* Aquí nuestros audaces, sibilinos y <<desinteresados>> gobernantes se pliegan a lo dicho por el mensajero del desastre económico. Por lo pronto no habrá aranceles para México, pero de esta nación se espera un TLC renegociado a modo de los intereses regionales y de seguridad interna de Estados Unidos
Gregorio Ortega Molina
El problema con los políticos de hoy -los que mandan y aquellos que aspiran a hacerlo- radica en que perdieron toda noción del humanismo y su significado en el ejercicio del poder y en la vida en sociedad.
La acumulación de riqueza acota y determina su idea de cómo ha de ser el mundo. Nada les interesa más que olvidarse de la historia y descreer de los antecedentes que avisan de la catástrofe, del despeñadero de la decadencia. En Algo va mal Tony Judt advierte de las trágicas consecuencias de la primera globalización impulsada por la Revolución Industrial: el conflicto se dirimió en las trincheras entre 1914 y 1918, y el diálogo fue sustituido por el gas mostaza.
Aquí nuestros audaces, sibilinos y <<desinteresados>> gobernantes se pliegan a lo dicho por el mensajero del desastre económico. Por lo pronto no habrá aranceles para México, pero de esta nación se espera un TLC renegociado a modo de los intereses regionales y de seguridad interna de Estados Unidos, y una obsecuencia política que perjudicará todavía más a los mexicanos de a pie, que facilitará el encono entre clases sociales, y las posibilidades de una rebelión desproporcionada, por estar encubierta en la guerra entre cárteles, para no hablar de conflagración civil, del tigre suelto hace al menos 11 años.
Donald Trump, a twitazos, reconceptúa el monroísmo y aspira a reordenar económicamente al mundo, cuando lo único cierto es que precipita la decadencia de Occidente y ensancha las posibilidades de que se establezca un largo período hegemónico para Oriente, encabezado por China.
Toda la anterior disquisición se deduce del errático comportamiento del presidente Trump y de la lectura de Réquiem por el sueño americano, los diez principios de la concentración de la riqueza y el poder, ensayo en el que Noam Chomsky toma de Jacob S. Hacker y Nate Loewentheil lo siguiente:
A medida que el dinero se vuelve más importante en política y los intereses empresariales se vuelven más organizados, los grupos empresariales y los ricos han adquirido un inmenso poder en comparación con la clase media, lo que permite a estos vencedores económicos crear y reforzar sus beneficios modelando las políticas gubernamentales, en lugar de innovar el mercado. Estas actividades empobrecen al resto del país y debilitan nuestro sistema político…
Chomsky redondea el mensaje en sus propias palabras: … la concentración de la riqueza lleva a la concentración del poder político, sobre todo a medida que se dispara el costo de las campañas electorales.
El rápido aumento de las posibilidades de comprar las elecciones está destrozando el sistema democrático…”.
Quizá ahora podamos intuir a qué vino realmente Jared Kushner.
Semana mayor
En un empeño por recuperar tradiciones familiares y valores heredados, festejaré los días <<santos>> como lo aprendí con mi abuela Cleofás y mis tías solteronas. Encierro y meditación en silencio entre el 25 de marzo y el 1° de abril. Nos reencontramos el lunes 2, con una larga reflexión sobre La Revolución inconclusa, la filosofía de Emilio Uranga, artífice oculto del PRI, ensayo de José Manuel Cuéllar Moreno, cuya lectura nos obliga al replanteamiento del discurso político y social de los últimos cien años.
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