Anahí García Jáquez
Lemuel Gulliver es un médico que gusta mucho de viajar. Para cumplir con ese deseo, se convierte en un cirujano a bordo de una tripulación y, a partir de ahí, comienza a recorrer lugares muy diversos entre sí. Éste es el recuento de sus travesías.
Los viajes de Gulliver (su nombre original es Viajes a varias naciones remotas del mundo, en cuatro partes. Por Lemuel Gulliver, primero cirujano y luego capitán de varios barcos) es un trabajo del reconocido escritor inglés Jonathan Swift y que podría ser llamado un clásico de la literatura, pues se ha mantenido vigente en el gusto popular a pesar de las modas trascendiendo al paso del tiempo. Su protagonista es también el narrador y es quien nos cuenta acerca de sus destinos y lo que halla en ellos. Este texto está dividido en cuatro partes, teniendo como título el país visitado con su respectiva crónica. La parte I es viaje a Liliput, la parte II es viaje a Brobdingnag, la parte III es viaje a Laputa, Balnibarbi, Luggnagg, Glubbdubdribb y Japón, y la parte IV es viaje al país de los Houyhnhnms.
En el primer viaje, Gulliver llega a Liliput donde es capturado por los nativos, quienes pertenecen a una raza de gente muy pequeña. Ahí él llega a ser muy respetado por el Rey y su corte. Su siguiente viaje es a un lugar donde él ahora es el chiquito, puesto que la población es gigante. Su tamaño lo convierte en el favorito de la Reina. Las cuatro islas que visita a continuación le aportan mucho, puesto que se encuentra con conocimientos de arte, ciencia y filosofía producto de investigaciones y experimentos por parte de su población. Y en su último viaje él ya se convirtió en un capitán que va a dar a un lugar que es gobernado por caballos que hablan y piensan, mientras que los seres humanos son unos salvajes.
Al retratar tanta diversidad de culturas así como la organización de la sociedad y los gobiernos de cada pueblo, el autor aborda varios temas siendo el principal la naturaleza del ser humano y sus ansias de conocer paisajes remotos, aunque eso implique dejar atrás hasta a la familia y embarcarse a lo verdaderamente desconocido sin tener una clara idea de lo que encontrará, además de que esa inquietud por recorrer el mundo no desaparece, sino todo lo contrario, las ganas aumentan. Así mismo, se percibe una crítica a su país natal y a su estructura al compararla con lo que va encontrando, así como a lo absurdo que pueden ser los conflictos entre países debido a las razones por la que entran en ellos. Y a través de los caballos que hablan y razonan, el autor se burla un poco del argumento aquel que esgrime que el hombre es el único animal pensante.
El autor es descriptivo de más al momento de presentarnos cada uno de los países que Gulliver visita, por lo que el lector sentirá a ratos que la lectura de este texto es algo cansada por tanto detalle que se incluye, pero no por ello menos entretenida, puesto que se presentan situaciones que rayan en lo cómico, siendo este texto uno escrito en todo de sátira. Es así como Los viajes de Gulliver funciona como bitácora de viaje pero, sobre todo, nos enseña que, en todo momento y en todo lugar, hay que tener la mente lo suficientemente abierta para comprender las diferencias que existen entre las personas y los pueblos, además de que, como nos muestra Jonathan Swift, el que se embarca en un viaje ya no es el mismo que el que regresa, como debe de ser.
Los viajes de Gulliver. Jonathan Swift. 1726. Editorial Elejandría.