POR QUIEN VOTAR ES EL DILEMA.
La encuesta más reciente elaborada por la cadena televisiva NBC News y, el diario Wall Street Journal revelan a Hillary Rodham Clinton, precandidata a la presidencia de la Unión Americana por el partido demócrata, con 46% de aceptación del electorado, mientras que, al precandidato del partido republicano, Donald J. Trump con 43%. A todas luces se trata de un empate técnico por el margen de error (+) (-) 3-5% en este tipo de sondeos.
La población total estimada en 2016 es de; 323 millones de personas, de la cuales acudirán a las urnas aproximadamente 70 millones que representan el 66% del padrón electoral, esta afirmación se basa en comicios presidenciales pasados. Sin embargo, el próximo 8 de noviembre este patrón podría modificarse significativamente por el deseo de cambio de los ciudadanos y los nuevos registros de la generación “X” (los nacidos entre 1960 a 1980) y los millennials o generación “Y” (nacidos entre 1980 y el 2000). La edad mínima para votar es 18 años cumplidos antes de la fecha de los comicios.
De acuerdo al sondeo mencionado, tanto republicanos como demócratas exigen un cambio. Del lado republicano por supuesto desean que el candidato de su partido arribe a la Casa Blanca, los demócratas desean permanecer en la Avenida Pensilvania 1600 en la capital del país, Washington, D.C.
Sucede que a más del 50% de los probables electores, ninguno de los precandidatos les convence. Las principales razones de la impopularidad de Hillary, se refieren a confiabilidad, la percepción del público es, que es, poco confiable, los correos electrónicos del departamento de estado, enviados desde su computadora personal, el caso Bengazi en donde asesinaron el embajador de EE.UU. en Libia, además de tres oficiales consulares quedó en los anales de la historia reciente con sabor amargo de boca, de falta de responsabilidad, de la entonces, secretaria de estado.
El voto blanco masculino no le favorece, menos intuitiva políticamente que su esposo, el ex presidente Bill Clinton y, resulta cuestionable si los seguidores de su adversario de partido, Bernie Sanders, la seguirán. Sin descontar la avalancha de ataques que le profiere, casi diario, el precandidato republicano D.J. Trump.
A pesar de lo anterior, existen razones para considerar que la precandidata demócrata podría ganar la presidencia. La misma encuesta mostró, sin dar nombres, solamente a quien prefieren en la Casa Blanca, a un demócrata o a un republicano. Por 4 votos más a favor, la inclinación es a los demócratas con 47% de las preferencias. Por otra parte, el actual presidente, Barack Obama, cuenta con 51% de aceptación, lo cual ayuda a su partido-el demócrata- significativamente.
En cuanto a popularidad por partido, los demócratas alcanzan el 29%, mientras su rival republicano 26%.
El desempeño de Obama no es menor, su mensaje basado en el progreso, ha resultado muy seductor para los ciudadanos, y contrario a Hillary, el 82% de los seguidores de Sanders lo apoyan decididamente, lo mismo los independientes y las mujeres.
Del otro lado de la arena, Mr. Trump, cuenta con calificaciones bajas, en cuanto al sector femenino 4 de cada 10 están a su favor, lo cual lo sitúa en una posición endeble, difícil de llenar ese gran hueco con los varones blancos, además en los suburbios los números no le favorecen, apenas logra 32% de aceptación, mientras Hillary 57% igual que Obama en los comicios para su reelección en el 2008.
En cuanto cuál de los dos sería mejor comandante en jefe, la aceptación por Hillary es de 43% lo cual también le ayudaría a granjearse a los indecisos y a los “votos columpio”/swing voters.
En relación a la economía los ciudadanos consideran que Trump está mejor capacitado que Hillary, situación que endurece el camino a La Oficina Oval, puesto que muchas personas continúan con la sombra de la crisis financiera del 2007-2008 sobre sus hombros.
La moneda está en el aire, solo es cuestión de esperar 160 días para el día de las elecciones, y estas tendencias podrían mantenerse hasta ese día, a menos, que alguno de los dos se descarrile en el camino por algún escándalo, o situaciones personales en contra.
Final: Mañana de nueva vuelta a la realidad neoyorkina, hoy, es día de asueto en los EE.UU, y marcó un fin de semana largo. Se conmemora el Día de los Caídos, mejor conocido por estos lares como Memorial Day. Para recordar a los soldados estadounidenses que cayeron en combate, desde La Guerra Civil hasta guerras más próximas.