NO PASA….NADA
Por: Jesús Solano Lira
Todo parece indicar que en la decisión de imponer aranceles a México, Canadá y China, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el pecado llevará la penitencia. Su soberbia le traerá graves consecuencias a la economía de su país, y nos llevará entre las patas. De acuerdo a especialistas y empresarios, la guerra comercial emprendida por el magnate estadounidense, también afectará considerablemente a la economía, sectores productivos y consumidores de su país, con enorme riesgo de repunte de la inflación.
Para Edmundo Enciso Villarreal, presidente de las Comisiones de Nearshoring y Comercio Exterior de la Coparmex Ciudad de México, la decisión de Estados Unidos, representa un golpe severo a la competitividad de la región en el escenario global, porque favorece a otros bloques comerciales que mantienen unidad y evolucionan bajo las reglas del libre comercio.
Para el también Enlace Legislativo de la Asociación de Agentes Aduanales de Aduanas Metropolitanas, a imposición de aranceles contradice el espíritu del TMEC, que garantiza un trato arancelario preferencial a los bienes originarios de los tres países y prohíbe la imposición de nuevos aranceles sin causa justificada. Y ahí le va, Enciso Villarreal, considera que los arrebatos de Trump, se inscriben en una estrategia proteccionista que, lejos de fortalecer la economía estadounidense, la debilita, al encarecer los productos esenciales para su industria y su mercado interno.
Y cómo diría el divo de Juárez ¿Pero qué necesidad? de escalar esta guerra comercial que inicio Trump, que de acuerdo con el experto en comercio internacional, las consecuencias de esta guerra comercial serán devastadoras para los tres países que conforman el bloque comercial de Norteamérica. Sí bien México y Canadá tomarán represalias comerciales, el panorama, a decir de Enciso Villarreal, el panorama es crítico porque resultará en la reducción de exportaciones, la disrupción de las cadenas de suministro, la salida de inversiones y la presión sobre el tipo de cambio, condiciones que configuran un escenario de incertidumbre y debilitamiento económico. Además, la pérdida de competitividad en la región tendrá un impacto directo en el empleo y en la estabilidad financiera del país, profundizando los efectos negativos en la recaudación y en la confianza de los inversionistas, alerta el especialista.
El conflicto no solo afectará a los tres países involucrados, afirma Enciso Villarreal, sino que debilitará a la región de Norteamérica como bloque comercial frente a otras regiones del mundo porque, mientras que Asia y Europa avanzan con estrategias de integración económica, Estados Unidos, México y Canadá corren el riesgo de perder su posición como uno de los mercados más dinámicos y competitivos del mundo.
Es decir, contrario a lo que inicialmente generó el presidente de los Estados Unidos en su anterior mandato con la declaración de guerra comercial contra China, hoy con esta medida impuesta por Donald Trump la desarticulación del comercio regional elevará los costos de producción, limitará el acceso a bienes esenciales y generará incertidumbre en los mercados financieros, impactando el crecimiento económico de toda la zona. México y Canadá recurrirán a los mecanismos de solución de controversias del TMEC para revertir esta decisión, pero estos procesos suelen tomar años, lo que obligará a ambos países a tomar medidas de represalia para equilibrar la relación comercial.
La imposición de aranceles a las importaciones estadounidenses tendrá un efecto contraproducente en la economía mexicana, generando una espiral de costos que afectará tanto a las empresas como a los consumidores. Edmundo Enciso Villarral, urgió a las empresas a implementar estrategias para mitigar los efectos de esta medida, ajustando su modelo de negocio y diversificando mercados, y al gobierno de México a actuar con firmeza para contener los daños, y fortalecer la posición del país en el comercio internacional, en estrecha colaboración con el sector empresarial.