Héctor Calderón Hallal
Este 25 de julio se cumple un año del inicio de los hechos que desataron la época más obscura en la historia de Sinaloa y una de las más oprobiosas y deplorables de la historia nacional… y cabalmente se puede afirmar que, simultáneamente, ese día, Morena, el partido en el poder en Sinaloa y en el país, perdió el poder y la legitimidad que hubo de tener en algún momento, derivado de cierta lucha cívica desplegada por sus auténticos militantes y cuadros… y por algunas otras figuras que llegaron desde otras fuerzas políticas a enriquecer a esa oferta electoral con registro formal desde 2014.
Sí… ese día empezó una ruta catabólica, el partido que llevó al poder a Andrés López Obrador, ya que sorpresivamente removió al PRI de la Presidencia de la República en su laureado retorno al poder, tras haberlo perdido en el año 2000 después de 74 años ininterrumpidos de ejercerlo.
Ese día, fue formalmente capturado y entregado a la justicia estadounidense, en una pequeña aviación del Condado de Doña Ana, Nuevo México, en las inmediaciones de la zona metropolitana de El Paso, Texas, (aunque mediante argucias y traiciones) Ismael “El Mayo” Zambada, connotado narcotraficante a quien se le atribuye ser el fundador y líder moral del “Cártel de Sinaloa” (CDS) y también poseer el deshonroso pero admirable palmarés de más de cincuenta años en el negocio del narcotráfico a gran escala, sin tener una sola detención de parte de ningún gobierno formal del mundo… al también conocido como “El Señor del Sombrero” se le reconoce como el “negociador por excelencia con los políticos mexicanos” y también como el factor de esa especie de “pax narca” registrada por muchos años, hasta que hace algunos diecisiete años se incrementó la violencia en Sinaloa y en el país, producto de esa suerte de enfrentamientos intracárteles, a la que los detractores del presidente panista de la época, Felipe Calderón, denominan hoy con ironía: “La guerra de Calderón”.
Los hechos se registraron de la siguiente forma:
Según una carta posterior suscrita por el propio “Mayo” Zambada, él fue citado en una finca de Culiacán por los hijos de “El Chapo” Guzmán, con el argumento de sostener una reunión con el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya y el exalcalde de Culiacán, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y entonces electo diputado federal por el PRI, el químico fármaco-biólogo, Héctor Melesio Cuén Ojeda… misma que no se verificó y fue entonces trasladado desde ahí, con mentiras a un avión que cubriría un vuelo tipo charter desde las inmediaciones del Campo Agrícola “Berlín”, en el municipio de Navolato, Sinaloa… al poniente de la capital del noroccidental Estado.
En aquella misiva, Zambada aseguró que ese mismo día y en ese mismo lugar de la cita para la supuesta reunión, fue asesinado Héctor Melesio Cuén, no obstante que la Fiscalía de justicia local, declaró mediante una nota descriptiva de un vídeo, que “mataron al diputado Cuén Ojeda durante un supuesto asalto para despojarlo de su camioneta blindada en que viajaba y mientras cargaba combustible en una gasolinera, la noche de ese mismo 25 de julio del año pasado”.
Ciertamente… ahí dio inicio esa por demás deplorable “Guerra Civil” que aun prevalece en Sinaloa, protagonizada por las dos facciones que integran el “Cártel de Sinaloa” y que hoy tienen, con sus nefastas acciones, sumida en el miedo y la desesperación a toda la población de esas regiones centro y centro sur del Estado.
Y categóricamente se puede asegurar que, si esta anunciada -como inminente- derrota, tiene un rostro responsable, ese es el del actual mandatario, el morenista Rubén Rocha Moya, que ha forjado en su gestión, un descomunal marasmo administrativo y un descuido sin precedentes en todas las áreas de su administración… sin excepción alguna.
En la primera ‘vuelta al sol’ que damos con este penoso “estado de cosas” a cuestas, los saldos en esa entidad del noroeste mexicano, bajo la férula de Rocha Moya, son estos:
1,600 ciudadanos asesinados desde entonces a la fecha.
2 mil sinaloenses han desaparecido.
Cerca de 600 personas desplazadas de sus hogares por la violencia.
Un aproximado de 2 mil negocios (empresas micro y pequeñas) con formalidad fiscal han cerrado.
Un total de 108 empresas con presencia nacional e internacional y que estaban instaladas produciendo en la entidad, detuvieron definitivamente sus operaciones.
Así como un total aproximado de 14 mil empleos se han perdido; lo que hace un razonamiento estimado en pérdidas cercano a los 18 mil millones de pesos.
La actividad comercial en Culiacán, ha caído en un 80%, con el cierre de tiendas, restaurantes, farmacias, etcétera.
Paralizándose definitivamente el sector inmobiliario y las transacciones de compra-venta, cayeron hasta un 70%, dejando pérdidas por 23 mil millones de pesos.
Y no… ni la presidenta Claudia Sheinbaum ni él, parecen compadecerse ni tener la mínima intención de ayudar a la población de Sinaloa a recobrar su paz en calles y poblados de su geografía.
O de plano no les interesan sus resilientes habitantes.
Han concentrado todo el arsenal de sus acciones políticas a “mantenerse en el poder” al precio que sea… y no se ven de plano visos de que se quiera reivindicar esta tragedia, removiendo al gobernador Rocha Moya de su puesto y por salud, nombrar a un interino o sustituto, con un nuevo staff de colaboradores… y con una renovada actitud de servicio y solución de los problemas.
Rocha Moya y Morena, transitan desde hace varios meses con un carcinoma político en sus espaldas, en el caso de Sinaloa.
Si algo le ha faltado al gobernador Rocha Moya, dicho sea con todo respeto y en apego a la objetividad, ha sido el carácter suficiente, el temple y la capacidad organizativa para enfrentar el Estado de Sinaloa que le tocó administrar en este primer cuarto del siglo XXI.
No, definitivamente esta entidad y su realidad actual, dista mucho de ser (comparativamente) aquella apacible universidad pública provinciana que fue la UAS de los noventas, que le tocó dirigir… y que sí, lo hizo con solvencia y eficacia, hay que decirlo con todas sus letras.
Pero para este Sinaloa de nuestros días, se ocupa un hombre (o ¿una mujer?) que sea catalogado dentro del oficio político, un auténtico ‘tiburón de aguas profundas’, que sea capaz de recorrer personalmente y destapar las “cloacas” del drenaje de este sistema político… y salir con la frente en alto y la dignidad necesaria a la superficie… porque conoce su oficio… tiene la vocación y el temple suficiente para resolver problemas del comportamiento humano y sus variables.
Porque en el oficio político, el lenguaje está dado en los términos de las relaciones interpersonales … y los perfiles de sus interlocutores. Todos -indefectiblemente- representan una variable que se integra a la gran ecuación que hay que resolver al final de la jornada en el trato cotidiano con todos y cada uno de ellos.
En el oficio político no hay “santidad” alguna… hay honestidad, entereza, para hablarle de frente a la gente, sin mentiras y diciéndoles siempre la verdad… de qué tamaño es el problema y qué es lo que se requiere de la población en su conjunto para solventar junto a su gobierno, el problema.
El mejor político, como lo describió el ideólogo del sistema político mexicano, Jesús Reyes Heroles, debe ser aquel que aprenda a “escoger para su pueblo… de los males el menor” … y en todo momento, tener clara conciencia de que… “si es necesario, debe aprender a lavarse las manos en agua sucia” …
Hacer magia pues… pero encontrar soluciones siempre para la población en casos de contingencia de cualquier tipo.
Aquí cabe la pregunta más recurrente en redes sociales en Sinaloa y en todo el país, durante los últimos días:
“¿Habrá alguien que pueda rescatar a Sinaloa?”
Y la respuesta es tan sencilla y diáfana, como un sí… hay varios inclusive, con el perfil atrás descrito… y deseable.
El tema es… ¿Con qué partido?
Por lo pronto, los más visibles, se encuentran paradójicamente en Morena, la opción que -por sus resultados a partir del 25 de julio del año pasado- materialmente, debe tener perdida la elección…
A menos que hagan uso de su pragmatismo, la presidenta Sheinbaum…. O quien tome las decisiones de forma consensada al interior del partido en el Gobierno.
Hay por lo menos dos elementos que, preliminarmente en este modesto como primigenio análisis, señalaremos a fin de construir un colofón resolutivo del artículo:
Se trata de Gerardo Vargas Landeros… y eventualmente, en una definición probable por razones de género, la senadora Imelda Castro Castro.
Esta es una mancuerna que se complementa entre sí.
Vargas Landeros es un político completo, profesional, serio, honesto, un hombre de familia, en su origen y su destino…. Un hombre de fe, que se ha construido un camino en este oficio en razón directa de su esfuerzo personal… de su talento.
Fue el puntal logístico durante la precampaña, la campaña y el gobierno de Mario López Valdez.
No… no es una “blanca paloma” … como no lo es nadie en el mundo…. Y menos un político profesional de larga data en este y en cualquier país del mundo.
Para la política no necesitamos “monjes” ni hombres con vocación de santos… necesitamos buenos operadores… hombres o mujeres con decisión, con sentido común… que sepan tomar decisiones trascendentales en cuestión de segundos. Que conozcan y reconozcan la naturaleza humana… sus fortalezas y fragilidades… para que sepan combatir al abusivo, aplicando siempre la ley… y para que sepan también compadecerse y ayudar con sensibilidad al desvalido, al frágil… al humilde… al inocente… al que lo necesita.
Por su parte la legisladora Imelda Castro Castro, es una mujer que posee el perfil adecuado; que tiene temple; que conoce a su gente a la que representa; que proviene de la lucha campesina y de la militancia de una izquierda que participaba con mística en sus inicios, con decoro, haciendo rendir los muy escasos recursos con que contaban para hacer proselitismo…por eso todo lo que sufrió en sus inicios como política de oposición genuina, sin privilegios… hoy constituye su capital moral más importante como política empoderada.
Ahora… imaginemos a Imelda, en mancuerna con Gerardo, como su operador… sería este el único menú… la única quiniela digna de presentarse por Morena a los sinaloenses en el ya inminente proceso de 2027…
De otra forma, Morena está frita… de hecho… ya perdió desde hace un año.
Autor: Héctor Calderón Hallal
@CalderonHallal1; fixiflaux99@gmail.com;
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