DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Durante muchos años la clase política se ha nutrido de personajes que ostentan apellidos ilustres dentro de dicha actividad.
La mayor parte de ellos han asfaltado el camino, aunque ponen algo de esfuerzo personal para alcanzar las metas.
Son conocidos como los hijos de papá y buscan escalar hasta alcanzar el nivel máximo al que llegó su padre.
Hasta ahora Cuauhtémoc Cárdenas es el único hijo de un expresidente que alcanzó la candidatura presidencial, quedándose en el intento.
Miguel Alemán Velasco llegó al final al nivel donde empezó su padre, el gobierno de Veracruz.
Enrique de la Madrid ni siquiera pudo alcanzar la postulación por el partido en que militaba en ese entonces, aunque si consiguió lo que los otros dos no, igualar a su padre como secretario de Estado.
Es cierto que el apellido paterno les ayudó en sus alcances, aunque consiguieron romper el cordón umbilical, tal vez porque sus padres murieron antes que ellos alcanzaran esas etapas.
No sucede lo mismo con dos personajes sumamente cuestionados en la actualidad, los que son manipulados por sus padres, los que han sabido negociar para que sus hijos ocupen las plazas alcanzadas.
Se trata de Alejandro Murat Hinojosa y Miguel Ángel Yunes Márquez, ambos senadores de la república y recién afiliados al partido MORENA, donde el recibimiento no ha sido todo lo agradable que esperaban.
Las carreras de ambos han sido basadas en los acuerdos conseguidos por sus padres, los exgobernadores José Murat Casab y Miguel Ángel Yunes Linares, quienes se han esforzado por sus hijos.
En el caso de Murat Hinojosa, fue su padre el que le consiguió la candidatura al gobierno de Oaxaca, ya que su vástago apenas despuntaba en la actividad pública.
Había sido un opaco diputado federal plurinominal y director del catastro del Estado de México (su entidad natal) antes de llegar a la dirección del INFONAVIT, de la que salió fuertemente cuestionado, investido como candidato al gobierno de Oaxaca, postulado por el PRI.
Su padre le consiguió dicha nominación, cuando presionó fuertemente a los dos alfiles de Enrique Peña Nieto (Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio) con el pago de la factura por haber sido el artífice del Pacto por México.
Murat padre ya había gobernado Oaxaca, donde mantenía cierto control de grupos políticos y se sostuvo como un poder tras el gobierno. Todos los actos de gobierno contaban con su autorización.
José Murat sigue marcando el ritmo de las carreras de sus hijos, Eduardo fue senador en la pasada administración por el Partido Verde y Alejandro lo es por MORENA, partido al que se afilió hace unos días, con la anuencia de su padre.
Miguel Ángel Yunes Márquez es todavía más manipulado por su padre, quien lo llevó de la mano a la senaduría, bajo el condicionamiento de llevarlo a él como suplente, como lo había hecho antes con otras posiciones.
Fue grotesco ver como el padre asumió la posición de senador propietario para evitar que su hijo fuese cuestionado cuando decidió su cambio de bando, para dejar el camino asfaltado a su hijo para dar el brinco a MORENA.
También fue su padre el que negoció con el coordinador de la bancada de MORENA su adhesión a ese grupo, yendo nuevamente a negociar su padre. Llevando a su hijo casi de la mano.
El senador Yunes milita en MORENA, mientras su padre sigue cuestionando su expulsión del PAN y su otro hijo, Fernando se mantiene también dentro de las filas blanquiazules.
Con Murat sucede lo mismo, el padre José continúa siendo priista en receso. El hermano verde y él afiliado a MORENA.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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