Ni toda la “buena voluntad” de los encuestadores oficiales alcanza para tapar siquiera un pedazo de la terca realidad. “Lo que natura non da, Salamanca non presta”. Las encuestas no pueden sustituir a la evidencia.
Y es que por más que quisieron repetir el numerito de siempre, para alabar al Gerifalte en turno, hoy “la vuelta” no le resultó a Ulises Beltrán, pues tuvo que reconocer que, por más que infle a su “valedor”, éste no da la talla. Que como aquel personaje del viejo anuncio comercial, “se hace chiquito”.
No hay control gubernamental sobre lo que pasa en el país, dice que contestaron los entrevistados, también que hay un pésimo manejo económico, y cuando se pregunta qué es lo mejor que Enrique Peña Nieto ha hecho hasta ahora, la respuesta de la mayoría de los entrevistados es contundente: “Nada”. Y cuando se pregunta a los ciudadanos qué es lo peor que ha hecho, la respuesta de la mayoría es igualmente reveladora: las reformas en general y particularmente la privatización del sector energético.
Por eso, quizá, Ulises Beltrán tuvo que compensarlo con “pero se aprecia la construcción de carreteras” (aunque éstas sean herencia del fallido calderonato).
Mal, muy mal deben andar las cosas, cuando hasta los de casa “apedrean el rancho”, ¿no cree usted?
NUEVA COMALADA DE PRESTANOMBRES
En el desfile de grandes empresarios de la reducida clase pudiente mexicana, todos quieren ver a una nueva generación de capitanes de negocios, más audaces e inteligentes que los que no pudieron con la industria textilera o con los bancos reprivatizados y fueron arrasados por el TLC o por las financieras internacionales.
Los voceros muy oficiales se empeñan en que creamos en una nueva oleada de magnates criollos que van a competir, en las licitaciones de la “ronda uno” contra los tiburones del viejo y productivo negocio petrolero, en beneficio de una mejor distribución del negocio y de los dividendos para bien de México. ¡Pamplinas!
La pelea de los “guantes de oro” del establo criollo no es para que, de un día para otro, demuestren que desarrollaron mejores técnicas de exploración y producción que las transnacionales, con más de cien años de experiencia e inversión. ¿Quién es el ingenuo que puede tragarse esas ruedas de molino?
¡No señor, por ahí no va! La pelea es para ver a quién le adjudican los mejores campos, los más ubérrimos una vez en las alforjas, correr a ofrecerlos al mejor postor internacional, a cambio de algunos sectores de servicios que les dejen.
El nombre del juego es “cachuchazo”. Se trata de ganar el campeonato de los mejores testaferros. Es una vil competencia de prestanombres, en abierta lid para coyotear en beneficio de las seis o siete “grandes” que hace mucho ya están aquí haciendo lo que no sabe hacer Pemex.
Es más, no sólo están ya aquí… ¡nunca se fueron! No es gratis que el INEGI registre desde hace tiempo (dos años) una curva constantemente decreciente de la Inversión Extranjera Directa (IED) que, a querer o no, ¡descubre todo el pastel!
Las cuentas no checan. ¡Ni cuadran!
SUEÑAN CON LA INVERSIÓN EXTRANJERA
Y para que vea usted cómo es que –como dicen en el rancho: “con la pena, comadrita”– las cuentas de los querubines petroleros siguen sin cuadrar, mandan a decir a los dos periódicos más respetados en el tema financiero cosas que ni los que pagan las notas entienden.
Por un lado, el financiero más viejo titula la “de ocho” con: récord de inversiones foráneas en acciones. Y el que le sigue en antigüedad cabecea: flujo de capitales a México creció 312%. ¡Como que les dolió mucho que el INEGI informara el fin de semana que la inversión extranjera directa estaba a punto de desaparecer!
Se trata de la misma tendencia: los periódicos financieros hablan de la llegada de inversión histórica (primer trimestre, 34 mmd) a valores emitidos por el sector privado. Le faltó el “bigote” para llamarlo capital “golondrino”.
Mientras, los ñoños de partidos políticos afines, hablan de que nos sorprenderemos de ver que llegarán “por las reformas energéticas”, ¡50 mmd, de aquí al 2018!
No han hecho bien las cuentas o no se saben las tablas aritméticas. Esa cantidad corresponde a… menos del diez por ciento del presupuesto del 2015, que están a punto de aprobar los mismos pelmazos que declararon la asombrosa inversión energética.
¡Ya cállenlos! ¡Antes de que se arme!
¿PARA QUE SIRVE LA CONAGUA?
Siempre fue mala idea que Conagua se descentralizara demasiado, al grado de poner caciques o hijos de caciques al frente de las delegaciones regionales y cuencas que supuestamente dependen de esa Institución.
Con las burradas que han cometido a raíz de la contaminación causada por Grupo Minera México en los ríos de Sonora y Pemex en los ríos de Nuevo León, hay quien opina que es una burocracia bastante pesada en costo y en ineficiencia para seguirla cargando sobre los hombros de los pobladores de este sufrido país.
Pues sí. Conagua ya sólo sirve para repetir los pronósticos meteorológicos del Centro de Huracanes de Miami sobre tormentas y ciclones en las costas mexicanas. Y eso cuando no se le adelantan las televisoras.
Para la aplicación del Plan DNIII E se bastan el ejército y las doscientas divisiones de las policías federales rasuradas de casquete corto. ¿O no?
Índice Flamígero: Sobre el salario mínimo, dice don Alfredo Álvarez Barrón que “la frase es vieja y gastada…, sin embargo, sexenio tras sexenio, nuestros honorables políticos la reciclan con algunas pequeñas variantes: ‘para aumentar los salarios es necesario aumentar la productividad’, pero, ¿qué saben ellos de productividad si jamás en su vida han trabajado? Para intuir, remotamente, lo que es un trabajador productivo deberían consultar a las madres solteras de Fresnillo, que por imperiosa necesidad (y 750 pesos a la semana), dejan hasta la última gota de energía en las maquiladoras del Parque Industrial. Pero no es gratuita tal incongruencia, quizá algunos recuerden aquella famosa entrevista en la cual el entonces candidato Peña Nieto se topó, sorpresivamente, con dos preguntas inconcebibles para un estadista de clase mundial: 1. ¿Cuál es el costo de un kilogramo de tortillas? y 2. ¿Cuál es el monto del salario mínimo vigente? Su respuesta, errática y displicente fue una señal ominosa de la noche obscura que se nos venía encima. Y hasta la fecha…”. Por lo anterior, El Poeta del Nopal nos obsequia: “En un acto imaginario / la clase trabajadora / intuye que ya es la hora / de exigir mejor salario; / es justo y es necesario / pues lo desquitan con creces, / pero ha ocurrido otras veces, / el máximo dirigente, / declara, tajantemente: / ¡no me hablen de pequeñeces!”.