Yo Campesino / Más impunidad
• Ganso “olvida” que son los fiscales “carnales” quienes más liberan criminales
*Miguel A. Rocha Valencia*
En la ciudad de México se registra 99.1 por ciento de impunidad en delitos como homicidio doloso, feminicidio y secuestro. Es decir que sólo el 0.9 por ciento de esos ilícitos se castigan y no por culpa de algún juez, sino de la Fiscalía que hoy está a cargo de Ernestina Godoy Ramos, quien aun así pretende reelegirse en el cargo. De acuerdo con el estudio “Hallazgos 2022: evaluación de la Justicia Penal” realizado por México Evalúa, la mayoría de los estados donde se registra 100 por ciento de impunidad en esos ilícitos, son gobernados por Morena, incluyendo la CDMX donde hasta hace unos meses estaba al frente Claudia Sheinbaum.
El análisis realizado de 2017 a 2022 indica que hay 28 entidades que mantuvieron niveles superiores al 90 por ciento de impunidad donde Hidalgo encabeza la lista con el 99.6, Jalisco con 99.5 igual que Colima y CDMX con 99.1 por ciento. Esto es que independientemente de si se detiene o no a presuntos responsables de alguno de los delitos mencionados, el castigo a los mismos es mínimo y no por culpa de jueces sino de las propias fiscalías por falta de investigación o de elementos consignatorios que prueben culpabilidades.
En promedio en el lapso mencionado, México alcanzó un promedio superior al 90 por ciento de impunidad, con lo cual se evidencia que la justicia penal es un mito, ya que por el contrario los niveles de inseguridad se incrementaron. La impunidad en 2021 llegó a niveles de 91.8 por ciento en promedio y en 2022 creció a 96.3 por ciento. Uno de los indicadores más efectivos es que contrario al discurso oficial, el número de asesinatos va en aumento y a la fecha ya se superaron los 168 mil homicidios dolosos, de acuerdo al reporte de TResearch.
Aun así, el ganso insiste en debilitar al poder Judicial rasurándoles presupuesto y eliminándole los fideicomisos de los que se pagan prestaciones y obligaciones laborales al personal, en vez de fortalecerlo simplemente porque no acepta que nadie se le ponga enfrente u opine distinto a lo que él quiere. En todo caso, tendría que enviar reformas para que sea “el pueblo bueno” quien elija a los fiscales incluso al federal y que estos personajes y las estructuras ministeriales no sirvan a los intereses de los gobernadores o presidente en turno.
Porque está probado que en lo referente a la impartición de justicia y la impunidad que crece pues al no castigarse los delitos, estos se vuelven más frecuentes, la parte débil está en las policías ministeriales y los titulares de las fiscalías. Tan es así que de acuerdo al INEGI tienen un rezago de más de tres millones de investigaciones sin resolver.
O tal vez esa sea la idea, debilitar cada vez más a las instituciones impartidoras de justicia, para con ello dar más garantías al crimen organizado de que habrá impunidad, en una política donde la persecución del delito sea para la propaganda, pero al final, dar los abrazos sin castigo a los delincuentes.
Porque curiosamente también de acuerdo con TResearch, el número de fugas en los penales, los feminicidios y las amenazas se incrementaron en todo el país con lo cual el clima de inseguridad aumenta y el número de ciudades donde las percepciones de vulnerabilidad ante el crimen se vuelve certeza.
Si esa fuera la intención, lo están logrando y los instrumentos de impartición de justicia se vuelven herramientas de persecución que en manos de los gobernadores sirven para fines políticos, como usa a la Fiscalía General de la República el mesías tropical contra sus “enemigos” como ocurre con Jesús Murillo Karam cuya verdad histórica no fue desvirtuada y sin embargo permanece en la cárcel a pesar de su edad, enfermedades y sin culpa probada.
Así le pasó a Rosario Robles a quien dejaron en la cárcel más de tres años para que pagara su traición al peje, mientras que Ignacio Ovalle Fernández se regodea en sus oficinas de la secretaría de Gobernación a pesar de ser responsable del atraco por 11 mil millones de pesos Segalmex. Si esa es de la justicia de que habla el Peje en sus mañaneras, van bien. Pero el tema es que, si se caen del poder, mucho de lo que hoy hacen será usado en su contra.