CIUDAD DE MÉXICO, 23 de agosto (AlMomentoMX).- La calificadora Moody’s bajó su perspectiva para el sistema bancario mexicano a “negativa” desde “estable” ante la expectativa de que los préstamos en riesgo continúen al alza debido a la débil actividad económica.
A la par de la desaceleración de la economía, las presiones fiscales que enfrenta el Gobierno pueden eventualmente reducir su capacidad para apoyar a los bancos en México durante periodos de presión financiera, indicó Moody’s en un reporte publicado este martes
Destacó que los bajos precios del petróleo, el alza de las tasas de interés, la fuerte depreciación del peso y el crecimiento menor al esperado de Estados Unidos, principal socio comercial de México, han afectado las expectativas de un mejor desempeño económico e inclinaron la balanza de riesgos y oportunidades para el sistema bancario al lado negativo.
Moody’s confió en que la economía de México crezca alrededor de 2.5 por ciento este año y en 2017, manteniéndose básicamente sin cambio con respecto a 2015. Sin embargo, aunque el crecimiento económico se mantiene deprimido, el crecimiento del crédito todavía aumenta rápidamente.
Estimó que el crédito crecerá alrededor de 12 por ciento durante el mismo período, lo cual es más del doble que la tasa de crecimiento nominal del PIB. Además, los nuevos créditos continuarán dirigidos a los sectores de consumo y pequeñas y medianas empresas (PyMEs) más riesgosos.
La calificadora precisó que las exposiciones de los bancos a créditos relacionados con el sector petrolero también continúan siendo un riesgo clave.
Sobre Petróleos Mexicanos (Pemex), uno de los principales deudores corporativos del sistema bancario, Moordy’s precisó que continúa luchando con restricciones de liquidez y un alto apalancamiento financiero.
Evaluó que los créditos otorgados a Pemex representan alrededor de 6 por ciento de la totalidad de créditos insolutos en el sistema bancario y entre 30 y 40 por ciento del capital básico.
No obstante el incremento de los costos crediticios, la rentabilidad se mantendrá robusta gracias a que el fondeo estable y de bajo costo de los bancos continúa mitigando los riesgos que surgen del entorno operativo menos favorable.
Los niveles de capitalización también se mantendrán fuertes, a pesar de su esperada disminución al paso de los próximos dos años conforme las utilidades retenidas sean insuficientes para restituir el capital consumido por el rápido crecimiento del crédito, consideró la calificadora.
AM.MX/dsc
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