Anahí García Jáquez
Francia. 1939. Vianne e Isabelle son hermanas, pero sus personalidades tan diferentes y el vivir en ciudades distintas ha provocado que no sean tan cercanas una a la otra. Sin embargo, al acercarse el inicio de un conflicto armado, tendrán que hacer hasta lo imposible por sobrevivir.
El ruiseñor es un trabajo de la escritora estadounidense Kristin Hannah y es, probablemente, el que más éxito le ha traído, ya que ha sabido colocarse entre el gusto del público, además de ser también un favorito de la crítica. La autora sitúa esta historia en el marco de los comienzos de la Segunda Guerra Mundial, suscitándose el conflicto principal en el momento de la ocupación francesa por parte de los alemanes.
Un narrador omnisciente nos presenta a las hermanas Rossignol: Isabelle, quien es la menor y vive sola en Paris, mientras que Vianne, la mayor, está casada con Antoine Mauriac y es madre de Sophie, una niña de 8 años, residiendo todos ellos en el pequeño pueblo de Carriveau. Una es impetuosa y rebelde, y la otra es tranquila y sumisa. Su único punto en común es la pérdida de su madre y el abandono de su padre, veterano de la Primera Guerra Mundial, quien se declaró incapaz de cuidarlas, lo que ha determinado en gran manera sus decisiones y su forma de vida, pero las circunstancias adversas terminan colocándolas en el mismo camino.
Vianne se queda sola con su hija, puesto que su marido es reclutado por el ejército francés y se las tiene que arreglar, ya que se queda sin su empleo como maestra y se ve forzada a alojar soldados alemanes. Isabelle es expulsada de un internado y no le queda más alternativa que mudarse a Carriveau, donde se une a la Resistencia. Es así como la autora nos plantea las situaciones de las dos hermanas, quienes enfrentan de distinta forma esta guerra, pero compartiendo el mismo fin, que es el de mantenerse en pie. El lector encontrará que estas hermanas y las demás personas que las rodean deben salir adelante en medio de la incertidumbre, la pobreza, el hambre y el frío, pues no se ve una solución a corto plazo.
Así mismo, se nos muestra el rol tan trascendental que tienen las mujeres en una guerra como ésta, ya que no sólo cuidan de ellas mismas, sino de sus seres queridos y de otros más cercanos, tendiendo redes de apoyo y cuidado y velando por el bienestar de otros hasta donde les alcancen las capacidades, dando con ello muestras de solidaridad pues se encargan de levantar al caído y sostenerlo para aguantar los embates. Y por el otro lado están las mujeres cuyos esfuerzos no pasan desapercibidos y combaten la ocupación a pesar del riesgo que esto les representa, luchando a brazo partido dentro de sus posibilidades.
Es pues, El ruiseñor, un texto entrañable, a ratos crudo, y conmovedor en gran parte de su trama. Con una duración de casi 600 páginas, la lectura puede llegar a sentirse pesada a ratos pero en lo general, posee un muy buen ritmo. El lector se regocijará pero también llorará, pues le resultará inevitable el involucrarse, no sólo con lo que le sucede a las hermanas Rossignol, sino a los demás personajes cuyas historias abonan al resultado final, pues ilustran a la perfección los alcances de la amistad. Nos encontraremos con seres puestos en una situación limítrofe, en las que sus vidas están en un constante riesgo pero que lo único que desean al final es conservarse íntegros mientras esperan el regreso de los que se han ido al campo de batalla, pues eso significa que la paz está de vuelta.
El ruiseñor. Kristin Hannah. 2015. Editorial Debolsillo.