Anahí García Jáquez
Perú. Década de los 50´s. En las instalaciones del Colegio Militar Leoncio Prado ha habido un robo. Un examen de Química se ha perdido y hay que hallar al culpable. Es así que conoceremos a los posibles sospechosos.
La ciudad y los perros es un trabajo (el primero) del escritor peruano naturalizado español Mario Vargas Llosa, galardonado con el Premio Nobel de Literatura, y fue con el que irrumpió en el mundo de las letras hispanoamericanas. El autor sitúa su historia en su país de origen y en una institución que conoció demasiado bien, pues fue alumno de este colegio, y la cuenta de una forma por demás particular: utiliza varios narradores en primera y tercera persona, que son algunos de los estudiantes, la divide en dos partes compuestas cada una de ocho capítulos y la narración da saltos en el tiempo, por lo que no es lineal, siendo el suceso del robo del examen de vital importancia en la trama pero en realidad, no es el inicio.
En este microcosmos convergen jóvenes de diferentes estratos socioeconómicos y bagajes muy diversos, surgiendo amistades y divisiones entre ellos, pero siempre teniendo en mente que no hay de otra más que hacer todo lo que esté en sus manos para sobrevivir, ya que la disciplina del lugar es realmente férrea y no da lugar a comportamientos fuera de la norma. Aunado a ello, está la cuestión del encierro pues están de internos, así que se las tienen que arreglar para hacer más llevadera esta situación. El lugar es manejado con mano dura, causando con ello las constantes rebeliones por parte del estudiantado quienes se resisten a ser convertidos en personas serias, rectas y fieles a la patria. Y es a través de este ambiente que el autor hace una radiografía de la sociedad de su país, puesto que lo que se vive dentro de ese colegio es muy similar a lo que se experimenta en el exterior.
El lector encontrará que la vi0lenci@ que los militares ejercen hacia los estudiantes, es replicada por estos mismos quienes, por más que fueron enviados ahí para ser educados y reformados, están aprendiendo a violentar a los demás y es posible que al salir de ahí, lo sigan poniendo en práctica. Aunado a ello, las diferencias de raza, lugar de origen y posición económica que existen entre los jóvenes se prestan para conductas tales como el machismo, el r@cismo y el clasismo, haciendo aún más difícil la convivencia y convirtiendo esta escuela en una selva, donde sólo los más fuertes podrán mantenerse en pie y donde los débiles serán carne de cañón tanto para los adultos, como para sus mismos compañeros.
La ciudad y los perros no es un libro fácil de leer por varias razones. Una de ellas es la confusión que se genera en el lector debido a la cantidad de narradores y los flashbacks, lo que provoca que por momentos se pierda el hilo y, en el peor de los casos, el interés. Otro motivo es la dureza del texto, pues describe con lujo de detalles los castigos y las humillaciones que sufren los muchachos, haciendo que tenga un tono de crueld@d y resulte desgarradora. Una vez que el lector ha superado todo esto, se encontrará con un libro muy bien engranado que se acomoda de poco en poco y descubrirá que no todo es tan malo en ese internado, pues también allá adentro hay valores como la amistad, el amor, la hermandad y la lealtad, probando con ello que sí puede surgir algo bueno de ese lugar.
La ciudad y los perros. Mario Vargas Llosa. 1963. Editorial Alfaguara.