Astrolabio Político
Por: Luis Ramírez Baqueiro
“Gran descanso es estar libre de culpa.” – Marco Tulio Cicerón.
La gravísima situación que enfrenta el país en materia de salud por el tema del SARS-CoV-2 mantiene literalmente en la lona al gobierno transformador del presidente López Obrador.
El manejo de la crisis sanitaria por parte de las autoridades federales evidenció lo que ya se predecía, los integrantes de la actual administración son totalmente inexpertos en el manejo y desarrollo de la administración pública.
Las tardías acciones emprendidas para contener en su momento la pandemia, sumado al lentísimo proceso de abasto de equipo, insumos y medicamentos confirmó la carencia total de principios en el manejo de crisis.
Hoy las cifras y resultados espantan a un segmento de la población, que consciente de la situación, no ve para cuando se pueda retornar a una verdadera normalidad.
Aun cuando queda claro que no habrá un retorno a un estado de igualdad en las cosas, el escenario pareciera que no tiene esbozos de que vaya a menguar.
Por el contrario, las cifras reportadas por la Secretaría de Salud Federal confirman el pésimo manejo y control de la crisis.
304 mil 435 casos acumulados de Covid-19 y 35 mil 491 muertos la evidencia de ello.
Con 28 mil 843 casos activos, en el que los pacientes dieron muestra de tener síntomas en los últimos 14 días, se convierten en potenciales transmisores del virus.
Aun cuando el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell continúa afirmando que ahora se registra una menor velocidad en los contagios, la realidad es que la situación no cede, y no muestra claros indicios de contenerse.
Una vez más los dichos del señor Gatell son sumamente cuestionables a pesar de su afirmación.
A esa lamentable ecuación se habrá de agregar un elemento crucial que ha multiplicado exponencialmente los casos y que es el factor humano.
Por más restricciones y reglas que se impusieron, y ahora por más urgencia que el gobierno federal pretenda darle a la nueva normalidad, lo cierto es que para salir de esta crisis solo quedará la acción efectiva de la conciencia social.
Una conciencia que pareciera no comprender, ni interpretar el mexicano promedio, el cual demuestra que está buscando a la huesuda con todo y guadaña para retarla de frente.
La desesperación con la que la gente sale a las calles confirma el grado de irresponsabilidad con que este mismo gobierno se ha conducido.
Impulsivo, iracundo, irracional es el comportamiento de la gran mayoría de la población que piensa que saliendo en masa encontrará respuesta a todo cuanto le pasa, porque para muchos, el Coronavirus, es una invención del gobierno para destruir la economía.
No existe cosa más insensata en este mundo que este argumento ruin y falas.
Las mismas cifras de monitoreo de la Universidad John Hopkins, dan cuenta ya del número de contagios a nivel global, el cual ronda ya más de 13 millones de casos confirmados.
La pregunta en el fondo sería ¿hasta cuándo acabaremos con la pandemia?
La respuesta es muy sencilla, hasta que todos entendamos que debemos actuar con responsabilidad en medio de esta crisis de horror.
Ya habrá tiempo para buscar responsables y llevarlos ante las autoridades, ahorita es momento de parar la propagación que por miles se está dando en nuestro país, sino esto no habrá de detenerse en al menos un par de años.
Una importante opinión la da el mismo decano de los diputados mexicanos, Porfirio Muñoz Ledo, quien sentenció que no se puede jugar con los números de la pandemia “a capricho de los gobernantes”, por lo que la ciencia debe ser siempre el eje rector.
La pregunta acá será ¿y tenemos al frente a los científicos idóneos para atender la crisis?
Usted tiene la mejor respuesta.
Al tiempo.
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