Por Arturo Sandoval
“La industria, los partidos, el gobierno, la iglesia, todos ellos saben lo que tienen en la prensa. La realidad, tal como la sirve el periódico, ha pasado por una criba.”
KURT TUCHOLSKY.
Rafael Pérez Gay dirige una editorial pequeña; en parte tiene razón de enfadarse cuando supuestamente le impiden vender libros al Fondo de Cultura Económica y Educal; es de inmediato desmentido por Paco Ignacio Taibo II, director del FCE. Pero reconoce en entrevista en La Octava con Los Periodistas, que la revista Nexos recibía mucha publicidad por la cercanía de Aguilar Camín con Salinas de Gortari y dice que eso no es corrupción. Quizás no, si la contratación de tanta publicidad por millones de pesos al año estuviera justificada con el poder de difusión de ese medio, pero pagar un promedio de 90 mil pesos por página a un medio muy selectivo con 27 mil ejemplares de tiro (habría que verificar), menos un promedio de 25% de devolución es motivo de dudas en el manejo de inversión.
Se puede revisar qué tipos de campañas se anunciaron ahí mensualmente para justificar si empataban con el perfil muy selectivo de lector. Si era sobre ferias de libros, conciertos, encuentros culturales, foros intelectuales, programas del Canal 11 ó el 22, más algo similar: probablemente la justificación de la estrategia de medios sería la adecuada. Pero no se podría poner campañas de gobierno dirigidas a las mayorías, para eso hay medios masivos y medios públicos. Revisar esto puede descubrir la mala inversión sin ninguna justificación de resultados.
Así cuidan hasta el último centavo las empresas privadas, demandantes de publicidad para tener un regreso de inversión, más buenas utilidades.
Digamos: un detergente lava ropa, unos cubitos de caldo de pollo, lata de chiles en vinagre, galletas Marías, refrescos Jarritos, no se anunciarían nunca en Nexos o Letras Libres. No se pone en duda que tengan lectores de pocos recursos, con buen nivel cultural, ávidos de tener información de calidad, pero no gastan 65 pesos mensuales para ello, menos comprar un Mercedes anunciado ahí.
Productos acorde a la mayoría del perfil de lector de estas revistas están clientes potenciales como: buenos restaurantes, autos de lujo, relojes caros, joyería fina, líneas aéreas, hoteles 5 estrellas, moda de diseñador, etcétera.
Los dueños de estas revistas no pueden victimizarse, es hora que pongan a trabajar en serio a sus vendedores de publicidad, si es que los tienen. Se acostumbraron a vivir de lo que compraba el gobierno y no saben cómo salir de esa zona confortable. No eran una dependencia del gobierno aunque parecían. Están muy lejos de ser medios indispensables para la mayoría de las campañas de programas del gobierno.
De esos 27 mil ejemplares: 7 mil los compraban oficinas del gobierno. Es de imaginarse que esas 7 mil revistas paraban en las oficinas de mandos altos. Caray ¿con esos sueldos les tenían que regalar la revista de 65 pesos ejemplar? Por el nivel intelectual de la mayoría de esos funcionarios, difícilmente les interesaría una buena revista cultural. La inversión no lo era, se convertía en gasto inútil; un gasto de 455 mil pesos mensuales, 5 millones 460 mil pesos al año con cargo al erario público.
En relación con el caso de la editorial Cal y Arena, con pequeño catálogo con obras interesantes de importantes autores; hasta ahora todas las librerías venden sus libros, incluso en las dirigidas por Taibo. Si el año entrante estas librerías condicionan la compra a Cal y Arena, pues no perjudicaría tanto, a menos que se regresara a la antigua normalidad. Hoy se adelantó el futuro con el incremento de ventas en línea o compra del libro digital, incluso audio libros. También tendrían que cambiar su formato de negocio y actualizarlo. Muchas librerías tradicionales cierran sus cortinas, las cadenas grandes cerrarán sucursales y migrarán su modelo de negocio a lo digital.
Si como dicen que es una especie de censura por parte del presidente López Obrador por no darles recursos y no comprar sus productos, pues demuéstrenle que no necesitan del gobierno. Sus productos son tan buenos que se vendarán muy bien por ejemplar y también con publicidad de la iniciativa privada. Son tres excelentes empresas con información de muy alta calidad, será fácil vender publicidad a productos y servicios de su perfil de lector.
NOTA: finalmente no se ve que a ningún medio se le censure su información de crítica o alabanza a este Gobierno. Todo se publica, no se prohíbe nada; a menos que tengan otros datos.