* Un salario de 15 dólares la hora equivale a 270 pesos, calculado con un tipo de cambio favorable a México. Una jornada de ocho horas serían 2 mil 160 pesos. El gobierno mexicano y muchos empresarios preferirían salirse del TLC antes que aceptar lo que consideran imposible conceder
Gregorio Ortega Molina
¿Puede gobernarse México con base en medidas estrictamente económicas? ¿Se mueven en el mismo plano las exigencias y los compromisos internacionales y las demandas internas? ¿Las fosas clandestinas, los feminicidios, los desaparecidos, la trata, el narcotráfico, son compatibles con un PIB hacia arriba y el buen gobierno? ¿Resulta sano para la convivencia en sociedad vivir en el temor?
Ahora resulta que las negociaciones originales del TLC realizadas durante 1993, llevaron a México a adquirir compromisos que hundieron a los obreros mexicanos en la pobreza y el desánimo, en la violencia y el rencor. Recuerdo lo narrado por Roberto Saviano en Gomorra. Desde entonces debí abrir los ojos y hacerme la pregunta:
¿Por qué un vehículo de marca estadounidense que se arma en México tiene un costo de fabricación -por lo barato de la mano de obra- menor al que de manera idéntica se fabrica en EEUU, pero tienen el mismo valor de venta en el marcado internacional? ¿O no es así? ¿Dónde va a parar esa diferencia? No a las manos de nuestros obreros.
Algún resultado favorable para su economía esperan los negociadores estadounidenses del TLC, al insistir en la reducción de las asimetrías salariales del área automotriz. ¿Puede y debe México empezar a pagar salarios dignos, cuyo beneficio se verá de inmediato en el mercado interno? ¿Está el dilema en la codicia? ¿Afectaría al desarrollo armónico?
Muchos analistas así lo consideren, pero en lo personal no creo que se convierta -la reducción de las asimetrías salariales- en un obstáculo insuperable en la renegociación del TLC, aunque el momento político para México sea malo. Los trabajadores de la industria automotriz continuarán igual.
El residente temporal en la Casa Blanca propone que se incluya una regla en este tema, por la cual México incorporaría como contenido regional un salario mínimo de 15 dólares la hora.
Enrique Galván Ochoa sostiene: “Como sabemos, el (salario mínimo) mexicano es el más bajo del mundo y, en la práctica, es un subsidio del gobierno al sector empresarial. Según la firma Trading Economics, el salario nominal en la industria de manufacturas en México es de 2.3 dólares la hora, mientras en Estados Unidos y Canadá es de 21.34 y 25.96, respectivamente. La propuesta de Trump ya está en manos del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. Un salario de 15 dólares la hora equivale a 270 pesos, calculado con un tipo de cambio de 18 pesos. Una jornada de ocho horas serían 2 mil 160 pesos. El gobierno mexicano y muchos empresarios preferirían salirse del TLC antes que aceptar algo imposible de conceder”.
¿Dónde, entonces, el beneficio del TLC para que México crezca y los mexicanos alcancen una vida decorosa, por digna? William Clinton dijo que la economía mexicana requiere de la reactivación del mercado interno, pero aquí parecen no comprenderlo. Sí, este convenio logrado por Carlos Salinas de Gortari es benéfico, pero sólo para algunos sectores, para muy pocos mexicanos, que continuamente reducen su optimismo, pero no su rencor social.
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