En El Príncipe, Nicolás Maquiavelo hace numerosas observaciones sobre el auge y la caída de los gobiernos para llegar a la conclusión de que, aunque un hombre fuerte debe fundar un estado o levantarlo de su decadencia, la mejor forma de gobierno es la república en la que participen efectivamente todos los ciudadanos.
Hugo Chávez, quién lo duda, fue el hombre fuerte de Venezuela durante los últimos años. Levantó un Estado de corte social, de acuerdo a algunos; lo llevó a la decadencia, según otros.
Chávez, invariablemente, polarizó. Popular, populista. Demócrata, demagogo. Enemigo de Washington; favorecedor de los yanquis. De un polo a otro, de acuerdo al cristal ideológico y muchas veces interesado de sus observadores.
Pero ¿qué fue lo que convirtió a Chávez en un hombre fuerte, como en suele decirse en política a aquellos que concentran unipersonalmente poder e influencia?
Su control del Ejército, para empezar. Como comandante del Ejército venezolano, Hugo Chávez fundó el Movimiento Bolivariano Revolucionario, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Simón Bolívar. La esencia del pensamiento de este icono revolucionario se basaba en la aspiración de instaurar en los países emancipados del Imperio español una democracia participativa, que permitiera implicar al pueblo en las decisiones gubernamentales, aunque este anhelo, como el de otros libertadores de América Latina, acabaría fracasando. Dos siglos después, el comandante Chávez iniciaría su peculiar revolución bolivariana, para establecer una nueva república inspirada en los ideales de Simón Bolívar.
Luego, su control sobre el Legislativo. Durante su primera legislatura constitucional (2000-2006) y en un período de aproximadamente año y medio, Chávez adoptó más de 40 leyes “habilitantes” que convulsionaron el panorama económico, político y social del país. De todas las leyes, la más polémica, la de hidrocarburos, por afectar al sector clave de la economía nacional: el petróleo.
PETRÓLEO PARA EL DESARROLLO
La denominada “política de apertura petrolera”, adoptada a mediados de los noventa, había permitido la constitución de numerosas empresas mixtas que realizaban actividades relacionadas con el petróleo. En el contexto de esta política, los directivos de la petrolera estatal PDVSA gozaban de un amplio margen de autonomía y destinaban gran parte de los beneficios obtenidos de la venta de petróleo a invertir en activos internacionales. Gracias a ello, PDVSA tiene en la actualidad refinerías en todo el mundo y es la tercera empresa mundial en cuanto a refinamiento de crudo. Con la entrada en vigor de la nueva ley de hidrocarburos se disolvieron todas las empresas mixtas y PDVSA, recuperó el monopolio absoluto del sector petrolero. Por otra parte, la empresa estatal quedó bajo el control del gobierno chavista, al depender directamente del Ministerio de Energía y Petróleo y, desde entonces, gran parte de sus beneficios se destinan a financiar las políticas sociales del presidente, a través de las denominadas “misiones”, con el fin de fomentar la educación, erradicar la pobreza y, ofrecer asistencia sanitaria a toda la población. En 2005, la UNESCO declaró a Venezuela país libre de analfabetismo.
Chávez también controló la política partidista. A pesar de los logros iniciales cosechados por su política social, su manera autoritaria de ejercer el poder provocó un clima de gran alarma social, que culminó con un intento de golpe de Estado en abril de 2002. El día 11 quedó constituido un gobierno de unidad nacional con el objetivo de iniciar un” proceso de transición hacia la democracia”. Inmediatamente se derogaron las “leyes habilitantes” y se disolvieron algunas instituciones jurídicas del país, como la Fiscalía, dominadas por el chavismo. Pero el día 12 triunfó un contragolpe a favor de Chávez y a partir de ese momento el presidente de la República trataría de apuntalar aún más su poder, para evitar posibles fisuras que pusieran en riesgo su liderazgo. Consciente de las críticas que suscitaban gran parte de sus políticas, en el año 2006 Chávez decidió disolver oficialmente el Movimiento Quinta República, para constituir una coalición de partidos de izquierda, el Partido Socialista Unificado de Venezuela ( PSUV), que obtendría un 45 por ciento de los votos emitidos en las elecciones presidenciales de 2006, y arrollara en el 2012.
Control político. Control de las Fuerzas Armadas. Control del Legislativo. Resultado: un hombre fuerte, cuando lo deseable, cito a Maquiavelo, es la participación efectiva de todos los ciudadanos en una república.
Índice Flamígero: El epigrama de don Alfredo Álvarez Barrón, El Poeta del Nopal, se intitula hoy Alma Llanera: “Ganó su última medalla / a dos pasos del abismo / cuando tuvo las agallas / de luchar contra sí mismo”.
— y ayer don Paco, el “historiador”(!&$?) krauze fue muy critico del dispendio hecho por chavez de los inmensos ingresos petroleros, por el alza q ha tenido el oleo, LES DABA EFECTIVO A LOS POBRES !!!. Nunca he escuchado al tal historidador la misma acidez para criticar el dispendio de la docena tragica a los q toco el boom. solo queda la constancia del gran endeudamiento del pais y la estela de la corrupcion como memento. ah! no soy chavista.
si, muy cierto demagogo y todo pero destino realmente dinero del petroleo para los venezolanos, los mas pobres y aqui el petroleo es de los mexicanos si, pero de los mexicanos que tienen dinero de los politicos oportunistas que lo son todos y no del pueblo porque lo que he visto y sentido es una patada atras como remuneracion ah y no soy chavista dice Evelyn.