El crecimiento urbano desordenado en las grandes ciudades es una tendencia que está alcanzando niveles preocupantes en México y el sector inmobiliario es responsable de una tercera parte del impacto medioambiental, pues generan 38 por ciento de las emisiones de CO2, consumen 14% del agua, 25% de la electricidad y 80% del gas LP, de acuerdo con la ONG Sustentabilidad para México.
Por esa razón, este sector ha puesto en marcha más acciones para impulsar proyectos de desarrollos inmobiliarios sustentables en ciudades con población grande como la Ciudad de México, que ofrezcan una alta calidad de vida a sus habitantes respetando el medio ambiente y la cohesión social.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), define al desarrollo sustentable como aquel que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades, de forma que se garantice un equilibrio en tres pilares: el crecimiento económico, cuidado del ambiente y bienestar social.
Mientras que el desarrollo inmobiliario sustentable busca crear edificaciones y comunidades que sean habitables, saludables, seguras, accesibles y equitativas, al tiempo que se minimiza el impacto en el medio ambiente y se promueve la sostenibilidad a largo plazo garantizando la calidad de vida para las generaciones actuales y futuras.
La Ciudad de México es la urbe más importante del país, sin embargo, con más de 1,400 kilómetros cuadrados de superficie y 9 millones de habitantes, la capital del país continúa un crecimiento poblacional desordenado con un importante impacto ambiental, por lo que impulsar estos desarrollos en grandes zonas urbanas podría aportar grandes beneficios.
Entre las ventajas del desarrollo sustentable destacan el ahorro en costos de operación y su mantenimiento al utilizar materiales locales o amigables con el entorno, así como prevenir y disminuir el alto impacto ambiental al no generar contaminantes, ahorrar agua, menor consumo de energía y por aprovechar el entorno para ser cada vez más eficientes.
De hecho, la sustentabilidad en los desarrollos inmobiliarios exige poner énfasis en aspectos como huella de carbono, eficiencia térmica, eficiencia en el consumo de energía y el mejor aprovechamiento del agua, entre otros puntos a tomar en cuenta.
A su vez, con el objetivo de ahorrar energía, este tipo de desarrollos están diseñados para maximizar la cantidad de luz que recibe durante el día, basado en su ubicación y la ventilación natural que recibe.
Esto es debido a que los desarrollos inmobiliarios sustentables cuentan con válvulas ahorradoras, tienen sistemas de captación de agua de lluvia y plantas tratadoras de aguas residuales, que luego son usadas para el baño, el riego y otras actividades.
Además, las empresas encargadas de esta clase de desarrollos cumplen con las legislaciones vigentes en temas ambientales, buscan adquirir materiales de gran calidad y poco impacto ecológico y al mismo tiempo, recurren a proveedores cercanos, para reducir los tiempos de transporte y evitar emisiones de CO2 innecesarias.
Por esta razón, se estima que los desarrollos inmobiliarios sustentables pueden llegar a reducir los costos de operación hasta en 40 por ciento y las emisiones de CO2 en 45 por ciento, consumir la mitad de energía eléctrica, disminuir el consumo de agua hasta 60 por ciento y, si se implementa un programa de reciclaje adecuado, la generación de residuos disminuye hasta 80 por ciento.
Incluso, en México se han construido casi 596 mil 268 viviendas sustentables y cada una de ellas ha logrado mitigar entre 1 y 1.5 de toneladas de CO2 gracias a su composición y planificación.