Héctor Calderón Hallal
Donald Trump e Ismael “El Mayo” Zambada son, a pesar de provenir de mundos distintos, hombres de poder que interpretan muy “a su modo” las reglas que conocieron en el mundo, desde sus inicios en los ámbitos de la empresa privada y de la política, el primero…. Y de los “negocios” y también de la política (a la mexicana) … el segundo.
Para bien o para mal… aunque más bien “para mal” … el actual presidente de los Estados Unidos llega imbuido de la filosofía imperante en el mundo actual, que reniega y hasta combate toda forma de reglas que den orden y sentido al mundo…increíble pero así es.
Donald Trump es un anciano, igual que nuestro compatriota “El Mayo”, desde luego, pero en el premier americano, las ideas que han puesto en el mundo tanto los “Broligarcs”, lo sitúan ‘de tajo’ del lado de la ‘moda’… que no precisamente de la “modernidad”. Los “Broligarcs” son una hermandad de oligarcas aglutinados en torno del ‘culto al algoritmo’; son grandes empresarios y gurús tecnológicos con presencia mundial (Ellon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y Sundar Pichai, p.e.) que le apuestan todo a la fuerza del algoritmo, para consolidar ese añejo “sueño de la dominación mundial”, enarbolada de nuevo como en la primera mitad del siglo XX, por ultraderechistas, racistas, antiinmigrantes y neopopulistas… y es en esta última como abominable preferencia, en la que se hermanan con los del movimiento “Woke” en el mundo, renegando del “ancestral dominio de las oligarquías culturales y de las formas tradicionales de patriarcado, de la organización y estructura de la familia tradicional, del modo de producción capitalista, del positivismo científico… y de la metafísica misma del método científico, desechando todo tipo de ‘reglas’ y ‘mandatos culturales o lingüísticos’…. Con ello niegan a Descartes, a Newton, a Hegel y a sus posteriores postulantes a lo largo del tiempo.
Todo este “cóctel absurdo” nos lleva a pensar que el mundo no solo peligra en manos de estos gobiernos y estas ‘modas sociopolíticas’, que se han vuelto ya oferta electoral en el mundo… sino que el mundo perdió toda lógica y sentido común hacia la armonía intergrupal o internacional.
Cuando para “El Mayo” Zambada, que vivió sus mejores años en la plenitud del Derecho Procesal Penal sustentado en reglas y que, al menor descuido de su observancia, en el mundo, no solo en México… se estaba en los terrenos de la jurisdicción de esa ‘bendita figura’ llamada amparo… y que no era más que la garantía de un proceso humanista y apegado estrictamente a lo dispuesto por las leyes… y no por la revancha ni el odio en lo personal de algún otro mortal como el propio gobernado procesado.
De por sí no hay nada más añejo y disfuncional, que la concepción de las leyes desde la óptica “Liberal” de los republicanos y conservadores de los países sajones en general…. Y en la que el propio Donald Trump y su staff confían, evidentemente.
De hecho, si bien la idea moderna de la ley penal surge en medio de aquella época del liberalismo económico en el mundo occidental dominante del siglo 17, ante la necesidad de restaurar el orden jurídico interrumpido, “la imposición de un mal por el mal cometido”. La pena surge, entonces, como una necesidad moral…. hoy día cobra puntual vigencia esta idea.
Pues es derivada de un “imperativo categórico” como lo es la justicia para Kant, o bien para Hegel… como una necesidad lógica: negación del delito y afirmación del derecho.
De acuerdo… ¡De acuerdísimo!… es más… la larga y embarazosa discusión para superar la crisis teórica surgida por la incapacidad de legitimar la acción punitiva del Estado desde hace por lo menos tres siglos, ha quedado atrás.
Las teorías relativistas, que se sustentan en una prevención son las más antiguas…. Y son las que se privilegian en los sistemas jurídicos penales que incluyen, además de una pena retributiva (un mal en la persona del delincuente equiparable al cometido en perjuicio de un tercero o de la sociedad… y la prevención de que no cometa un mal en lo sucesivo.).
Lo anterior significa que la pena sobre el delito en estas teorías, se convierte en una finalidad en sí mismas…. Y no en un medio para corregir o restituir la sociabilidad del imputado.
Estas teorías se aplican en regímenes fascistas y liberales intervencionistas.
Coincidentemente, desde ayer jueves 20 de febrero, el mundo llora la partida a sus 93 años, de uno de los teóricos penalistas alemanes modernos, que dan sustento incluso a las nuevas formas de derecho penal restaurativo en todo el mundo.
Se trata de Claus Roxin que, en dos de sus cuatro obras más importantes, desnuda y hasta deslegitima cualquier vestigio de funcionalidad de estas teorías relativas del delito, puestas en práctica de nuevo por gobiernos como el de Donald Trump, en Estados Unidos.
Claus Roxin propuso límites concretos y fuertes al ius puniendi, a través de su ‘Teoría Unificadora Dialéctica’, que ajusta magistralmente a la causa penal de “El Mayo” Zambada, asentada en el sistema penal estadounidense actual, del que nos ocupamos en estos días y que, objetivamente, es criticado por el autor de “Autoría y Dominio del hecho en el Derecho Penal” y “Derecho Procesal Penal” (en coautoría con su discípulo Schuneman).
En tres puntos:
1)El delincuente frente al sistema de leyes penales de su país, es un hombre que atenta contra el sistema adoptado por la generalidad, y dicho acto dañino socialmente merece ser reprimido con tal que sirva de lección a los miembros de la sociedad, amenazándolos con la imposición de penas similares si copian la conducta del castigado… pero bajo la idea de que las penas son estrictamente equiparables, iguales, en los términos de sus formalidades y tiempos para cualquier hombre que infrinja la norma penal vigente. Esto significa, que bien hace “El Mayo Zambada” en quejarse y demandar un trato igualitario frente a la ley, pues en eso consiste uno de los principios más preclaros del Derecho moderno, el de la igualdad de todos los individuos frente a la ley.
2) Roxin descalifica la intimidación que practican algunos gobiernos como el de Trump… y otros que, aunque exitosos, violentan sin proponérselo la dignidad humana, como el de Bukele en El Salvador. Claus Roxin asegura que, por lo regular, la intimidación (humillación) termina en formas de terror.
3) Y por último, no deja de ser un contrasentido, según Roxin, que a un hombre se le aplique en su humanidad, un mal mayúsculo ejemplar, que comprometa su integridad y hasta su vida, como la muy segura “pena de muerte” o “cadena perpetua” que se le tiene ya confinada extraoficialmente a “El Mayo” … ¿Cómo se justifica el que a un individuo se le imponga un mal para que otros omitan cometer otro mal mayor al conglomerado social? Esto atenta contra la dignidad humana, consagrado como fundamento del Estado social de derecho.
Por lo pronto, las leyes de Trump, no son las de “El Mayo” … y ya este último advierte que en aras de evitar una “crisis en las relaciones bilaterales de nuestros dos países”, se debe proceder por parte del gobierno del vecino país del norte a revisar su caso y recular en el sentido de ir directo a la sentencia de la ‘pena de muerte’ o ‘la cadena perpetua’…. Él demanda ser repatriado.
Habrá ignorado nuestro septuagenario paisano que él fue materialmente privado de la libertad bajo formalidades de ilegalidad, antes de la toma de posesión de Donald Trump, durante la agonía de la administración de los demócratas encabezados por el burócrata de los setentas, Joe Biden.
Y quizá por eso ignoren Don Ismael Zambada y su abogado, el redactor impecable de la carta que se difunde profusamente hoy con sus razones expuestas, de una forma muy correcta, por cierto, hay que reconocer… quizá ignoren, se reitera, como lo hacemos nosotros también de repente, que el mundo es otro, después de ese 20 de enero de 2025.
A partir de entonces, el mundo es unipolar por decreto.
Las razones políticas a detalle no existen… hay que leerle la mente al magnánimo emperador… o esperar a que espete las instrucciones al mundo, aparejadas de un manotazo en el escritorio.
Se acabaron las reglas. El mundo tendrá que seguir un orden de acuerdo a lo concebido por el logaritmo y la simpleza del privilegio ganado sin esfuerzo… ganado por decreto dinástico o por la gracia divina de la supremacía occidental.
Ya no hay reglas, ni siquiera en las leyes adjetivas penales vigentes.
Entonces sí… ¡Cuidado! Lo que pudiera ser peor se anticipa como una posibilidad: Quedan al libre entender y a las libres reglas de la delincuencia organizada, los caminos para encontrar justicia ’a modo’ y con sus propios medios… y a merced de una mentalidad como la de “El Mayo” Zambada… y una organización con tantos tentáculos en el mundo.
Por algo lo dirá “El Mayo” eso de que se pueden dificultar más aun las relaciones bilaterales entre nuestros dos países…. Por algo lo dirá.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1;
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