SENTIDO COMÚN
Gabriel García-Márquez
El reciente anuncio dado por el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la inversión de 10 mil millones de dólares en Oaxaca provenientes de Dinamarca es una excelente noticia, toda vez que dicha inversión proviene de un fondo financiero danés que se destinará a la producción de hidrógeno verde en uno de los polos de desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
Declaró el presidente de México que en diciembre próximo comenzará la movilización de trenes de carga en el corredor, y que los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos ya están por concesionarse a una empresa operadora.
Uno de los cinco polos de desarrollo del Corredor quedará en Ixtepec, Oaxaca y es donde la empresa danesa va a invertir 10 mil millones de dólares para la producción de energía, concretamente del hidrógeno verde que vendrá a sustituir a los llamados combustibles fósiles, ya que las nuevas embarcaciones se moverán con el hidrógeno verde que se producirá en el Istmo de Tehuantepec.
Con el uso de hidrógeno verde se pretende evitar los daños causados por la contaminación y el cambio climático. Esta inversión vendrá a reactivar la economía de la zona del istmo.
Además, el presidente ya anunció que será el 22 de diciembre próximo cuando se inaugure el tren de pasajeros que irá de Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz.
¿QUÉ ES EL HIDRÓGENO VERDE?
El hidrógeno verde se produce mediante el proceso llamado electrólisis, donde la electricidad generada a partir de fuentes renovables, como es la solar o la eólica, se utiliza para descomponer el agua en oxígeno e hidrógeno, que a diferencia del hidrógeno gris, que se produce a partir del gas natural con emisiones de carbono asociadas y del hidrógeno azul que se genera a partir de gas natural con captura y almacenamiento de carbono, el hidrógeno verde es totalmente limpio y sostenible.
De manera que el hidrógeno verde se ha posicionado en la vanguardia de las soluciones energéticas sostenibles, emergiendo como un componente clave en la transición hacia un futuro con muy bajas emisiones de carbono. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos ambientales más apremiantes, la producción de hidrógeno se erige como una alternativa prometedora, ofreciendo un camino hacia la descarbonización de sectores cruciales como la industria y el transporte.
Asimismo, la producción de hidrógeno verde depende en gran medida de la disponibilidad de energías renovables, como la solar y la eólica que son las fuentes más comunes, toda vez que su naturaleza intermitente se presta bien a la producción de hidrógeno, que puede ser almacenado para su uso posterior.
Esta sinergia entre las energías renovables y la producción de hidrógeno verde no solamente reduce la dependencia de los combustibles fósiles, sino también contribuye a la estabilización de la red eléctrica, aprovechando así el exceso de energía en momentos de alta generación.
Así que por fin tenemos una gran noticia para el tan esperado Corredor Interoceánico que muy pronto vendrá a detonar la economía de la región.