehner se hizo de oídos sordos, aferrado a la estrategia de “aprobar” determinadas medidas migratorias por partes, mismas que el mandatario estadounidense estuvo de acuerdo, como presagio del inicio de las negociaciones con los republicanos para alcanzar la aprobación total.
¿Por qué hasta el 2017? El año entrante son elecciones para el Senado y para la totalidad de los miembros de la Cámara de Representantes, situación que obliga a éstos a no comprometerse a un tema tan sensible en plena campaña electoral, en especial en donde los votantes son conservadores y contrarios a la reforma.
El 2014, también es el preludio de las elecciones presidenciales del 2016, un año que lo marcará la carrera de los “suspirantes” a la candidatura de sus respectivos partidos. Los demócratas, no requieren persuasión para aprobar la reforma migratoria, aunque la intención podría modificarse negativamente, de conformarse el Senado con mayoría republicana, y ni que decir de la Cámara Baja que las trae consigo por la alharaca que han difundido, erróneamente, como el fracaso del Obamacare la nueva ley de salud nacional.
En el 2015, todos los esfuerzos políticos se centraran en la carrera para ocupar la Casa Blanca. En el 2016, los acomodos del nuevo presidente y su gabinete, sumado a la conformación del congreso, anuncian que, gane quien gane, no gastaría su capital político en el primer año de gestión. Entonces, los hados apuntan al 2017, si acaso.
Lo anterior no resta que el 63% de la ciudadanía, mas no los electores, estén a favor de la reforma migratoria, sin embargo, temas como la economía, la reforma sanitaria, y la seguridad nacional impacta más, que la primera, dentro de las prioridades.