Palabra de Antígona
Sara Lovera
SemMéxico, Cd. de México, 21 de abril, 2025.- Hay cosas absurdas, ininteligibles, que suceden sin vergüenza y sin recato, como violar la ley, omitir responsabilidades administrativas, abandonar políticas y que nadie llame a cuentas al o la responsable. Encima, esos personajes son arropados por su partido y premiados.
Es el caso del exgobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, hoy director Centro Nacional de Control del Gas Natural, organismo descentralizado de la Administración Pública Federal sectorizado a la Secretaría de Energía (Sener).
Este personaje, gobernador seis años, impidió el funcionamiento del Instituto Veracruzano de las Mujeres. Paralizó así la política de género, desestimó que la entidad ocupa el quinto lugar en feminicidios y son un escándalo las desapariciones de niñas y mujeres. En cambio, persiguió y descalificó a periodistas y feministas.
El nuevo gobierno morenista cumple cinco meses a cargo de Rocío Nahle García, quien dispuso el restablecimiento del IVM.
Parece un cuento macabro. En el IVM no operó la junta de gobierno, no hubo consejos ciudadanos, ni presupuesto, se mantuvo una oficina con encargadas de la dirección.
Es decir, estuvo casi siete años fuera de la ley, la del 9 de enero del año 2007, que creó ese órgano descentralizado encargado de la política de género.
El gobernador morenista no tuvo recato. En 2023 dijo al movimiento feminista, potente y respondón que eran falsas feministas, insinuó burlándose de las “politólogas que aspiran a cargos públicos y con tal de atraer medios declaran”, mentiras, refiriéndose a sus denuncias y movilizaciones.
Veracruz históricamente es una entidad rebelde: hace años hubo ahí una discusión inédita en el país sobre el aborto, vio nacer el sindicalismo oficial de la Revolución Mexicana, sostenido por las cosechadoras de tabaco y las obreras textiles.
Pero el profesor universitario en el gobierno no se hizo cargo de la brecha de desigualdad, ni de la maternidad infantil grave en Veracruz, hostigó a más de una funcionaria y desestimó los resolutivos de la Corte Interamericana de Justicia. Protegió a jueces y funcionarios.
Ahora reestablecida la ley, se convocó a las feministas a participar en el proceso para designar junta de gobierno, consejeras y directora surgida de una terna avalada por las feministas institucionales y organizadas en colectivas. No es poca cosa.
Toca a la gobernadora decidir o no, sobre pedir una sanción por las omisiones de García Jiménez, considerar la declaración de una tercera alerta de violencia de género, hacer que se cumplan los términos de la Interrupción Legal del Embarazo, fomentar el empleo productivo y mejorar la condición de indígenas y campesinas, atender con presupuesto la salud sexual y reproductiva y los cuidados infantiles.
No sabemos si será capaz de actuar sin prejuicios y dialogar con las buscadoras y atender la demanda de hacer un programa participativo para el IVM, para atender los problemas de género de las veracruzanas. Atajar el feminicidio y la desaparición de niñas y mujeres, 148 sólo en 2025.
Por ahora tendrá que decidir con tino (o ya lo hizo a la hora de publicarse este texto) sobre la terna, elegida con pulcritud y participación de las mujeres, que según Martha Mendoza Parissi, ex directora del Instituto, así fue.
La nueva directora necesita trabajar sin obstáculos y dificultades porque 7 años de parálisis requiere dinero y un buen equipo. Veremos si Nahle García promueve con recursos y voluntad política nuevas rutas, si es capaz de mantener el diálogo con las feministas, de respetar opiniones y promover algo más que sólo los “apoyos” económicos a las más pobres. Veremos
Periodista, editora de género en la OEM y directora del portal informativo https://semmexico.mx