Redacción MX Político.-Eduardo Medina Mora prefirió renunciar como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) antes de que la Fiscalía General de la República (FGR) terminara la investigación en su contra por lavado de dinero. Evitó así el escenario de ser sometido a juicio político y al desafuero en caso de que se le encuentre responsabilidad por la triangulación internacional de 102 millones de pesos como alto funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Sin precedentes en la historia reciente de la Suprema Corte, y sin expresar causa alguna, Medina Mora le presentó su renuncia al presidente Andrés Manuel López Obrador. El jefe del Ejecutivo la aceptó de inmediato. La propia SCJN prefirió guardar silencio.
Fuentes judiciales dijeron a apro que la FGR abrió desde hace meses una carpeta de investigación contra Medina Mora a petición de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda luego de que se dio a conocer el movimiento de recursos a través de una empresa familiar. contratista de los gobiernos del PAN y del PRI, de los que fue alto funcionario.
El viernes 4 Santiago Nieto confirmó que desde hace dos meses la UIF, que él encabeza, presentó la denuncia contra Medina Mora por lavado de dinero. De paso cuestionó que el aún ministro haya “cercenado buena parte” de las atribuciones de la Unidad de Inteligencia Financiera con el propósito de proteger a grupos o personas relacionadas con el gobierno de Peña Nieto.
Explicó que uno de los criterios de Medina Mora fue la improdencia de que una autoridad mexicana solicitara el congelamiento de cuentas bancarias, salvo cuando se trata de peticiones de gobiernos extranjeros.
Ese criterio utilizó para permitir que su amigo, el abogado Juan Collado, preso también por lavado de dinero, moviera 10 millones de euros de sus cuentas antes de ser arrestado por la FGR, según publicó el jueves el columnista Salvador García Soto, quien en junio pasado reveló las millonarias cuentas y transferencias del miinistro desde México a Gran Bretaña y Washington a través del banco HSBC, entre 2016 y 2018.
Medina Mora, además, resolvió a finales del año pasado que el ex presidente Peña Nieto no puede ser investigado en el caso de los desvíos de recursos del PRI en las elecciones intermedias de 2015 y que afectaron los ingresos del estado de Chihuahua.
La carrera burocrática de Medina Mora, de 62 años, concluye de forma abrupta con su renuncia. Se caracterizó siempre por la improvisación. Quedó marcada por pifias, como la Operación Limpieza, los granadazos en Morelia o el michoacanazo en la entonces Procuraduría General de la República (PGR).
En su trayectoria pública también está registrada la represión de la desaparecidas Policía Federal Preventiva en Atenco y Oaxaca, en 2006; y su salida de la embajada de México en Washington en 2015, en pleno ascenso de Donald Trump a costa de las agresiones a México para llegar a la SCJN.
Durante toda su trayectoria en altas posiciones del Estado, Medina Mora se distinguió por la opacidad. Según consta en la página de servidores públicos de la Secretaría de la Función Pública, en ninguno de sus cargos estuvo dispuesto a manifestar su patrimonio, incluida su participación en la empresa Compusoluciones y Asociados, que es objeto de las investigaciones de la UIF y de la FGR.
jvg