Yo Campesino / Doblados
• El ultimátum de Trump rindió frutos y el gobierno aflojó ¡Toooodo!
Miguel A, Rocha Valencia
Mientras los cuatroteros continúan festejando la feliz “negociación” realizada por la president(a) con Donald Trump, salen a relucir los verdaderos alcances de lo que concedió México para calmar la presunta aplicación de aranceles a las exportaciones de nuestro país hacia Estados Unidos.
Lo más aparatoso fue el envío de 10 mil soldados a proteger el sur de la frontera con el vecino y hacer la tarea de contención de migrantes, así como la faramalla de evitar el trasiego de drogas, especialmente fentanilo hacia la unión americana.
Luego nos recetaron un avión espía de aquel país que invadió el mar de Cortés o Golfo de California y se llevó toda la información que necesitaba, en tanto que un buque de guerra de Estados Unidos, el Nimitz, atisbaba las costas del Pacífico mexicano.
En la mañanera nos salieron a decir que dichas acciones de Estados Unidos se realizaron en aguas y espacio aéreo internacionales, que no había invasión a nuestra soberanía y no teníamos de que preocuparnos o demandar explicaciones al vecino del norte.
Lo más reciente es que luego de semanas y meses el gobierno mexicano decidió dar marcha atrás la iniciativa contra la siembra de maíz transgénico y se aceptaron los términos del fallo del panel que sobre el grano se abrió luego de que en 2023 nuestro gobierno (el del ganso) dijera que ese grano genéticamente modificado era dañino para la salud humana y animal.
El Panel determinó que el maíz modificado no hacía daño a los humanos y por lo tanto y de acuerdo a las reglas del Tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, podíamos seguir importándolo sin problemas.
Recordemos que de ese maíz se traen a México entre 22 y 25 millones de toneladas anuales. Lo nuevo era que no se peleaba ya el consumo, pero si la siembra del grano porque además de afectar la polinización dañaba los suelos y mantos acuíferos por el uso del glifosato. Por eso la determinación de legislar para que no se cultivara.
Pero más tardó la discusión de semanas en torno al tema que a los pocos días del patriótico y feliz acuerdo de la jefa del Ejecutivo mexicano con el de Estados Unidos, se echara para atrás la propuesta y ahora no existe prohibición legal para la siembra del hibrido con todo y que la semilla sólo sirve para una cosecha y después hay se debe comprar más en tanto que los maíces nacionales sirven para siembras repetitivas.
Es decir, ahora quedamos en manos de Monsanto y asociados no sólo para la importación de los millones de toneladas de maíz transgénico sino también para poder sembrarlo y caer en el negocio redondo de comprarles la semilla modificada y el glifosato con todo lo que ello implica para la economía, la salud y el futuro de las 64 especies de granos nacionales.
Lo “curioso” es que esto ocurre después de la “histórica” victoria de la negociación mexicana ante los ultimátum de Donald Trump con relación a los aranceles para compensar el déficit de ellos en materia comercial que por cierto en su más reciente reporte, alcanza más de 505 mil millones de dólares para México y menos de 400 mil millones para los vecinos, lo cual sin duda hará que el estadunidense vuelva a presionar con eso de los gravámenes.
Por ello es casi seguro que, en unos días, la presión sobre México va a regresar y el número de concesiones al gobierno de Trump va aumentar, aunque claro, como en esta ocasión no se nos va a informar, se dirá que ya hay un buen entendimiento, que rescatamos soberanía e independencia y nos salvamos de un ataúd arancelario.
A pesar de esa falta de información como hoy ocurre, los hechos nos dirán que México, nuestro gobierno hará todo lo que le digan (ordenen) desde allá, pero intentarán ocultarnos lo imposible así que estemos preparados porque las exigencias trumpianas no acaban y “algo” se le va a ocurrir como eso de convertir a la Franja de Gaza en un desarrollo urbanístico-turístico, aunque horas después lo desmentiría dadas las reacciones internacionales y de sus aliados en oriente medio.
Al final de cuentas, el gobierno de la 4T aflojó lo que dijo que no haría y lo continuará haciendo lo mismo por ausencia de talento o como en su momento demostraron en el mandato del ganso, les temblaron las corvas y aceptaron todo lo que se les ordenó, o ¿No?
Por eso insistimos hay que ponerse a trabajar, respetar el marco legal, las instituciones, pero para eso los cuatroteros tendrían que olvidar su soberbia, la borrachera de poder y sobre todo sus deseos de eternizarse en el gobierno. No lo harán, al menos no por las buenas.