* Después de la explosión (¿accidental?) de Pajaritos, ahora nos dicen que Pemex, la joya de la corona, está dada al queso, pues la refinería de Salamanca cierra parcialmente, por la sencilla razón de que carece de insumos para producir
Gregorio Ortega Molina
Cuando fui niño hablar de Pemex era regodearse en la riqueza nacional y el proyecto de la Revolución (todavía considerada triunfante). Surgieron mitos, se fomentaron leyendas urbanas, como esa que refería a Johnny Pemex. Hubo paradigmas, unos antes: Poza Rica, otros en la cúspide de la soberbia de la administración de la abundancia: el pozo Ixtoc y su producción que se negaba a agotarse.
Su ampliaron y diversificaron las refinerías, se construyeron otras y se iniciaron nuevos proyectos petroquímicos. Se edificó la Torre de Pemex, se sustituyó la renta de buques tanque por barcos propios, y de una manera definitiva al deshacerse de Joaquín Hernán Galicia, “La Quina”, fingieron sacudirse el costo económico y político del sindicato.
Después de la explosión (¿accidental?) de Pajaritos, ahora nos dicen que Pemex, la joya de la corona, está dada al queso, pues la refinería de Salamanca cierra parcialmente, por la sencilla razón de que carece de insumos para producir.
La noticia es puntual: “Por falta de recursos para adquirir insumos que le permitan su normal operación, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha determinado cerrar cinco plantas de la Refinería Ingeniero Antonio M. Amor, ubicada en Salamanca, Guanajuato”.
De la noticia dada por La Jornada, nos enteramos que fue a través de oficio enviado el pasado 7 de octubre que el superintendente general de operaciones de la empresa, Juan Armando Pérez Hernández, informó a los ingenieros que se pararían actividades en las cinco plantas, porque dejó de haber dinero para realizar órdenes de compra de los insumos básicos: sosa cáustica, ácido sulfúrico y aceite ISO-150.
El oficio señala un paro seguro de unidades inmediato en las plantas LD, U-1, U-2, U-3 y U-6 RD, y establece que por los mismos motivos saldrán de operación en los próximos días las plantas HDS-2, RR-2, CCR-2, LB, y RCC isomerización.
La refinería de Salamanca (con capacidad de procesar 25 mil barriles al día) produjo las gasolinas Pemex Premiun y Magna Ultra Bajo Azufre (UBA), Pemex Diesel y Diesel UBA, Turbosina y asfalto Pemex, entre otros, y es la principal surtidora de combustibles en Michoacán, que hace poco se vio en un serio desabasto en alrededor de 17 municipios, indican los comunicados y notas informativos.
Y pienso, ¿por qué tanto asalto a trenes que transportan alimentos, precisamente en Guanajuato? Hay hambre, como consecuencia del desempleo, y al cerrar la refinería de Salamanca parcialmente, comprendemos que lo que allí sucede, también ocurre en México todo.
El futuro del presidencialismo tiene su espejo fiel en la refinería de Salamanca. El cierre es parcial, y sólo volverá a funcionar cuando los dueños o socios mayoritarios sean extranjeros, y la mayoría de los mexicanos, jodida, como de costumbre.