Por: Héctor Calderón Hallal
Incipiente, casi nula justificación tienen aquellos mexicanos que reprochan la actitud de apertura y franca tolerancia, que muestra el gobierno mexicano para con la multicitada y célebre “Caravana de migrantes” centroamericanos, mayoritariamente compuesta de inmigrantes hondureños, que atraviesan en este momento el territorio nacional y que, por cierto, será la primera de alrededor de otros 12 éxodos poblacionales que con las mismas características se anuncia que habrán de suceder.
Y se advierte que no hay justificación, porque somos un pueblo que históricamente no hemos mostrado defensa de nuestros legítimos intereses, ni organizadamente como sociedad ni “representados” por ningún gobierno, en ningún momento de nuestra historia.
Hoy que la actual administración se encuentra inmersa en un proceso de borrar cualquier indicio de ineficiencia o corruptela ante la amenaza de revancha del nuevo gobierno en su inminente arribo, los responsables de las diferentes instancias del Poder Ejecutivo despliegan en la frontera sur auténticas estrategias coreográficas, que como tales no lograrían contener ni a un grupo de lactantes de Guardería.
Renato Sales, el flamante Comisionado Nacional de Seguridad, en una de sus últimas acciones operativas, se apersona a encabezar el operativo de contención de la caravana de migrantes centroamericanos en la estación migratoria de Ciudad Hidalgo y enfundado en un chaleco operativo y portando una onerosa gorra bordada con el logo de la institución que todavía dirige, promete ante todo, respetar los derechos humanos de las personas en tránsito, a quienes materialmente suplica, llevar a cabo los trámites y protocolos correspondientes para ingresar a territorio nacional de manera legal.
Lo anterior, luego de que trasladó a la mitad de su estado de fuerza a un operativo que no justificaba desde el principio tanta presencia policial, máxime que de nada sirvieron las referidas acciones de contención, pues la Caravana a final de cuentas sigue avanzando y la estrategia mediático-cosmética de aparecer declarando tan displicentemente Sales Gutiérrez a los medios, trepado materialmente a la barda fronteriza y prometiendo resultados, resultó ser –como siempre- una vergonzosa pifia que nos plantea de nuevo el viejo dilema de la ineficiencia gubernamental mexicana: O no funcionan nuestras instituciones, ….o de plano, cedemos a la presión estadounidense fingiendo inoperancia para servir a los intereses de la potencia hegemónica septentrional, hoy cuando las ya próximas elecciones intermedias en ese país están aprovechando integralmente la noticia del éxodo centroamericano, como referencia positiva y negativa por parte de ambos bandos electorales, pues demócratas y republicanos toman el suceso como molde para el contraste y la contrarréplica del debate político que allá se desarrolla en estos días de campaña.
Y que entonces de plano, también resulta posible que la estrategia sí sea como parece promoverla el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador, en el marco de esa nueva relación con la región centroamericana, buscando esa especie de Plan Marshall de cooperación y prosperidad con esas naciones y buscando el apoyo de su homólogo estadounidense Donald Trump: López Obrador ha ofrecido trabajo en nuestro país a migrantes centroamericanos; “a quien quiera venir a trabajar en nuestro país va a tener apoyo, una visa de trabajo”; así lo refirió textualmente, dentro de la misma lógica de que para él, “la migración debe darse por gusto en los seres humanos; pues nadie debe estar obligado a emigrar”.
Cabe señalar que actualmente México tiene un sistema de permisos para extranjeros contratados para laborar en el país. Es para todas las nacionalidades y debe renovarse periódicamente. Para el caso específico de los países centroamericanos, se expiden tarjetas de visitantes a trabajadores fronterizos, que les permite entrar y salir del país por la frontera sur durante toda su vigencia. Pero el programa es sólo para Belice y Guatemala. En el caso de Honduras, cuyos nacionales son los que integran en su abrumadora mayoría esta primera Caravana Migratoria hacia los Estados Unidos, estos deben solicitar una visa para ingresar a México, por una valoración que hace la cancillería mexicana para todos los países de conformidad con los niveles de riesgo para la propia nación mexicana.
Bajo el anterior esquema incluso, en el tratamiento para guatemaltecos fundamentalmente, han sido abundantes los casos de grandes núcleos poblacionales de guatemaltecos que poseen simultáneamente la nacionalidad mexicana hay que son desde los años setenta, beneficiarios de los programas asistenciales de los diferentes gobiernos mexicanos, especialmente los que manejaron el discurso de la integración latinoamericana hasta muy entrada la segunda mitad de la década de los ochenta.
Valdría entonces la duda razonable:
Si los grandes éxodos por motivos económicos y no políticos –como es el caso-; cuando obviamente no son artificiales, es decir, que son auténticos, organizados y costeados por los propios individuos interesados en mejorar sus condiciones de vida, se presentan con trayectorias que van desde los países depauperados de origen hacia los países con mejores niveles de vida, entonces por qué esta caravana de migrantes no se dirigió hacia el sur, a países que muestran según el informe más reciente del Banco Mundial en 2017, una renta percápita nacional promedio notablemente superior a la de México, como por ejemplo Costa Rica, con casi 12 mil dólares estadounidenses (USD) , o Panamá, con más de 15 mil (USD) por habitante; frente a los 8.9 mil (USD) por individuo que presenta México en ese mismo 2017.
Y es que la renta percápita nacional, (o PIB percápita nacional) es un indicador económico que mide la relación entre el Producto Nacional de un país y su población; es decir, lo que le aporta expresado en riqueza, cada habitante a su país.
Así entonces también se observan otros indicadores desprendidos de este informe anual del Banco Mundial y que se encuentran en el mismo continente y casi a la misma distancia geográfica de Honduras y Guatemala, como lo están México y los Estados Unidos. Es el caso de Bahamas, con más de 31 mil (USD), Chile, con más de 15 mil (USD) y Argentina con 14.4 mil (USD).
Así, México ocupa el lugar número 44 en un listado de los 50 principales países en este indicador económico, lo que nos demuestra con crudeza que hay más oportunidad de mejorar la calidad de vida en esos otros países que en México, ya sea porque la densidad poblacional es menor y hay más empleo y bien remunerado en aquellos lugares que en nuestro país.
Podría argumentarse entonces para contestar al suscrito, que éste es un asunto de tránsito hacia la principal economía del mundo, que con todo y lo que significa eso, sólo tienen un PIB percápita de 60 mil (USD), frente a los 81 mil (USD) que registra la región administrativa especial de Macao, China; o frente a los 80 mil (USD) que presenta Suiza y los 75 mil (USD) de Noruega.
Lo anterior al final son sólo frías cifras; no dicen nada seguramente…..
Además es un señalamiento de un organismo multinacional que representa los intereses contrarios al afán latinoamericanista, de unir en una sola y compacta nación al agraviado pueblo latinoamericano contra los intereses del saqueo y la sobreexplotación de los países imperialistas…….
En realidad los mexicanos somos ricos y nos sobra el dinero; de otra forma… ¿Cómo hemos permitido sin reniego alguno, pagar tarifas de electricidad y de teléfono 60 por ciento más caras que las de los Estados Unidos y Europa?
¿Cómo que no somos ricos, si pedimos un préstamo a un banco y llegamos a pagar en los años recientes hasta 38 por ciento anual de intereses por lo menos? Esto cuando en Estados Unidos no llega ni al 8 por ciento anual la tasa de interés…..ellos sí deben ser pobres.
Claro que somos ricos los mexicanos, si nos damos el lujo de tener “impuestos de lujo” como el IEPS para productos como el alcohol, cigarros, puro, cerveza, etcétera; que alcanza hasta el 120 por ciento adicional del valor original de cada producto y eso se lo estamos regalando al gobierno para que sus funcionarios no vivan en la fastidiosa “medianía” y puedan comprarse su casita decorosa al final de su gestión y si se puede, pues entren al mundo de las inversiones y de paso, se hagan de su plataformita petrolera por ahí, en algún punto geográfico del Golfo de México.
¿Porqué decir que no somos ricos?….. si nos damos el gran lujo de tener impuestos verdaderamente diseñados para la gente más rica del planeta como el ISR (Impuesto Sobre la Renta, sobre utilidades y sueldos) mismo que pagamos por adelantado, porque nuestro gobierno considera que nadamos sus habitantes en la abundancia y siempre tendremos ventas y utilidades.
¿Cómo que no? Somos ricos, porque también pagamos la gasolina a precios francamente altos, gracias a la existencia de impuestos adicionales al costo del hidrocarburo, que lo triplican y no obstante que vivimos en un país petrolero, por nuestra condición de ricos, pagamos más caro el combustible aquí que con los pobres ciudadanos estadounidenses, que pagan impuestos muy bajos a ese y a otros productos, dada su precaria condición de vida.
Y pagamos el famoso ISAN (Impuesto Sobre Automóviles Nuevos), Impuesto al Activo, Impuesto a los Inventarios, y por décadas nos dimos el gran lujo de tener un Impuesto especial a la tenencia de los coches,que nos representaron miles de pesos(aun sin usarlo), cuando los pobres ciudadanos de países como Estados Unidos sólo pagan 15 dólares anuales por su calca (sticker) ; está también el Impuesto al Hospedaje Hotelero…..y sobre todos esos impuestos, pagamos el IVA (por si fuera poco); si adquirimos un seguro para automóviles, nos cobran entre un 8 y un 10 por ciento anual por ese concepto, mientras que a los pobres estadounidenses, para considerarlos por su situación tan atrasada, les cobran sólo 345 dólares anuales.
Vamos, en México somos un país tan rico, que sólo el 20 por ciento de la población total está considerada población económicamente activa (PEA);….ese lujo, de vivir sin trabajar, sólo nos lo podemos dar los ricos……
Así que, no hay porqué rasgarse las vestiduras; que se vengan grandes núcleos poblacionales al territorio. México siempre ha sido el cuerno sin fin de la abundancia, la tolerancia y la oportunidad. Boquetes y más boquetes le hacemos y no logramos acabárnoslo.
Aquí tiene finalmente Estados Unidos su instrumento negociador de equilibrio para hacerle su chamba extraterritorialmente.
Aquí finalmente encontrará siempre un pueblo hospitalario, lleno de esperanza; con muchos frascos de amor que regalar; con paquetitos de esperanza artesanalmente envueltos; fardos de perdón y canastitas de fé; cajitas de salvación y mucha sabiduría; todos para entregarlos siempre al buen tunante.
Que gran pueblo somos…..no cabe duda.
Que Dios bendiga a México.