José Alberto Sánchez Nava
“Blindar el poder presidencial mediante reformas que eliminen los contrapesos judiciales no es más que un intento velado de convertir la Constitución en un instrumento de absolutismo, sacrificando los derechos humanos y la democracia en el proceso.”
1.-El Peligroso Blindaje del Poder Ejecutivo contra el Control Judicial
En un movimiento legislativo que genera gran preocupación, Morena ha presentado en el Senado este 22 de octubre de 2024, una -iniciativa de reforma constitucional-* cuyo objetivo es blindar las reformas constitucionales del control judicial. Con esta propuesta, buscan elevar a rango constitucional la improcedencia del amparo, la acción de inconstitucionalidad y la controversia constitucional en contra de reformas constitucionales. Además, la iniciativa pretende eliminar la posibilidad de aplicar el control de convencionalidad en estos casos.
Este intento, más que una simple reforma técnica, es un indicio de que el actual gobierno reconoce que hoy es posible impugnar ante los tribunales la inconstitucionalidad e inconvencionalidad de las reformas constitucionales. Si esto no fuera viable, no habría necesidad de modificar la Constitución para impedir estas impugnaciones. Morena busca, a través de esta reforma, asegurar que ninguna de sus modificaciones al texto constitucional pueda ser cuestionada, incluso si estas vulneran derechos fundamentales.
2.-La falacia del blindaje constitucional
Lo que Morena propone con esta reforma es, en esencia, un escudo para evitar que cualquier modificación a la Constitución pueda ser impugnada ante los tribunales. Esto implica que las decisiones del poder ejecutivo, si son apoyadas por el poder legislativo, tendrían una vía libre para reformar la Constitución sin riesgo de ser cuestionadas judicialmente, sin importar si esas reformas afectan derechos fundamentales o los principios básicos del orden constitucional.
Este intento de modificar la Constitución revela un reconocimiento implícito: hoy en día es posible impugnar reformas constitucionales por medio del amparo, la acción de inconstitucionalidad y la controversia constitucional. Si tales recursos no fueran efectivos, Morena no estaría tan preocupada por blindar sus reformas. Al intentar cambiar las reglas del juego, lo que busca el partido es reforzar su control sobre el sistema, cerrando las puertas a cualquier tipo de impugnación.
3.-La amenaza al control de convencionalidad
Un aspecto igualmente preocupante de esta iniciativa es el intento de suprimir el control de convencionalidad. En el derecho mexicano, el control de convencionalidad permite a los jueces asegurarse de que las normas internas, incluyendo las reformas constitucionales, sean coherentes con los tratados internacionales de derechos humanos suscritos por el Estado. Al eliminar esta herramienta, Morena busca aislar la Constitución mexicana de los estándares internacionales de derechos humanos, debilitando así las garantías y protecciones que la ciudadanía tiene en esos marcos.
El artículo 61, fracción I, de la Ley de Amparo, establece que no procede el amparo en contra de reformas constitucionales. Sin embargo, el propio control de convencionalidad ha abierto una ventana para que esas reformas puedan ser impugnadas cuando vulneran los derechos humanos establecidos en tratados internacionales si se pone en riesgo la independencia y autonomía del Poder Judicial en tanto que este tutela los Principios de Convencionalidad Humanitarios. El problema para el gobierno de Morena radica en que esta figura se ha convertido en una herramienta efectiva contra su agenda de cambios constitucionales, poniendo en riesgo su capacidad de consolidar el control sobre todos los poderes del Estado.
Al parecer Morena despertó frente al criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la cual ha emitido Jurisprudencia obligatoria para México en términos convencionales, que establece:
“INDEPENDENCIA JUDICIAL. INCONVENCIONALIDAD DE CESE DE MIEMBROS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL CUANDO TIENE COMO FINALIDAD CREAR UN NUEVO TRIBUNAL AFÍN A LA MAYORÍA POLÍTICA EXISTENTE.(Caso Camba Campos vs Ecuador, 28 de agosto 2013, entre otros) y que debe apegarse a la técnica de derecho convencional humanitario denominada “Interpretación Conforme” es por ello, que surgió la apuración de una nueva reforma constitucional que prohíba toda acción judicial en contra de reformas constitucionales en México.
4.-Concentración de poderes: un riesgo real para la democracia
La reforma judicial impulsada por Morena y la intención de una nueva reforma para neutralizar y restringir la protección de los derechos humanos mediante las acciones de amparo, la controversia constitucional y la acción de inconstitucionalidad, no es un hecho aislado, sino parte de un proyecto mayor que busca debilitar los contrapesos del sistema democrático mexicano. Al buscar controlar al Poder Judicial y eliminar su capacidad de revisar y frenar las acciones del poder ejecutivo, Morena está abriendo el camino para la concentración de los tres poderes en una sola figura: el presidente de la República.
La Constitución, como la ley suprema del país, fue diseñada para establecer un equilibrio entre los tres poderes, evitando que alguno de ellos acumule demasiada autoridad. Sin embargo, esta nueva propuesta, de aprobarse, erosionaría la independencia del Poder Judicial, y con ello, el sistema de contrapesos que garantiza la democracia en México. Si no se pueden impugnar las reformas constitucionales, el presidente y el partido en el poder tendrían carta blanca para modificar la Constitución a su antojo, sin importar si esos cambios son contrarios a los derechos humanos o a los principios fundamentales del sistema constitucional mexicano.
5.-El peligro de la dictadura constitucional
Esta reforma plantea un escenario peligroso en el que la Constitución deja de ser un mecanismo de control del poder para convertirse en una herramienta de consolidación del mismo. La eliminación de cualquier tipo de recurso judicial para revisar las reformas constitucionales y su impacto en los derechos humanos es un paso hacia la dictadura constitucional, donde el presidente y su partido tienen un poder sin límites.
Si el Poder Judicial queda maniatado, los derechos de los ciudadanos quedan desprotegidos. La reforma que propone Morena no solo es un ataque directo a la división de poderes, sino que también busca establecer un precedente que podría abrir la puerta a cambios aún más peligrosos en el futuro. La concentración de poder en manos del ejecutivo, sin contrapesos reales, es la esencia del autoritarismo.
6.-Conclusión
La propuesta de Morena para reformar la Constitución, con el fin de blindar sus modificaciones del control judicial, es una grave amenaza a la democracia mexicana. El poder ejecutivo, al eliminar los recursos judiciales como el amparo, la acción de inconstitucionalidad y el control de convencionalidad, busca consolidar un poder absoluto que pondría en riesgo los derechos fundamentales de la ciudadanía. Este intento de cambiar las reglas del juego no es más que un paso hacia el absolutismo presidencial, donde el equilibrio de poderes es sustituido por la voluntad de un solo hombre o mujer con la investidura presidencial. La Constitución no puede convertirse en un instrumento de control autoritario; su propósito es limitar el poder, no legitimarlo sin contrapesos.
El futuro de la democracia en México depende de la capacidad del Poder Judicial y de la sociedad de resistir estos intentos de concentración del poder, que no buscan otra cosa que establecer un régimen en el que los derechos humanos y las garantías constitucionales sean sacrificados en nombre del poder político.
*La iniciativa puede consultarse en : https://infosen.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/66/1/2024-10-22-1/assets/documentos/Iniciativas_Senadores_Morena_CPEUM.pdf