Por Abraham Gorostieta
Ciudad de México.- “En el caso de México, el Estado debería garantizar que los estudiantes tengan por lo menos una materia dedicada a la formación y entendimiento de los medios digitales, pero aquí no existe una ley al respecto, y ni siquiera ha sido considerada”, afirmó Luis Ángel Hurtado Razo, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
“México carece de alfabetización digital para el desarrollo de habilidades enfocadas a tareas en un ambiente digital, mientras que en países europeos existen leyes que obligan al Estado a impartir este tipo de educación”, abundó el Hurtado Razo.
Según datos de 2019 del Instituto Federal de Telecomunicaciones, en México 83 millones de personas tenían acceso a Internet (dos terceras partes de la población mexicana). Investigaciones de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey han demostrado que contar con acceso a internet no se traduce a que se cuente con la formación y dominio para el uso de este medio de comunicación, ni que se pueda potencializar y aprovechar las herramientas que ofrece.
El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial de Internet en el mundo, un estudio publicado por el diario londinense The Guardian explica que después de la pandemia de Covid-19, ha quedado muy en claro como se ha intensificado la brecha digital entre aquellos que no tienen un buen servicio de comunicaciones que les permita estar en contacto y realizar actividades por medio de la internet.
Las tecnologías no están llegando por igual y con la misma calidad a todos: Las familias de bajos ingresos -en especial los jóvenes y niños- pueden verse expulsados de un sistema educativo por no contar con acceso a internet.
La UNESCO alertó que este es un gran problema a nivel global. En su cuenta de Twitter escribió: “La falta de acceso a la educación puede agravar las crisis sanitarias. Casi 830 millones de estudiantes en todo el mundo no tienen acceso a una computadora. Debemos reducir las desigualdades para no dejar atrás a millones de personas”.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones resume todos los años los avances y los déficits en el uso y acceso a las TIC. En el último informe, con los datos del 2019, dice que más del 75 % de las personas no tienen acceso a internet en muchos países de África central (como Níger, Chad, Sudán, Etiopía, Uganda, Congo, Mozambique, Mali, Mauritania y muchos más), pero tampoco en Afganistán, Nicaragua, Haití y Nueva Guinea.
El portal de noticias especializadas, The Conversations resaltó que esta brecha digital implica que “el desarrollo social y económico se ve limitado por no poder estar en las mismas condiciones que la minoría que sí puede aprovechar estas tecnologías. Y si profundizamos un poco, vemos que no es solo por la falta de red, sino por las altas tarifas en relación a los ingresos medios per cápita, por la falta de alfabetización digital o, incluso habiendo conexiones, la falta de calidad o la velocidad insuficiente de la misma”.
La red aporta elementos para la socialización, y con ello permite controlar o disminuir la ansiedad que provoca el confinamiento. “Se han derribado muchos estereotipos y críticas que se tenían con respecto a su uso, pues se ha mostrado que también puede transmitir emociones y sentimientos”, afirma el académico de la UNAM, Hurtado Razo en una entrevista que pública la Universidad en su sitio oficial.
Con el acceso a internet las sociedades tienen elementos para usar esos medios de manera adecuada y equilibrada, y los utilice en la generación de criterios informativos y en su formación educativa, sin embargo también a través de Internet se ha agudizado la difusión de noticias falsas y los discursos de odio, que polarizan a la población.
“El ciberespacio se utiliza para una ‘pandemia de desinformación’, que ha generado ansiedad y pánico; incluso han surgido discursos discriminatorios que han derivado en violencia contra ciertos segmentos, como el personal de salud, y provoca la polarización en torno a ciertas iniciativas o personajes, y la pérdida de credibilidad en actores de medios de comunicación y de la política”, asegura Hurtado Razo.
El pasado 14 de abril António Guterres, titular de la ONU alertó de que el odio se está volviendo viral, estigmatizando y vilipendiando a personas y grupos. Por ese motivo, lanzó una iniciativa para inundar la red con hechos y ciencia, “la mejor vacuna frente a la desinformación y las falsedades”, aseguró.