Joel Hernández Santiago
En menos de una semana; en tan sólo unos días, tres mujeres renunciaron a cargos de responsabilidad pública en instituciones autónomas o de la estructura de gobierno en México.
Son tres mujeres que por angas o por mangas dejan la responsabilidad que asumieron ya en la Cuarta Transformación y a la que aportaron voluntad, conocimientos y trabajo…
Renunciaron de forma abrupta y aunque aparentemente por razones distintas, en el fondo es por la misma razón. Y lo hicieron con mucha dignidad; en un ejemplo de integridad y coraje.
El primer caso fue el conflicto en el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) cuando su directora, Mónica Maccise, convocó a un Foro de razonamiento, diálogo y debate respeto de problemas de racismo y discriminación en el país.
La mesa de debate incluía a especialistas como Maya Zapata y Tenoch Huerta, y a un polemista ‘you-tuber’ muy visto en redes y quien fue, al final, la causa del problema: “Chumel” Torres.
Al conocerse la lista de invitados, la esposa del presidente de México dijo que no era posible que se invitara a una mesa de esta naturaleza a un personaje como Torres (‘quien habría insultado a su hijo durante una de sus transmisiones vía digital’).
Esto fue suficiente para que Conapred entrara en la órbita del desprecio y la descalificación institucionales. Horas después, el 17 de junio, el presidente de México dijo:
“Ahora que hubo una polémica por un comentarista de redes sociales que fue invitado para un debate me enteré de que existe, ¿cómo se llama?, Conapred. Es que un día voy a poner aquí cuántos organismos crearon, para todo (…) y fue cuando más robaron”.
Fue como una orden inmediata: Hizo que miles de seguidores en redes sociales, descalificaran tanto al organismo del que se habló de su desaparición, como también a su titular, Mónica Maccise Duayhe, la que días después tuvo que presentar su renuncia, aunque se argumenta que fue la Secretaría de Gobernación, la que le pidió esta dimisión…
Ya se sabe: “al gobierno nadie le renuncia” según la regla institucional. Y aunque apenas el 20 de noviembre de 2019, la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, agradeció al Ejecutivo:
“Nos congratulamos con la decisión del presidente de elegir a Mónica como presidenta del Conapred para el periodo 2019-2023. Tenemos la absoluta convicción de que su perfil responde plenamente a los retos que implica consolidar la política nacional por la igualdad y no discriminación”. Siete meses después ya no es lo mismo.
Unas horas después, el 18 de junio, se conoció la renuncia de la Asa Ebba Cristina Laurell, subsecretaria de Integración y Desarrollo del Sector Salud de la Secretaría de Salud, esto tras denunciar que querían desaparecer el área que ella encabezaba.
Acusó de serias diferencias con el secretario de Salud, Jorge Alcocer, quien –dijo- junto con el titular del Instituto de Salud para el Bienestar, Juan Ferrer, “pretenden desaparecer el área que encabezo”, lo que calificó de “una amenaza para el futuro”. Muy probablemente las razones son aún más, aunque poco a poco se sabrán luego.
La doctora Laurell fue una destacada funcionaria pública en materia de salud. Doctora e investigadora con maestría en Salud Pública. Fue secretaria de Salud con López Obrador cuando fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal y era, por así decirlo, una persona muy cercana al hoy presidente de México. Su renuncia ya fue aceptada.
El tercer caso es el de la renuncia el 18 de junio de Mara Gómez Pérez a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV). Su argumento fue la falta de apoyos y recursos para llevar a cabo la tarea encomendada.
Todavía a principios de este mes, Atención a Víctimas envió un reclamo: “Un recorte a su presupuesto sugerido por la Secretaría de Hacienda para la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) podía provocar la parálisis de actividades esenciales.”
El 19 de junio, durante su ‘Mañanera’ en Morelos, el presidente diría:
“Las mismas personas que son familiares de víctimas están exigiendo su renuncia”. Quizá porque le molestó que en sus recientes giras de campaña electoral, se encontrara con reclamos de familiares de víctimas, quienes le reclamaron que no les reciba, pero que sí acude pronto a saludar a la madre de Joaquín Guzmán Loera: “El Chapo”
La secretaria de Gobernación dijo que esta renuncia sería presentada el viernes 19 de junio.
Luego el presidente dijo, en relación con las tres renuncias: ‘Hay que acostumbrarse a las renuncias en el gabinete. Y los funcionarios que no compartan el proyecto 4-T que abandonen la Administración.’
Sin embargo el problema está ahí. Una administración que no se entiende con sus funcionarios y unos funcionarios que renuncian a sus cargos a los que llegaron “por sus calificaciones y vocación de servicio” se dijo al integrar el gabinete y los puestos relativos, aun en áreas autónomas.
Pero sobre todo, la novedad en el frente es que fueron tres mujeres las que tuvieron la fuerza de carácter para anunciar su inconformidad por cómo se dan las cosas al interior del gobierno mexicano. Lo que es lamentable, porque en este momento de crisis de salud y la ya encima crisis económica, los fenómenos sociales y de salud se multiplican…
La doctora Laurell llevaba el monitoreo y control de lo que se hace y del recurso que se asigna en la Secretaría de Salud. En Conapred se tiene un cuidado meticuloso de hechos para evitar abusos de discriminación, racismo y atentados a las preferencias humanas, que fue la razón por la que Gilberto Rincón Gallardo consiguió la creación de Conapred el 29 de abril de 2003.
Y por supuesto la atención a víctimas requiere muchísimo cuidado, voluntad de servicio, sentido humano y responsabilidad legal e institucional con las familias de víctimas de delitos. No es un asunto de entregar dinero, sí de entregar justicia. ¿Pedir recursos para esto es un error?
Tres mujeres valientes, sin ninguna duda.
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