Claudia Rodríguez
Para citar asuntos que tienen que ver con la fábrica de pobres o de la esclavitud moderna, el sector patronal del país propuso incrementar para el 2017, el salario mínimo actual de 73.04 pesos por día o jornada laboral a 89.35 pesos, meta que se lograría en el transcurso de 2017.
De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Conveval), con esos 89 pesos por lo menos se alcanzaría a cubrir la canasta básica. Si sólo eso y ninguna otra cosa más.
Pero ojo, el presidente de la Confederación Patronal de República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, apunta que esta propuesta está dirigida a incrementar el mínimo sólo a los trabajadores que ganen el mínimo pero no a todos los demás salarios contractuales, pues esto afirma el señor de Hoyos, tendría un efecto inflacionario.
Sin embargo, la realidad es que con el aumento de apenas 16 pesos a su salario real, no se resuelve casi nada de las necesidades de esos trabajadores, que las más de las veces son el único sostén de sí mismos o hasta de más dependientes.
De acuerdo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con los actuales tabuladores salariales de mendicidad sólo quienes ganan el mínimo deberían trabajar 22 horas al día o en conjunto quienes aportan a un mismo techo. Es decir, ya no sólo el padre, la madre, sino también los hijos tienen que laborar, cada uno por esos mismos salarios de miseria que no les permite salir adelante, sino que los empobrece al infinito.
Hay administraciones locales que ya trabajan de manera sostenida en este aumento al mínimo a casi 200 pesos como la Ciudad de México y la alcaldía de Guadalajara antes de la propia propuesta del sector patronal, pero al final el proceso inflacionario no declarado, el desliz continuo de nuestra moneda ante otras divisas y sobre todo las tasas de interés, empequeñecen el salario no sólo de quienes ganan un mínimo, sobre todo el de la clase media a quienes se les resta de manera inconmutable casi el 40% de su salario.
Los patrones están angustiados porque ya no venden lo que sus mismos empleados procesan.
La rapacidad de muchos empleadores, que ganan mucho y pagan poco, les está cobrando factura. Y todo indica que no el Buen Fin no fue tal, que nos creceremos al menos al 2% anual, que habrá más recortes y que nos está cargando la flaca.
Acta Divina… La Conasami propone un acuerdo entre patrones y empleados para evitar el aumento director del salario contractual.
Para advertir… Mientras Hacienda mantuvo su pronóstico para 2016 entre 2.0 y 2.6%, el Banco de México recortó su expectativa a un rango de entre 1.8 y 2.3% y prevé que la economía se recuperará hasta 2018.
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