CIUDAD DE MÉXICO, 25 de julio (AlmomentoMX).- Las propuestas del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, en materia de autosuficiencia alimentaria contrastan con las políticas aplicadas durante décadas muy negras padecidas por los pueblos indígenas y los campesinos, aseveró la doctora Gisela Espinosa Damián, profesora-investigadora de la Unidad Xochimilco de la UAM.
Esto “significa un giro significativo en las gestiones de los últimos 36 años, después de que el sistema mexicano agroalimentario se propusiera una acción similar en 1982”, sostuvo la académica del Departamento de Producción Económica en el Debate radiofónico ¿Y después del 1 de julio qué sigue? Diálogos frente a la alternancia, transmitido por UAM Radio 94.1 FM.
Este sector ha quebrado a consecuencia de ello, ya que se privilegió un modelo en el que el agronegocio de exportación –flores, frutas u hortalizas– es el único que ha prosperado, no así para la mayoría de los productores afectados en sus actividades económicas, lo que ha provocado un proceso migratorio masivo.
Este proyecto sería uno de los más relevantes de la próxima administración que establece la no afectación de los recursos naturales de los territorios donde habitan pueblos indígenas y “en un tiempo en el que se ha intensificado el otorgamiento de concesiones se abren muchas perspectivas no sólo de producción sino también de empleo y justicia social, lo cual podría modificar el escenario rural de manera positiva”, puntualizó.
En la mesa Campesinado, pueblos indígenas y la política nacional, la doctora Graciela Carrillo González, docente del Departamento de Producción Económica de la misma sede universitaria, lamentó que el uso intensivo de tecnologías en los cultivos –transgénicos o agroquímicos– ha repercutido en el deterioro de los suelos, la contaminación del agua y el aumento de accidentes de empresas mineras y agroindustriales.
Ante ello refirió que sólo se han emprendido acciones aisladas que en realidad no combaten la problemática a profundidad, “me parece que la gran oportunidad en este nuevo periodo es la de fortalecer aquellas áreas estratégicas. Hay, por ejemplo, iniciativas en la Unión Europea y las naciones asiáticos conocida como la economía circular dirigida a fortalecer la economía local que deberían replicarse en el país”.
La minimización de los impactos ambientales, la recuperación de residuos y la reducción del consumo de recursos naturales vírgenes deberían ocupar los principales ejes de trabajo con el fin de hacer un uso más amigable del ambiente, apuntó Carrillo González en la emisión que contó con la conducción de los doctores Angélica Buendía Espinosa y Roberto Escorcia Romo, jefa del Departamento de Producción Económica y coordinador del Posgrado en Ciencias Económicas, respectivamente.
El doctor Carlos Rodríguez Wallenius, docente de la misma instancia académica de ese campus, sostuvo que las concesiones entregadas a empresas privadas son agravios en contra del campo mexicano, ya que los campesinos son los más afectados desde el inicio de las políticas neoliberales; “se ha construido una agenda para guiar la transformación con base en sus necesidades por lo que si la gente y las organizaciones se expresan será lo más enriquecedor del nuevo proceso de cambio”.
La autonomía es uno de los valores centrales de aquellas comunidades en la toma de decisiones sobre lo que sucede en su territorio o entorno inmediato y resulta “clave para comprender varias de sus luchas con las que han podido rearticularse de manera sustentable, además de que sus cooperativas sobresalen por el uso de ecotecnias cuya organización familiar es más eficiente en términos ecológicos.
“El propio movimiento social indígena y campesino contiene elementos que podrían ayudar a trazar las políticas nacionales, por otro lado, la soberanía alimentaria debe concebirse como un proceso de resarcimiento del país y servir para hacer un diagnóstico a fondo y preparar nuevas formas de producción en consonancia con las tradiciones de los pueblos, como la milpa”, manifestó.
El doctor Luciano Concheiro Bórquez, profesor-investigador de la Unidad Xochimilco de la UAM, mencionó que el distanciamiento entre el virtual ganador de la presidencia de México y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), movimiento emblemático de la lucha indígena en el país, podría ser sano y “ayudaría a incorporar las partes críticas de nuestra sociedad”.
“La historia nos dice que en 1994 se dio paso a una nueva etapa de la cual surgieron los cambios actuales, algunos lo han llamado una revolución y Andrés Manuel le llama la cuarta transformación que está relacionada con el apoyo que en el mundo rural recibió”.
Resulta interesante saber que en las pasadas elecciones Peña Nieto tuvo 43.4 por ciento de votación de ese sector y López Obrador sólo 27 por ciento, ahora votó por Obrador más de 40 por ciento de ese sector, es decir, 8.7 millones”, enfatizó.
Después de los resultados electorales el apoyo aumentó a más de 75 por ciento, es decir, “estamos hablando de una fuerte expectativa de cambio, ya que esa gente está esperando obtener resultados, mientras el EZLN ha emitido un mensaje general de negatividad al comunicar a esas mismas personas que el sistema capitalista seguirá prevaleciendo”.
Lo cierto es que lo indígena ha dejado de ser asunto de una oficina o una comisión y ahora se va a someter a toda una consulta previa e informada de cómo debería ser la institucionalidad en un Estado como el mexicano para reconocer verdaderamente los derechos de los pueblos originarios, concluyó.
AM.MX/fm
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