Yo Campesino / ¿Y los narcos de EU?
• Mexicanos no envenenan a los viciosos de allá, el negocio de comercialización es gringo
Miguel A. Rocha Valencia
Sin dejar de reconocer la sospechosa inacción de la 4T contra el crimen organizado que algunos afirman, es complicidad, también debe puntualizarse que el gran negocio de las drogas y tráfico humano está al norte del río Bravo donde a nuestro gobierno lo califican de ser cómplice del narco, pero entonces ¿Cómo debe llamársele al país de mayor consumo, tráfico, comercialización y dosificación ilegal y “autorizado” de drogas?
Las dimensiones del negocio que implican las empresas criminales en Estados Unidos dejan a los delincuentes mexicanos como principiantes, pobres y escondidos mientras que los grandes distribuidores de drogas de allá se hacen ricos y manejan más de 100 mil millones de dólares anuales tan solo en el sistema financiero de la unión americana, más todo lo que se mueve en efectivo para la compra no sólo de “mercancía” sino también de autoridades, incluyendo de aduanas de aquel país.
Se afirma que los “grandes” capos mexicanos no llegan ni a gerentes regionales de la gigantesca empresa que constituye la comercialización de las drogas en Estados Unidos que es donde se “cortan” los estupefacientes, se distribuyen y septuplican su valor en el que es considerado el mayor mercado de consumo.
En reciente entrevista Mike Vigil, exjefe de la DEA hizo hincapié en que el mayor tráfico de drogas de México hacia el país del norte se realiza a través de las garitas establecidas al otro lado de la frontera y que el mercadeo de las mismas la realizan grupos criminales estadunidenses quienes las “cortan”, distribuyen dosifican.
Este hecho confirma lo dicho por la hasta enero pasado, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen quien advertía ante el titular de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O sobre la necesidad de insistir en la construcción de una base sólida y aumentar los esfuerzos conjuntos para combatir las finanzas ilícitas de las organizaciones criminales. Se trató de un llamado a investigar e interrumpir los flujos de dinero derivado de acciones criminales den todos los niveles.
La propia funcionaria reconoció que “el tráfico de drogas ilícitas especialmente fentanilo ha sido y seguirá siendo uno de los principales focos de trabajo ya que socava el estado de Derecho, amenaza a la salud y plantea riesgos en seguridad económica”. Reconoció ahí que en el sistema financiero de su país transitan cerca de 100 mil millones de dólares derivados de esa actividad.
Pero a pesar de saber todo eso, poco se conoce de la lucha contra el crimen organizado en Estados Unidos donde el mercadeo donde las agencias de seguridad dependientes de los departamentos del Tesoro y Estado parecen perder la lucha pues el consumo va en aumento lo mismo que los volúmenes de utilidades de los capos de aquel país de quienes, por cierto, poco se sabe.
Se asegura que, en las empresas criminales, los mexicanos asumen el papel de productores y gerentes, pero los dueños del negocio radican al otro lado del río Bravo y despachan en edificios corporativos desde donde manejan las millonarias utilidades del narcotráfico.
Eso no quita que a México se coloque como el número uno en una lista de 193 países en donde se clasifican las actividades económicas ilícitas, elaborada por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
En esa clasificación se integra la trata y tráfico de personas, fraude financiero, venta de drogas, comercio de piratería y cobro de piso.
Respecto al narcotráfico, Mike Vigil, ex director de la DEA descalifica la estrategia de Donald Trump de quien dijo rodearse de puros incondicionales que no se atrevan a decirlo no y en ese estatus cataloga al nuevo encargado de la lucha anticrimen del gobierno estadounidense, quien afirma, realmente saben poco de lo que está sucediendo.
El caso es que de acuerdo a lo dicho por los ex funcionarios estadunidenses, Donald Trump no ve la viga en su ojo, o bien no se atreve a realizar una batida anticrimen como la que le está exigiendo a México.
Sucede tal vez como con las armas donde no dice ni pío porque es una de las industrias más fuertes de la unión americana. Por eso con los mexicanos muestra una gran ferocidad, pero al mismo tiempo no se combate con esa misma intensidad a los criminales envenenadores de aquel lado de la frontera.
Y es que resulta sospechoso que con tantos sistemas de detección policiaca o financiera no sepan quienes reciben las drogas allá, dónde las “cortan” y cómo las distribuyen.
Sería bueno exigirle bajar el consumo de aquel lado para que acá disminuya la generación de insumos para cubrir un mercado cada vez más demandante.
Entonces ¿En manos de quien está el negocio?