Ricardo Del Muro / Austral
El sorprendente asesinato de Brian Thompson, director ejecutivo (CEO) de United Healthcare, una de las mayores aseguradoras de salud en Estados Unidos, abatido a tiros el miércoles 4 de diciembre en Manhattan, así como la captura del presunto asesino, un brillante joven univeristario y la difusión de un manifiesto contra las grandes corporaciones, se ha convertido en un fenómeno mediatico y ha sacudido a las cúpulas empresariales estadounidense, obligandolas a plantearse preguntas en torno a su seguridad.
Ante una trama que hace recordar el terrorismo anarquista del siglo XIX, donde las víctimas fueron principalmente monarcas y políticos europeos, además del presidente estadounidense William McKinley en 1901, el manifiesto de Luigi Mangione, presunto asesino de Thompson, ha generado preocupación entre los altos ejecutivos de las empresas corporativas, frente a la posibilidad de que surjan imitadores entre los simpatizantes del homicida en redes sociales.
La empresa de seguridad Global Guardian recibió 70 solictudes de empresas preocupadas por sus ejecutivos en las primeras 36 horas después de que se conoció el asesinato de Thompson, un “aumento enorme”, según declaró Seth Krummrich, coronel retirado del ejército estadounidense y vicepresidente de la empresa, entrevistado por CNN.
El arrestro de Mangione, el pasado lunes, no sólo atrajo la atención mediática, sino que lo convirtió en un fenómeno digital. El manifiesto de tres páginas que llevaba al momento de ser detenido, conocido por los reportes del New York Times, ha sido descrito como una dura crítica al sistema corporativo y, en particular, a la industria de los seguros médicos en Estados Unidos.
Desde los primeros momentos tras el asesinato de Thompson, de acuerdo con la página Wired, se desataron reacciones encontradas en la red, con muchos usuarios ironziando o celebrando de alguna manera lo que se consideró un acto de protesta y resistencia en contra del sistema estadounidense de seguros de enfermedad, y contra United Healthcare en particular, acusada a menudo de preocuparse sólo por el beneficio en detrimento de la legítima indemnización de los enfermos.
La investigación sobre el asesinato de Thompson, inició con la fotografía un joven encapuchado, señalado como el presunto homicida y un mensaje grabado en los casquillos de las balas: “negar”, “defender” y “deponer”, palabras usadas regularmente por las aseguradoras para evitar los reclamos de los pacientes.
Las inscripciones, se informó en una nota del New York Times, recuerdan vagamente el título del libro Delay, Deny, Defend (Retrasar, denegar, defender), un libro de 2010 que llevaba por substítulo “Por qué las compañías de seguros no pagan las reclamaciones y qué puede hacer usted al respecto” y que describe tácticas utilizadas por las aseguradoras para rechazar reclamaciones de los clientes.
Aunque se trató de un ataque premeditado, el descuido del presunto homicida, quien no buscó ocultar su rostro como lo hubiera hecho un sicario profesional, hizo que cobrara fuerza la hipótesis de la venganza. La policía de Nueva York difundió las fotos del sospechoso y cinco días después, el lunes 9 de diciembre, fue detenido Luigi Mangione, un joven de 26 años, en un McDonald´s de la ciudad de Altoona, en Pensilvania, tras ser reconocido por un empleado del restaurante.
Al momento de ser detenido, el presunto asesino tenía en su mochila una pistola “hechiza” para disparar una bala de 9 mm, varias identificaciones falsas y un manifiesto escrito a mano de tres páginas que incluía una denuncia en contra del “injusto” sistema de salud de Estados Unidos.
Más tarde se supo que Mangione no sólo pertenecía a una distinguida familia de Maryland sino que había sido el mejor estudiante de su generación en una prestigiosa escuela de su localidad en Baltimore y después asistió a la Universidad de Pensilvania, donde estudió ciencias de la computación y obtuvo una licenciatura y una maestría.
El informe interno, obtenido por The New York Times, describía partes del manifiesto encontrado, donde Mangione se veía a sí mismo como un héroe que luchaba contra un sector de seguros de salud corrupto.
También CNN reportó que Mangione consideró haber usado una bomba contra Thompson, pero lo descartó porque “podría matar inocentes”, según indica en otra anotación del mismo texto donde declaraba su “animadversión por la América empresarial”.
En ese mismo cuaderno también calificaba la reunión de inversiones de United Healthcare – a la que se dirigía Thompson en el momento del asesinato – como “una convención anual de tacaños parásitos”.
Tras el arresto de Mangione, se crearon campaña en GOFundMe para financiar su defensa legal. Sin embargo, la plataforma las eliminó, citando que sus términos de servicio prohiben recaudar fondos para la defensa legal en casos de delitos violentos. Otras plataformas han tomado posturas similares. Sin embargo, el caso Maglione, sigue acaparando las primeras planas de la prensa internacional. RDM