HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Primera Estrofa de la Canción de Ovidio
Si el expresidente Peña rompió el pacto no escrito de silencio, el expresidente López Obrador rompió el pacto no firmado de la sucesión pactada. A ambos pactos, Jorge Castañeda los llamó «pacto de impunidad». Para el régimen corriente, el problema no es el mensaje, sino el mensajero.
Tras un comportamiento mesurado por respetuoso durante más de seis años, como ningún otro expresidente —ni observado por LO—, Peña Nieto rompió su estado silente al negar que en la construcción del aeropuerto en Texcoco no se perpetraron actos de corrupción, lo que debió molestar a Palenque, cuya narrativa en contrario fue trastocada. Lo que para Peña puede haber sido un intento de reivindicación histórica, para López Obrador fue una provocación.
La cuatroté lopezobradorista —la cuatroté claudista, con distancia calculada, acaso mostrando autonomía política, apenas se inmutó— aprovechó la publicación de un periódico extranjero sobre un posible acto de soborno al presidente Peña en miles de dólares por la compra de un software espía para dispositivos móviles. La invisibilidad peñista terminó con una declaración mínima. El abogado de la Nación, Alejandro Gertz, anunció una investigación al expresidente priísta, pero no al expresidente morenista, su jefe, por iguales señalamientos.
Las indagatorias son un acto de intimidación de la Fiscalía general para intentar conseguir que Peña extienda el pacto de silencio. La pronta reacción del zar Gertz contrasta con la lentitud mostrada ante las publicaciones de medios nacionales e internacionales sobre señalamientos por actos faltos de honradez, del expresidente López Obrador y su entorno de consanguinidad, sin atención procesal. El sistema judicial operando como arma política y no como instrumento de justicia.
El mensaje de LO a PN, es claro: si hablas, voy por ti. Tal podría llevar a Peña a pormenorizar el pacto de la sucesión presidencial de 2018, del que se habló en columnas y artículos meses antes de las votaciones de aquel año, en claro respaldo al puntero en las encuestas a destiempo. Si revela el mensaje, el mensajero pondría en entredicho la legitimidad política-electoral de la victoria lopezobradorista.
letraschiquitas
Quien escribe, es Simón Levy [@SimonLevyMx]: «En 2006 se entregaron aproximadamente 2 millones de dólares, 10 millones de dólares en 2012, y 20 millones en 2018, a las campañas presidenciales de Andrés Manuel López Obrador a través de la asociación Honestidad Valiente AC». Los recursos fueron canalizados, prosigue, a través de Alejandro Esquer.