Segunda visita de William Barr a México; para buscar acuerdos y evaluar agenda de ambas naciones, en seguridad y armamentismo.
Redacción NoticiasMX.- Una nueva visita a nuestro país del Fiscal General de los Estados Unidos, William Barr, ha sido anunciada en la conferencia matutina del Presidente del pasado jueves, por el titular de la SRE, Marcelo Ebrard.
Visitas que se constituyen ya como premonitorias de algún anuncio espectacular en el manejo de los temas alusivos a la segurdad y la diplomacia.
Cabe recapitular que en la primera visita del fiscal americano, el 5 de diciembre de 2019, ocurrió la salida simultánea como intempestiva del territorio nacional, del expresidente boliviano Evo Morales, resguardado en México bajo la figura del asilo político, pero con un “plus” en las atenciones que se le corrieron, sólo equiparables a las dadas en su tiempo a los sumos pontífices católicos o a grandes paladines sociales y de guerra, protagonistas del progreso de la humanidad, como al General Charles De Gaulle, premier francés o al propio John Fitzgerald Kennedy y su esposa, pareja presidencial estadounidense, en la década de los sesentas.
Mucha especulación propició aquella primera visita de Bill Barr y hasta empezamos a establecer -gracias a la suspicacia mexicana– un significado premonitario al modo en que se despachan los asuntos bilaterales con México, a través de este funconario, que representa la línea de acción política de la administración Trump.
Supimos desde antes, por las formas tradicionales de la diplomacia estadounidense, que Barr no viene de “a gratis”; que los acuerdos y acciones que se emprendan a raíz de la gira del funcionario americano a tierras mexicanas, serán por demás trascendentes.
La Cancillería confirmó la visita del Fiscal General de Estados Unidos, para el próximo jueves 16 de enero a la Ciudad de México y tendrá como objetivo -según fuentes oficiosas-, dar el seguimiento debido a la reunión anterior que sostuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador y parte de su gabinete para abordar el tema de seguridad y el combate al tráfico de armas, que México ha buscado colocar sobre la mesa, el pasado 5 de diciembre.
Aquella vez se vió la necesidad de colaborar en las indagatorias sobre el ataque a la familia LeBarón, en donde tres mujeres y seis niños fueron asesinados.
En esta ocasión, serán los temas alusivos a la corrupción en las aduanas del país, según se dijo, pero en el fondo hay uno que, como sedimento de la propia sustancia política, que el cambio de la 4 T trajo con su arribo al poder, podría empezar a salir a la superficie con una pequeña agitada de parte de Washington. Una ayudadita para que se reactive:
El mismísimo modelo de seguridad pública de este gobierno mexicano.
Bajo el brazo, según ha trascendido gracias a fuentes cercanas al Embajador Christopher Landau, Bill Barr trae el formal requerimiento de la administración Trump al gobierno mexicano, de que resetee su política de seguridad pública y hasta su propio modelo.
Tras muchas ponderaciones hechas por el gobierno del vecino país y principal socio comercial de México, han arribado a la conclusión de que no se le puede dejar sólo al gobierno de la 4T en su pretensión de atender el problema con abrazos y no balazos, a como lo han atendido hasta el día de hoy.
Viene el ajuste, con envoltura diplomática, forzando a través de una circunstancia o disposición terciada, no directa, para que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dé el golpe de timón y empiece a hacer uso del andamiaje legal y de la infraestructura, dejando trabajar a los especialistas de Semar, Sedena, GN y CNI, entre otros, para que hagan su chamba como es debido.
Diseñando planes y estrategias, con su consecuente aplicación y cronogramas, de conformidad con la circunstancia de cada región del país.
Washington lo sabe; no se están haciendo las cosas de la mejor manera en materia de seguridad. Su propia frontera sur está amenazada.
Esta reciente crisis de EU con medio oriente los obliga a sintonizar a México en el mismo esquema preventivo… cerrados atrás (en sus fronteras), jugando al catenaccio italiano.
Se tiende a reactivar toda la infraestructura y los planes ya establecidos para pacificar al país, con presencia policial, inhibiendo el delito, capacitando a policías en activo y en formación y dando énfasis, con más intensidad, a la enseñanza y concientización de los protocolos de observancia a los derechos humanos, entre el sector policial.
Estados Unidos fue el impusor de esas políticas. Invirtió en ellas a través de difenrentes programas de colaboración y vías. Hay dinero estadounidense aún que no se ha usado.
Contrario al prejuicio de la 4T… sí dejaron dinero destinado a seguridad sus antecesores.
Estados Unidos plantea la necesidad de reestructurar en Méxco la políitica en materia de seguridad pública; a eso viene William Barr el jueves.
La gobernanza está en riesgo en las otras 31 entidades que no son la Ciudad de México.
Este lunes hubo una reunión en el World Trade Center; fue una reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), con Alfonso Durazo Montaño, secretaro de Seguridad y Protección Ciudadana federal (SSy PC).
Fue desairada la reunión por un alto número de mandatarios locales. Hay desánimo en el tema de la seguridad. Los gobernadores no están conformes con el trato que se les da a las entidades, donde se les exige pero no se les apoya con los niveles mínimos presupuestales.
Algunos analistas como José Ureña, director del diario 24 Horas de la Ciudad de México, señala en su columna de esta martes 14, que ni siquiera Silvano Aureoles, presidente de la Comisión de Seguridad y Justicia de la Conago acudió.
Aunque aún fue acudieron pocos gobernadores, llevaron la opinión de esas otras 31 entidades, sugiere Ureña, porque quizá platicaron entre si.
“El sentimiento es único y lo escucharon representantes del Ejército Mexicano y de la Secretaría de Marina (Semar):”, escribió el analista.
“O nos dan recursos o no nos hagan responsables de la inseguridad… No podemos ser corresponsables sin recursos, sin corporaciones, sin equipo y, peor aún, sin facultades”, escribió en la reseña de esa reunión.
“Hubo una propuesta anexa:”
“Establezcamos nuevos compromisos, un acuerdo, un pacto o como quieran llamarle pero con responsabilidades conjuntas… Porque hasta ahora, aseguran, el dinero no llega o llega muy limitado y sin ninguna posibilidad de calendarización”.
Ha trascendido -se reitera- que a eso viene el jueves William Barr.
Se debe establecer, “con todo respeto”, -para decirlo en el lenguaje del Ciudadano Presidente-, pero… sí van a recular en materia de seguridad pública.
Darle seguimiento al GANS
Es dable señalar, que en la primera visita de William Barr a México, funcionarios de ambos países acordaron fortalecer al Grupo de Alto Nivel de Seguridad (GANS), con el objetivo de combatir a la delincuencia organizada y hacer frente al tráfico de drogas.
El acuerdo para reactivar el GANS -que no GANSO-, se dio en la reunión del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, con el fiscal William Barr, auel 5 de diciembre pasado.
Los funcionarios también acordaron dar seguimiento a los resultados de la cooperación en seguridad a través de dicho grupo, integrado el pasado 27 de agosto pasado.
hch