Horizonte de los eventos.
Ha llegado una hora nueva para Sonora. Una hora que muchos esperamos ya, con la esperanza marchita, por sabiduría empírica, y para que ninguno de los que vienen, tenga qué dejar nuestra tierra.
Especialmente, los que por revanchas de otras generaciones, incluso nuestras de hace décadas, seguramente por cosas que ya no existen, los detentores del poder, han sabido cerrarnos Sonora, por mucho más de 30 años ¡estamos fuera de nuestra tierra! Vea eso Durazo, esto es de antes de usted y de mí.
Sonora ha sido gobernada por una clase cerrada, subdesarrollada, analfabeta funcional de riquillos y ricotes que se han quedado con el estado, viendo en él, no más que un usufructo de riqueza y servidumbre, que pretenden por derecho ius sanguinis -quizás en la intimidad, entre algunos de ellos, aleguen incluso, el derecho divino.
Han cerrado entre ellos un grupo, que ha sabido mejor integrarse y dominar la región ¡el estado!
Crearon un sistema de “rotación periódica” del poder, alternando a la gubernatura, el resto de los puestos. Colaborando entre ellos, para con el abuso del poder y monopolizar cada uno de los segmentos que dominan de los mercados de Sonora: financiero, agrícola, inmobiliario, departamental, etcétera.
Es muy fácil revisar los gabinetes de 1930 para acá, para ver claramente, cuan abundante es la confirmación de lo que señalo: 9 décadas ¡Claro que sí!
Abramos una página de estas décadas: diciembre de 1972, el destape de Carlos Armando Biebrich Torres para gobernador, fue el primer caso desde la revolución, desde los gobernadores Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta Marcor, hacia 1916, que por fin llegó un candidato cuyos apoyos, no tenían nada qué ver con la oligarquía colonial de Sonora.
Con él llegó una generación también del pueblo. El talento del joven gobernador, pronto lo vinculó -a él y su equipo- a los grupos aspirantes a la Presidencia de la República -aspiración que venía estructurándose desde el sexenio de Díaz Ordaz-, a la sucesión de Luis Echeverría Álvarez, con quien la jugó el entonces grupo Sonora, encabezados por Biebrich y la Diputación sonorense, que tuvo al frente al Dip. Oquita Y Meléndrez.
La lucha fue cruenta, por el otro bando, el Pacto de Ocampo, encabezados bicéfalamente por Gómez Villanueva y Porfirio Muñoz Ledo. Rovirosa Wade y casi la totalidad de los pesos completos nacionales: todos contra Mario Moya Palencia -quizá no me equivoque, acaso el más talentoso de todos.
Se dijo entonces que la punta de lanza de Moya, era Biebrich. Muy probablemente tenían razón, pues las huestes de Augusto fueron sobre él, no sobre el secretario de Gobernación, que apenas a dos años de gobernador y 35 de edad, fue obligado a renunciar -tengo qué decir, obligadamente- o LEA desaparecería los Poderes en Sonora.
Hubo balazos y muertos. Las cabezas nunca dieron la cara, ni aun cuando Oquita Y Meléndrez les buscó y citó. Pero ello fue deleite para la anterior clase gobernante de los “ellos”, que de todas maneras no buscaron la gubernatura sustituta, pues ello implicaba enfrentar a los que ya los habían vencido.
Biebrich huyó, bajo la premisa de no reconocer el gobierno de Echeverría y en consecuencia, al que no se entregaría. Quedó mi padre al frente del MOCISÓN (Movimiento Cívico Sonorense), hasta que el 76 terminó la legislatura, “platicó con el Sistema” y aceptó salir y acabar con ese alboroto, generando en el estado pocos espacios para otros muy pocos “MOCISONES”.
Salir del Estado de Sonora para siempre, a los 40 y poquitos, para siempre (según acordó con el “Sistema”) y ciertamente, volvió en cenizas a la Capilla de la Santísima Trinidad, de Hermosillo, 42 años después, como él mismo lo deseó, donde descansa.
En tanto que dos sonorenses idos a la ciudad de México, por décadas -como Durazo-, cada uno a luchas distintas (uno comunista, con un lugar en el sindicalismo mexicano, que sin embargo, es recordado por ser el obsesivo persecutor de la Sra. Biebrich, mi madrina, Socorro Gándara de Biebrich, y el otro, operador de los constructores de México, desde la SCT), permitieron el reacomodo de los grupos ricos de Sonora, “ellos”, trabajando primero para Carrillo Marcor y después para el Ing. Felix Valdés, quienes sirvieron para enterrar a Biebrich, por lo que a Sonora respecta y mantener fuera del estado a Oquita Y Meléndrez, y el segundo, de paso, entregar el poder a las mismas familias de ricos que Biebrich, por fin había desplazado: los empresarios a la empresa y los políticos a la política.
Hijos y descendientes hasta hoy detentan el Poder: Ese es el reto de Durazo, el que afirmó extinguir.
Después de Felix Valdés, regresó un sonorense tan shingón, que sin ser rico, el cerrado círculo de Sonora abrió las puertas. Un sonorense que todavía es respetado a nivel federal y seguido de muy cerquita, Manlio Fabio Beltrones, por el poder de su peso específico.
Pronto fue integrado al clan oligárquico y ciertamente ya tiene una silla con su propio sello biotrascendente en Sonora. Pese a que lo siguen viendo con desconfianza, pudo integrar a su familia, de tal forma que su hija es actualmente senadora.
Se puede decir que Manlio como gobernador, trabajó muy eficientemente por Sonora, sólo que a la hora de la distribución del ingreso, el Sonora desfavorecido, siguió esperando turno.
De ahí para acá, Sonora ha ido cuesta abajo. Gobiernos veamos: López Nogales, nada brillante, sino amigo de Luis Donaldo, una primera viuda de Colosio que dejó en muy mal representación, la memoria de su amigo.
Ahora sí, los ricos recuperaron el Poder con todo vigor, Eduardo Bours, profesionista destacado, heredero de una familia notable en la riqueza como en el saber: bien debe decirse que aportaron nombre y talento en la construcción de la Sonora moderna, estudiable y envidiable, de renombre en los 70’as.
Hizo un buen gobierno, postergando el turno a la pobreza, como si aquella aportación de sus ancestros, debieran cobrarla y con una soberbia de fama e insensible, que hubiera pasado a la historia como un buen gobernador, a no ser por la tragedia de la Guardería ABC, que evidenció la concentración de las concesiones públicas a sus familiares y que el pueblo de Sonora quizá hubiera ignorado, a no ser porque se descubrió que los favorecidos además, abusaron tanto de los privilegios, que tan mal acostumbrados, se sintieron sin la obligación de cumplir con las normas legales aplicables y cuando vino la tragedia, aquello que la norma trató de prever, ante el incumplimiento, nada pudo contenerse y muchas otras irregularidades e irresponsabilidades que ya he comentado mucho, salieron a flote: esa es su memoria, la del gobernador que dejó morir, por negligente e incumplimiento del mandato legal, como confirmó la Corte, recientemente por segunda ocasión.
El pueblo de Sonora reventó y sacó al PRI del Poder, ignorando el pueblo, que la alternativa electoral era producto de la misma oligarquía y Padrés llegó al gobierno y fue mucha más insensato y rata que nadie. Sí, su memoria circundará la desviación de uno de los dos únicos ríos del estado, a su rancho ¡Sí señor!
También construyó una gran presa en su rancho ¿creería que nadie se enteraría o de veras creería que el estado se lo debía al Güero y a Nachito Elías y que él, como heredero, tenía derecho a cobrar?
Pero la cereza de su pastel es el numeroso lote de expedientes de niños extraviados, cuya claridad yace en el olvido, toda vez que la gobernadora actual, si no me equivoco, se refirió al particular al inicio de su gobierno y es fecha que no retoma el tema ni da respuesta a ninguna de las madres a las que les arrebataron (así, arrancaron de sus brazos) a sus hijos cuyo destino se ignora: sí, señor ¡tráfico de niños o de órganos!
¡Ese es el reto de seguridad y justicia que aspiramos los sonorenses alcanzar! Los delincuentes son bandas que deben pagar por sus delitos. Pero los hechos mencionados, además de perversos, son traidores los victimarios, pues lo hicieron al amparo de poder público que el pueblo les confió.
Los mineros de Cananea, que siguen sin cobrar la liquidación por la venta de la Compañía Minera de Cananea a Grupo México ¡de 1989! Quién es el responsable, yo creí que Napoleón y lo denuncié porque recibió y se adjudicó el pago destinado a la liquidación. Lo cierto es que Larrea tampoco le pagó a los verdaderos acreedores, como lo ordenó la Corte. Cronológicamente es el primer responsable… y sigue invirtiendo en Sonora ¿Por qué no, verdad?
La contaminación del río, por Grupo México, aunque quizás algún operador del sindicato le hizo esa travesura a Germán -sin importarle una buena chin… Sonora.
El discurso del Ing. Durazo reveló un hombre con vigor, un político inédito, que me hizo recordar al joven treintañero que vi operar en la antesala de Colosio, un hombre del Presidente, cuando había poder. Creo con certidumbre que Durazo ejerció mucho más y tenía mucho más poder que cuando fue secretario.
Esta comprometido con la 4T, con el Presidente y afirma claramente que lo está con Sonora. Que acabará con ese régimen colonial que arriba describí.
Coincido que habló el hartazgo del pueblo sonorense y creyó en él.
Creyó en él para realizar una hazaña colectiva aun mayor a la de su triunfo: el cambio verdadero en nuestro estado.
Celebro su triunfo por el triunfo del pueblo de Sonora.
No le deseo un buen gobierno.
Le deseo traiga por fin justicia a nuestros hermanos sonorenses marginados y que lo que los gobiernos anteriores les negaron, el Ing. Durazo, se los de.