Ricardo Del Muro / Austral
En la celebración de la famosa Batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862, generalmente se menciona al general José Pantaleón Domínguez Román como el héroe chiapaneco que encabezó a los 550 hombres que atravesaron la mitad del territorio nacional para apoyar al Ejército mexicano, comandado por el general Ignacio Zaragoza, que logró derrotar a los invasores franceses.
Sin embargo, los periódicos de la época, consultados por el cronista José Luis Castro Aguilar (qpd) y el relato histórico de Ángel M. Corzo, titulado “Los cuentos del abuelo” (1946), señalan que el entonces coronel Domínguez salió de Chiapas el 30 de mayo de 1862, 25 días después de que las armas nacionales se habían cubierto de gloria.
Ciertamente, el coronel Domínguez y alrededor de 600 chiapanecos, entre guardias nacionales y voluntarios, lucharon en defensa de la patria contra el invasor francés, pero lo hicieron en el Sitio de Puebla de 1863.
En Puebla existe una placa de agradecimiento a la participación de los chiapanecos que dice: en el Sitio de Puebla, 1863. Sin embargo, en Comitán, hay un busto del militar cuya placa señala: “General José Pantaleón Domínguez, héroe de la Batalla del 5 de mayo de 1862”.
Las narrativas históricas, de acuerdo a la teoría de Hayden White, son “ficciones verbales cuyos contenidos son tanto inventados como encontrados y cuyas formas tienen más en común con sus homólogas en la literatura que con las de las ciencias” (White, 2003,109), que, en el caso de la epopeya del general
Domínguez podría tratarse de un error en la narrativa histórica oficial.
En las pláticas del abuelo, se dice: “Corría el año de 1862. Nuestra Patria se hallaba invadida por los ejércitos franceses, el Gobernador Nacional había solicitado ayuda a los de los Estados para pelear contra la intervención. El Gobierno de Chiapas, entonces formó un batallón compuesto de 550 hombres que salieron de Chiapa de Corzo el 30 de mayo de 1862. Caminaron a pie la distancia que separa la ciudad de Puebla, de Chiapa de Corzo, más de 400 leguas, por sendas intransitables y difíciles”.
El coronel José Pantaleón Domínguez fue el comandante. “Se cuenta que fueron indescriptibles las fatigas y sufrimientos que pasaron los chiapanecos en esta travesía célebre. Y tiene gran importancia este hecho, porque fue como si se hubiera sellado el pacto de anexión firmado en 1824, con la sangre de nuestros antepasados”, escribió el maestro Corzo.
Después de recorrer 900 kilómetros a pie, llegó la mitad del contingente a la ciudad de Tehuacán. Los recibió el general Zaragoza y los destinó a unirse a las tropas que fortificaban la ciudad de Puebla.
El grupo fue reforzado por 400 chiapanecos más, comandados por José Manuel Gamboa, indica una carta que el gobernador Ángel Albino Corzo envió al presidente Benito Juárez. Así se narra en el texto “Batallón Chiapas: 1862 – 1863”, de Fernán Pavía Farrera y Alba Patricia Cabrera Bezares.
El llamado Sitio de Puebla duró 62 días, del 16 de marzo al 17 de mayo de 1863, y el mando del Ejército de Oriente estuvo a cargo del general zacatecano Jesús González Ortega, quien sustituyó al general Zaragoza, fallecido el 5 de septiembre de 1862.
La batalla se convirtió en una cruenta lucha calle por calle, casa por casa. Finalmente, tras dos meses de férrea y heroica resistencia, se ordenó la rendición el 17 de mayo. De los 21 mil soldados mexicanos que integraban el Ejército de Oriente sólo quedaron 10 mil que fueron hechos prisioneros y trasladados a Veracruz para embarcarlos a Francia y La Martinica.
Sin embargo, en el viaje al puerto se fugaron nueve generales, entre ellos González Ortega, Miguel Negrete y Porfirio Díaz, además de varios oficiales, como los coroneles Mariano Escobedo y José Pantaleón Domínguez.
Las fuerzas francesas entraron a una Puebla desolada y en ruinas el 19 de mayo de 1863. Sin oposición avanzaron a la Ciudad de México, a donde llegaron por el oriente el 10 de junio, mientras que por el poniente salió el presidente Benito Juárez con toda su comitiva de gobierno con rumbo a San Luis Potosí, donde inició su peregrinaje por el norte del país, hasta el triunfo de los republicanos en mayo de 1867.
El general Porfirio Díaz al asumir la reorganización del Ejército de Oriente, desde Oaxaca designó al coronel José Pantaleón Domínguez como gobernador y comandante militar de Chiapas, cargo que ocupó hasta 1875, cuando el mismo Díaz lo destituyó. Ya para entonces, el general Domínguez en 1873 había sido declarado Benemérito del estado de Chiapas por el VIII Congreso Constitucional del Estado, por sus aportaciones a la causa liberal en la época de la intervención francesa. Este destacado militar falleció el 8 de febrero de 1894 y sus restos reposan en el panteón municipal de Comitán. RDM