Guillermo Portugal Vela
Más allá de los deberes y prerrogativas de López Obrador en su calidad de presidente, se propone por salud democrática que el mismo no participe de forma extracurricular en “meter las manos” en la nominación de los aspirantes a la presidencia.
Y donde el hombre de Macuspana dice y perjura que “las viejas prácticas del tapado y los destapes están erradicados”, sin embargo en junio pasado señalo a 6 personajes de su primer círculo como posibles a sucederlo y donde citó como punteros a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y de quién se tiene la conjetura que se le “cayó la Línea 12 del Metro hace un año, provocando la muerte de 26 personas” y además se mencionó al canciller Marcelo Ebrard cuya hipótesis de acusaciones pesa asimismo el referido accidente; luego en abril de este año el presidente indico de manera ambigua como aspirante a Adán Augusto López que es su paisano y actual secretario de Gobernación; y lo reciente el 1º. de mayo pasado el presidente expreso en la refinería en construcción de Dos Bocas “que son 5 los pícheres abridores”; esto dejo entrever con respecto a los punteros y al mencionado secretario de Bucareli.
Narrativa que se explica por el desdibujamiento de la pérdida de principios e identidad ideológica en que ha incurrido el liderazgo populista del presidente y del cual se ha reproducido en la 4T y en Morena un pragmatismo de poder exacerbado, mismo que fue en dirección a que la 4T pactara con ciertos gobernantes estatales de la oposición con el fin de ser impulsores de las políticas públicas del presidente, por lo que dichos gobernantes al terminar su mandato tuvieron la disyuntiva de “la zanahoria o el palo” y donde apostaron por la primera para reconvertirse de ex-priistas a miembros prominentes de Morena más el plus de estar en la élite del Servicio Exterior Mexicano; lo cual, para el caso de Sinaloa, Quirino Ordaz fue nombrado embajador de España; por Sonora, Claudia Pavlovich como Cónsul de Barcelona y de Campeche con Carlos Aysa con la distinción de embajador de República Dominicana.
Por otra parte, en el proceso electoral del 2021 Morena realizo una imposición de alrededor de una cuarta parte de los candidatos ganadores de las distintas gobernaturas y legislaturas locales, cuyos personajes fueron de dudosa reputación.
En esta perspectiva, el morenismo deberá asumir los riesgos y esfuerzos para consolidarse como organización hegemónica, situación vinculante a los procesos electorales del año en curso y los del 2023-2024 y que corresponden a 17 estados donde se elegirán nuevos gobernantes; entonces ¿el poder de las distintas fuerzas políticas se consolidará o no? situación no definida en la etapa terminal López-Obradorista en función de que las políticas públicas son establecidas por los poderes fácticos y el Estado; por lo que el reformismo de la 4T intentaran cambiar y dar respuesta al impacto lesivo neoliberal y donde seguirá enviando las reformas al Congreso y con ello apuntalar la continuidad en la instrumentación y aplicación de las políticas públicas disfrazadas de antineoliberales.
Queda en el aire la ventaja de la conexión que plantea Amlo en la 4T y el modelo capitalista en términos de seguir sus políticas y estrategias; y en cuya coyuntura podrá perderse la legitimidad desde una perspectiva de la persistencia capitalista y por ello dejar de ser funcional, necesario o sencillamente conveniente; por lo que es pertinente que sobre la economía política se dé un cambio estructural y no adoptar en lo posible las políticas reformistas.
En suma, el laboratorio de la 4T, muestra los límites del derecho recuperado en el caso peor y con mentiras y manipulaciones; y en la alternativa conveniente, con limitaciones conceptuales y políticas; sin embargo, en dicho proceder del desengaño y la desarticulación social quedan advertidos; por lo que de manera repetida y aun a contracorriente es necesario conducirse contra aquello; por tanto, quizá sea el momento de entenderlo y proceder en consecuencia.