Corre, lee y dile
Por Germán Martínez Aceves
Salud y medicina son temas inherentes en la historia de cualquier sociedad, más, cuando se trata de un punto neurálgico para el desarrollo de un país como el Puerto de Veracruz, portal de entrada y salida del mundo.
Documentar más de 500 años de la medicina en el territorio veracruzano es una labor larga y minuciosa. Ese objetivo surgió en la Sociedad de Historia y Filosofía de la Medicina de Veracruz al cumplir el décimo aniversario de su fundación. Un grupo de doctores, encabezados por Federico Roesch Dietlen, decidió hacer un libro, proyecto que inició en 2015 y que ahora ve la luz con el nombre Historia de la medicina en Veracruz.
Homenaje a los médicos e instituciones de salud de nuestra querida ciudad y puerto de Veracruz bajo el sello de la Editorial de la Universidad Veracruzana (UV).
En este plan ambicioso participaron como principales motores, además del Dr. Roesch Dietlen, los doctores Luis Aguilar Padilla, Joel Aguilar Moreno, Rafael Morales Morales y Alicia Imelda Lagunes Sosa.
Si bien existen documentos diversos que dan cuenta de la historia de la medicina en Veracruz, no había, hasta el momento, un texto que los conjuntara todos.
Para ello recurrieron a las Actas de Cabildo de Veracruz, al Archivo General de la Nación, al Archivo General de Veracruz, a la Fototeca Nacional, a la Fototeca de Veracruz “Juan Malpica Mimendi”, a biografías de médicos veracruzanos, entre otras fuentes.
El libro está compuesto por trece capítulos en el que participan ochenta colaboradores para darle forma a esta historia que inicia en la época prehispánica y abarca hasta nuestros días.
La doctora Sara Ladrón de Guevara anota en la presentación: “…se trata de una historia rica, diversa, sumamente humana, como sólo puede serlo una disciplina destinada a atender acaso lo más valioso en y de un ser humano: su salud”.
El capítulo uno habla de la Medicina Prehispánica en la región del Totonacapan donde se ejercía la medicina con un alto grado de eficiencia. Había dos tipos de médicos, unos dedicados a la formación teológica y otros a la parte artesanal.
Tenían un gran concepto de la salud y la enfermedad y podían hacer curaciones gracias al amplio dominio que tenían de las plantas medicinales, también hacían actos que expulsaban a los objetos que causaban la enfermedad, establecían el equilibrio entre el bien y el mal y sanaban los cuerpos.
El capítulo dos trata sobre el Tribunal del Protomedicato. La información la obtuvieron de las actas del Cabildo que están en el Museo Histórico de Veracruz. En ellas está asentado cómo podía ejercerse la medicina de forma ordenada (según los españoles) y certificada por una autoridad médica en la Nueva España. Para ellos la medicina tradicional no era la adecuada y le pidieron al rey emitir la Ordenanza Real de la Corte de Valladolid para la creación del Promedicato en Veracruz a finales del siglo XVI que permitiera la autorización de exámenes médicos, cirujanos y boticarios.
Los capítulos tres y cuatro abarcan el tema de la salud pública en los primeros dos siglos de la Colonia, se describe la actividad de médicos y de forma cronológica se da cuenta de los diferentes hospitales que funcionaron. Si había un auténtico foco rojo en cuestiones de sanidad era el Puerto de Veracruz, la llegada de los españoles significó el encuentro de civilizaciones de diferentes herencias inmunológicas.
Las epidemias encontraron un gran campo de cultivo para la fiebre amarilla, la viruela, el vómito negro, el cólera, la rabia, el paludismo y la tuberculosis. Las acciones de sanidad se desarrollaron y trataron de controlar con las órdenes del Tribunal del Protomedicato, la construcción de hospitales e incluso con la intervención de las órdenes religiosas en la atención de enfermos.
Los capítulos cinco y seis registran los hospitales de aquellas épocas hasta los actuales como: el Fray Juan de Zumárraga o de Juan Paredes; el San Martín de Porres o de San Juan de Ulúa; el de los Pobres o de la Caridad; el San Juan de Montesclaros; el Jesús, María y José; el Real de Nuestra Señora de Loreto; el Real de San Carlos; el de los Santos Reyes o de Nuestra Señora de Belén; el de Beneficencia Española; el Regional de Veracruz; la Unidad Médica de Alta Especialidad; el Naval de Veracruz, el General de Pemex, entre otros.
El capítulo siete habla de la Benemérita Cruz Roja de Veracruz, fundada en el siglo XVII y su amplia historia que comprende la intervención de médicos, enfermeras, socorristas, damas voluntarias y directores.
El capítulo ocho está dedicado a la Facultad de Medicina “Miguel Alemán Valdés” de la UV fundada en 1952, de la que han egresado médicos brillantes que se distinguen a nivel nacional e internacional.
El capítulo nueve expone la importancia del Instituto de Investigaciones Médico-Biológicas de la UV fundado en 1961
Los capítulos diez, once, doce y trece revisan los organismos que han agrupado a los médicos de Veracruz y que han sido la base de la profesionalización y la calidad médica como la Sociedad Médica Veracruzana (1917-1994), la Sociedad Médica de Oriente 1972-1985), la Sociedad Veracruzana de Historia y Filosofía de la Medicina y la Comisión Nacional de Arbitraje Médico en Veracruz que refiere a la asesoría y la rendición de cuentas.
En general, es un libro muy completo que nos da un panorama amplio del desarrollo de la medicina en Veracruz útil tanto para los que estudian el amplio campo médico como para el público en general que podrá conocer esta historiografía realizada con un lenguaje sencillo.
Historia de la medicina en Veracruz, coordinado por Federico Roesch Dietlen, Editorial de la Universidad Veracruzana, 502 páginas, 2024. Para conseguir este libro consulta: