Yo Campesino / Nubes negras
- En medio de violencia y caída económica se realizará el fraude electoral
No se usted, pero siento en el ambiente una losa de pesimismo por todo lo que sucede en el país, donde a las malas noticias de ayer, se suman las de hoy sin que surja una buena que nos renueve la esperanza y reavive el optimismo.
Si hay una buena noticia, pero no como las que anuncia el embajador de México en Washington de que, en vez del cinco por ciento, se aplicará el 3.5 a las remesas procedentes de Estados Unidos, le pido de favor que me la haga llegar para levantar el ánimo.
Y es que para el cada vez más ignorante Esteban Moctezuma Barragán es buena noticia que el congreso estadunidense aprobara aplicar un impuesto a los envíos de dinero de nuestros connacionales a pesar de la fallida incursión de un grupo de legisladores mexicanos a la capital del vecino país que al menos se fueron a dar un baño de capitalismo. NO fue el cinco sino el 3.5 por ciento, dijo feliz de improvisado diplomático.
Deberían sentir vergüenza ese embajador y esos legisladores de reconocer que millones de mexicanos dependen de lo que sus padres, hijos o hermanos tienen qué hacer para rescatarlos de la miseria incluso arriesgando la vida y su dignidad de personas.
Porque cada dólar que llega corresponde al esfuerzo de mexicanos que se van ante la falta de oportunidades en su tierra, mismas que debían ofrecerles los gobiernos en turno. Generalmente se van los más pobres o los más desamparados por los sistemas de seguridad y educación de nuestro país.
Y todavía festejamos que llegan de allá 65 mil millones de dólares que vienen a paliar la miseria de quien se quedan y a maquilar las cifras de pobreza existentes en México, donde la limosna no alcanza para sacarlos del estatus de miseria sino por el contrario para mantenerlos ahí, acentuar la dependencia de un papá gobierno el cual busca el agradecimiento y con ello ganar concursos de popularidad que lo mantengan en el poder.
Lo dijo el profeta, los pobres son parte de la estrategia política de la 4T y con ello se refirió a la idea de que los gobiernos pueden utilizar la pobreza como una herramienta para ganar votos y mantenerlos en el poder, en lugar de buscar soluciones reales para mejorar la vida de las personas más vulnerables. Así de cínico el ganso y así de irresponsable la sociedad.
Desde entonces, más de seis años, todo sale mal, no hay una buena noticia y ahora menos, hasta la violencia que era exclusiva del pueblo agradecido o la oposición y la crítica, ya alcanzó a la 4T, esa que fomentó la polarización de los mexicanos y hoy clama unidad en torno q una tragedia similar a la que padecieron familiares de 200 mil asesinados,130 mil desparecidos y decenas de miles de muertos por falta de atención médica, tratamientos o fármacos.
A esa sobra omnipresente de la violencia, se suma la certeza cada vez más concreta de la debacle económica; se pagan los pecados de la compra del agradecimiento popular, del criminal endeudamiento en que incurre el cuatroteísmo para sostenerse en el poder, incluyendo fraudes electorales y financieros.
Los datos no mienten, aunque en palacio nacional tengan “un plan” para cuya realización tendrían qué contar con el apoyo de la sociedad, de los consumidores y de los dueños del dinero que piden al menos, la garantía de un marco legal cierto, independiente y que no obedezca a consignas. Como no lo hay, no habrá inversión.
Por ello, el excesivo pago del servicio de la deuda, la compra de votos y la impericia, no hay luz al final del túnel que cada día se oscurece más pues en vez de “crecer” 0.3 por ciento, la proyección es que no alcanzaremos ni el 0.2 por ciento, pero eso sí, sin declaración de recesión porque a pesar de trimestres consecutivos de retroceso del PIB, para el Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México (¿?) del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas, no existen los elementos suficientes para declarar que estamos en un proceso recesivo. No crecemos, solo estamos débiles.
Por si fuera poco, y en respuesta a la política de Banxico de bajar tasas para favorecer el consumo, la inflación general volvió a reportar un alza por arriba del cuatro por ciento para alcanzar el 4.70, en tanto que la subyacente se fue al 3.97 y con ella todo se encarece.
Así que en palabras de los economistas estamos en un período de contracción y para el año que entra se espera “lento crecimiento”, o sea, nada bueno, eso sin contar los efectos de los aranceles de Donald Trump al que habremos de agradecer el que nos los bajara del 25 al 15 por ciento de algo que no existía como el impuesto a remesas, bueno eso según Moctezuma Barragán, cuyos días en Washington se volvieron a acortar.