Por Arturo Sandoval
“El duelo no te cambia, te revela”. John Green.
“Nadie me dijo jamás que el duelo se siente como el miedo”. C.S. Lewis.
En cuál de las 5 etapas del luto se encuentran cada parte de la oposición en México. Tanto en la política como en la parte empresarial. Son ya 7 largos años desde el triunfo de Andrés Manuel López Obrador a mediados de 2018.
El portal Enséñame de Ciencia muestra en infografía 5 etapas del luto y como punto de inicio “Crisis”, después: Negación / Enojo / Depresión, como los puntos negativos; Aceptación como punto neutro y finalmente el punto Aprendizaje.
Hoy, no hay una figura de derecha en México con liderazgo sólido y nacionalmente reconocido como para competir con cualquiera de las muchas lideresas y líderes Morena. Por más intentos de personas de la oposición para ser reconocidos y por lo menos ganar un poco de respeto, no lo logran, ni siquiera entre sus muy reducidos círculos rojos, menos a nivel nacional.
La derecha en México, sobre todo en partidos políticos desaparece lo más importante, ser dueña de una ideología definida y practicarla de forma honesta, sin simulaciones; apegada a principios democráticos y con sentido humano. Mucho de esto se explica por:
Fragmentación política y pérdida ideológica
La derecha mexicana es un bloque heterogéneo; incluso parte se divide en otros bloques y; sin embargo, su desmedida ambición y egocentrismos los separan con intermitencia; forzadamente se vuelven a unir cuándo surge interés común que beneficie a ambos o en defensa de sus intereses contra alguna amenaza.
Por lo complejo y complicado de estas distintas agendas de la oposición, chocan en objetivos:
El PAN tradicional con su énfasis en democracia y valores conservadores dejó de ser relevante al llegar la generación alejada a ideología alguna, con intereses con base en obtener más dinero y poder a costa de lo que sea: corrupción, crímenes, traición y cualquier tipo de bajeza. Precisamente este tipo de vicios, en determinado momento de finales de los 70 hasta hoy son el tiempo de aprendizaje donde el PAN ha superado en varios rubros negativos a su maestro el PRI. Quienes presiden los partidos de oposición, digamos el Prian y Movimiento Ciudadano, más el acomodaticio Verde, su carencia de ideología y de intenciones de beneficiar a nadie que no sean ellos mismos para ser más ricos y poderosos a costa de quienes deberían representar en gobiernos locales o en el poder legislativo, incluso en el poder judicial infectado por el parcial partidismo.
La derecha empresarial enfocada en libre mercado y desregulación, empecinada en negocios corruptos con gobiernos de antaño; muchos de estos negocios, perdidos al comenzar el gobierno de AMLO, como comercialización de energía en concesión limitada, renta de cárceles y hospitales a gobierno, el intermediarismo en medicamentos, por menciona tres de muchos.
La derecha populista o nacionalista tipo Trump, en busca conectar con las clases populares no existe; simula serlo y en las elecciones de 2024 recluta a un personaje con máscara de popular por ser indígena, pero totalmente vacía de ideas, cultura y valores con biografía de corrupción. Así, la oposición sufre la peor de sus derrotas en la historia, al punto de extinguir a uno de los tres partidos de su bloque: el PRD.
Este cúmulo de negativos, impide el surgimiento de un líder que unifique a todos estos sectores.
Falta de renovación generacional por barreras dinosáuricas
Los “liderazgos” de derecha han estado dominados por figuras con décadas en la política, como Felipe Calderón, Lilly Téllez, Vicente Fox, Marko Cortés, Alito Moreno, Flavio Beltrones, Dante Delgado, Patricia Mercado. Todos con diferencias notables entre ellos mismos; además con el rechazo grande de las mayorías por sus conocidas historias de traiciones y corrupción. No surgen figuras jóvenes con carisma y, sobre todo, con credibilidad para conectar con el electorado.
Desprestigio de los partidos tradicionales
El PAN y el PRI, representan a la derecha y, supuestamente a la centro-derecha, quedaron muy debilitados después del 2018 debido a escándalos de corrupción y malas gestiones. Esto ha hecho imposible el surgimiento de un nuevo líder o lideresa emerja sin cargar con el desgaste más el desprestigio del pasado y del presente.
La hegemonía de AMLO, Sheinbaum y Morena
López Obrador, y hoy Claudia Sheinbaum han liderado la narrativa política en México, con un discurso para etiquetar a sus opositores como parte de “la mafia del poder” o paladines de la corrupción desde sus conferencias diarias las Mañaneras y en fines de semana en presentaciones en los Estados. La derecha no logra construir un discurso alternativo y coherente para conectar con las mayorías; incluso, ni con parte de sus seguidores.
Desconexión con las bases populares
Mientras Morena ha construido una fuerte base entre los sectores populares, la clase media baja y parte de la clase media; la derecha sigue percibida como un grupo de élites sin entender las necesidades del pueblo, incluso, es raro oír las palabras pueblo o pobres en discursos de los conservadores. Así, hace imposible la construcción de un liderazgo con verdadero apoyo ciudadano.
¿Hay esperanza del surgimiento de un líder de derecha en México?
Si la derecha logra renovar sus cuadros, conectar con nuevos sectores y generar un discurso atractivo con base en hechos en beneficio de las mayorías más vulnerables en los lugares aún gobernados por ellos, podría surgir un líder fuerte en los próximos años, quizás 10 años. Sin embargo, la falta de unidad y las divisiones internas son, desde hace sexenios, sus principales obstáculos. La obtención de dinero fácil y poder absoluto en puestos de gobierno o, si son externos, la necesidad de regresar a los negocios tramposos con el gobierno. A ambos los enferma la vulgar ambición.
Y, mire quienes son sus “líderes y lideresas”:
Lilly Téllez
– Exsenadora de Morena, ahora senadora en el PAN.
– Ha construido una imagen de oposición frontal a AMLO, a Claudia y a toda la 4T.
– De estilo combativo, pero no logra conectar con amplios sectores del electorado por apoyarse en mentiras, difamaciones con un discurso sin propuestas elaboradas.
Xóchitl Gálvez
– Fue la candidata de la oposición a la presidencia del País en 2024.
– Su campaña generó cierto entusiasmo, pero no consolidó una estructura de liderazgo duradera.
– Representa más una figura de centro que de derecha tradicional.
– Sin discurso, sin propuestas, con chistes malos dónde sólo ella se reía. Conducta y frases llenas de vulgaridad acompañadas de ridículos movimientos.
– Es el vivo ejemplo del auto engaño fabricado por el Prian y Claudio X. González.
Santiago Creel
– Exsecretario de Gobernación y expresidente de la Cámara de Diputados.
– Figura experimentada, pero sin carisma ni arrastre popular, más bien un gris político quien llega a excesos de lloriquear en su discurso para convencer sin lograrlo.
– Arrastra los permisos que dio para casinos otorgados a Televisa horas antes de dejar el cargo de Secretario de Gobernación en 2006.
-Incongruencias políticas: cambia de postura o se muestra ambiguo en temas clave como la seguridad o las alianzas políticas. Tan desfasado al declararse ser de izquierda.
– Asociación con gobiernos del PAN: en el gobierno de Vicente Fox lo vinculan con decisiones polémicas de esa administración, como el manejo del conflicto en Oaxaca o la fallida transición democrática.
– Baja popularidad: fue figura clave en el PAN, sus campañas presidenciales (2006 y 2012) no lograron suficiente apoyo interno, menos ciudadano, para convertirse en un político mediocre, sin arraste; un perdedor consuetudinario.
Ricardo Anaya
– Fue candidato a la presidencia de la República en 2018 por el PAN.
– Inteligente y articulado, pero su imagen quedó dañada por acusaciones de corrupción y su autoexilio. En los debates presidenciales fue ridiculizado por López Obrador.
-Su intento de conectar con la gente trabajadora al subirse en una combi de madrugada o tomarse una caguama, jugó en su contra por la falta de credibilidad. No pasó de ser un acto de grande ridículo e hipocresía política.
– Estas semanas circulan en las redes la supuesta riqueza de Ricardo Anaya en bienes inmuebles por más de 200 millones de pesos.
Eduardo Verástegui
– Conductas ultraconservadoras: duramente criticado por su postura radical contra el aborto, los derechos LGBTQ+ y la educación sexual, así se aleja de sectores progresistas.
– Sin experiencia política: salta del mundo del espectáculo a la política para generar dudas sobre su preparación y capacidad para ocupar cargos públicos.
– Nexos internacionales negativos y teorías conspirativas, para preocupar a quienes temen una agenda política extremista.
– Sin estructura ni capacidad de movilización real.
– Sin embargo, no se debe ver de soslayo la cena con el nuevo embajador de Estados Unidos y Carlos Slim. Una simbiosis de enorme poder lo puede catapultar a algo serio como Milei.
Lorenzo Córdova Vianello
– Salió como presidente consejero del INE, con desprestigio de sospechas. Mostró parcialidad: a pesar de su rol como árbitro electoral, sectores afines a Morena y otros grupos, lo han acusado de actuar con sesgo político contra el presidente López Obrador, su movimiento y la 4T.
– En 2015, se filtró un audio donde se burla de representantes indígenas; fue ampliamente criticado por ser considerado clasista y racista; además de un vocabulario lleno de groserías.
– Altos sueldos en el INE: defendió sus salarios elevados dentro del INE, incluso por encima del sueldo presidencial; así generó descontento en el contexto de austeridad promovido por el gobierno federal. Fue tanta su ambición y la de sus compinches que querían construir su club social y deportivo dentro del INE., con costo de miles de millones de pesos.
SE ACABÓ LA FIESTA. LOS PAYASOS Y PAYASAS DE LA OPOSICIÓN ENVEJECIERON MENTALMENTE
Una de las muchas cosas para extrañar del sexenio pasado, es la enorme lista de discusiones, debates, cacayacas en redes sociales, de miembros de la oposición. Daban mucho para burlarse de ellos con memes y todo tipo de comentarios de periodistas de izquierda, en sus redes sociales y programas de YouTube. Desde luego los sarcasmos y críticas humorísticas de AMLO en las mañaneras donde a diario cambiaba de payaso de las cachetadas. Y de los legisladores de la 4T se dan gusto desde hace 7 años de hacer memes de la oposición en cada discurso.
Las “víctimas” o payasas y payasos de las cachetadas movían pendularmente sus cabezas al ritmo de los manazos en sus cachetitos y, no entendían. Su cuerda era seguir con declaraciones absurdas, contradictorias, sin rumbo ni propuestas. Sólo con la intención de ofender, difamar, mentir, desahogar su odio. Es verdad, muchas veces tenían eco con el apoyo de sus muy pequeños seguidores, los medios convencionales, propaganda pagada por empresarios, organizaciones de derecha locales y extranjeras. Se les extraña para seguir riendo. Se enredaron en las insustanciales gracejadas, en el vacío discurso de Xóchitl Gálvez y no pueden desatarse a casi un año de repetir su etiqueta de “muy derrotados”. Hoy, no dejan de aparecer en los medios, con mucho menor frecuencia; pero ya no hacen gracia, el pueblo y su misma gente los puso en el bote pestilente de la dolorosa indiferencia.
Finalmente
No hay una sola figura de derecha en México con liderazgo fuerte y natural, no pre fabricado. La oposición carece de un proyecto unificador o de gobierno. Sigue su dependencia a nombres desgastados, desprestigiados, poco atractivos o de plano, odiados por el electorado. Para el surgimiento de un verdadero líder, la derecha necesita renovar su discurso, conectar con nuevos sectores y construir una base de apoyo sólida, seria, creíble, fundamentada. Aunque cuenta con todo el dinero de sobra y los medios de comunicación tradicionales en su poder. Su viudez de poder se les hace eterna.
Es muy importante, más en este momento, construir una oposición fuerte con propuesta para mejorar en panorama político y económico del País.
NOTA: la etapa de luto donde se encuentra la oposición, no rebasa el punto de la Depresión, se regresa al Enojo, Negación y Crisis. Así viaja en ese péndulo todo el tiempo. Quizás, una parte del sector empresarial haya avanzado al punto de la “Aceptación” con presión para regresar o avanzar a los otros puntos. No aprenden que no aprenden.