RODOLFO VILLARREAL RIOS
Eso de meterse a la casa del vecino sin la invitación correspondiente, no necesariamente genera opiniones positivas. Entendemos que puede haber una cantidad grande de justificantes, pero al final son poco sostenibles, especialmente desde la perspectiva del vecino quien no franqueó el paso. Asimismo, estamos ciertos de que las dos palabras últimas del titular de esta colaboración pudieran incomodar a algunos, pero cuando se viola la ley, bajo cualquier circunstancia y lugar, dicho acto se denomina ilegalidad. Pero no vamos a profundizar en asuntos de semántica sino a dar una revisión de cuál era el entorno que prevalecía en los EUA respecto a este tema, el del cruce sin cubrir los requisitos legales, y las acciones que se tomaron a finales de los 1910s y durante la primera mitad de la década de los 1950s. Al final, realizaremos un comentario breve comparándolo con que sucede hoy.
Era diciembre de 1919 y en México el estadista Venustiano Carranza Garza trataba de transformar en acciones lo que había plasmado en el papel, el diseño del Estado Mexicano Moderno. El país y sus habitantes pagaban las consecuencias de la lucha fratricida y aún varios seguían entercados en no quererse sumar a la reconstrucción del país. Ante las carencias que se vivían, algunos optaban por dedicarse al pillaje y apropiarse de lo ajeno, en varios de los casos propiedad de los estadunidenses, mientras que otros decidían cruzar a los EUA en busca de trabajo.
En el contexto de lo anterior, en un reportaje presentado en The New York Times, los ciudadanos estadunidenses en Texas demandaban que se actuara con mano firme hacia México para que este alcanzara la paz. Dejaban claro que en ningún momento se manifestaban en favor de la anexión, incorporar 15 millones de personas que no hablaban inglés iba a generar un problema mayúsculo. Acorde con los entrevistados, “el peón mexicano, por regla general, es un individuo trabajador y amante de la paz. A lo largo de la frontera, muy poco se podría hacer sin él pues es quien realiza las labores en el campo”. En forma similar, enfatizaban que muchos de ellos eran ciudadanos estadounidenses de origen mexicano y como muestra de la lealtad que algunos mostraban a los EUA, el 32 por ciento de los integrantes del 19º Batallón de Infantería que resguardaba el Puente Internacional de El Paso, eran de origen mexicano. Ello, no impedía que algunos se quejaran de que varios mexicanos cruzaban a los EUA a cometer actos de pillaje.
Respecto a lo anterior, el gobernador de Texas, William Pettus Hobby, demandaba al Departamento de Guerra que se enviaran más tropas para resguardar la frontera. Cabe destacar que, entre Yuma, Arizona y Laredo, Texas, se encontraban ubicados 20 mil militares. No obstante, varias eran las voces que expresaban su confianza en que el futuro de México podría ser brillante si sus gobernantes eran capaces de poner orden. Pero no se crea que esto lo decían en un acto de generosidad. Detrás de ese “wishful thinking” había la urgencia de que las cosas se arreglaran en nuestro país no solamente para el beneficio de la frontera, “los estados que integran el Valle de Mississippi y las entidades del Este deberían de estar interesados, tanto como lo hacen los estados fronterizos, en que la paz arribe a México. En tiempos de paz, México ha sido un gran consumidor de mercancías y bienes producidos en los centros manufactureros estadunidenses…” Al final de cuentas, no era amor hacia los mexicanos sino lo que representaban en términos de consumo. ¿Habrá cambiado algo en un siglo?
Durante los años por venir, las cosas no mejorarían en eso de la emigración hacia los EUA. Dado que, durante los 1920s, la economía de este país vivía tiempos de bonanza, se suscitó una incursión cada vez mayor de quienes buscaban cruzar sus fronteras de manera legal e ilegal. Con el objetivo de tener control sobre ello, se creó, en 1924, la llamada Border Patrol y se emitieron leyes diversas para regular la entrada de extranjeros a los EUA. Sin embargo, cuando a principios de los 1930s, la Gran Depresión se les vino encima, el presidente Herbert Hoover decidió emprender una campaña basada en primero los nuestros y después los visitantes y ordenó el desalojo de todos aquellos quienes vivían ahí sin tener su estatus migratorio al corriente. Así, entre 1930 y 1933, poco más de 300 mil mexicanos fueron, literalmente, echados de los EUA.
Una vez que las medidas de supervivencia, implantadas por el presidente Roosevelt, permitieron que la economía estadounidense empezara a recuperar la respiración, el flujo de trabajadores mexicanos hacia los EUA se reanudó. Así, llegaron los 1940s y con ellos la única acción que vino a salvar la economía estadunidense, la participación en la Segunda Guerra Mundial, las acciones del New Deal solamente fueron paliativos para mantener al paciente vivo. Dado que los estadunidenses tenían que ir al frente de batalla, era necesario que alguien se ocupara de realizar las labores que se dejaban de hacer a causa de ello. En ese entorno, se implantó el llamado Programa Bracero mediante el cual, trabajadores mexicanos y sus familias serian admitidos para laborar temporalmente en las granjas y las vías de ferrocarril en aquel país.
Si bien bajo el Programa mencionado, existía cierto orden en la emigración-inmigración, no había cabida para todos aquellos quienes deseaban incursionar por suelo estadounidense. Aunado a ello, varios agricultores texanos buscaban como hacerse de mano de obra más barata y promovían los cruces ilegales en tiempos de cosecha. Para mayo de 1944, se estima que un total de 25 mil mexicanos sin documentos, a quienes se les denominó “wetbacks” (mojados) cruzaron a los EUA, sumándose a quienes ya estaban por allá en esa condición. Como resultado, la denominada Border Patrol intensificó sus actividades y de junio a diciembre de 1944, un total de 45 mil mexicanos fueron deportados. Las medidas no fueron del todo exitosas, para 1947, el total de indocumentados aumentó a 100 mil, la mitad de los cuales habitaban en la Región del Valle de Texas en el área colindante con Tamaulipas.
No obstante, las negociaciones que se dieron entre los gobiernos de México y los EUA tratando de que el Programa Bracero funcionara correctamente y evitara la emigración-inmigración ilegal, los resultados no fueron suficientes. Un ejemplo de ello es lo que se reportó en una serie de artículos publicados, entre marzo 24 y 28 de 1951, en The New York Times, los cuales fueron firmados por Gladwin Hill.
Acorde a las cifras ahí mencionadas, los cruces de personas que rompían las leyes migratorias totalizaban un millón al año. Los 960 agentes de la Border Patrol que vigilaban la frontera desde California hasta Texas eran incapaces de contener el flujo y aun cuando detuvieran y regresaran a un buen número, se contabilizaba que había quienes fueron deportados hasta en veinte ocasiones. A la vez, otros lograban permanecer en los EUA escondidos.
Mientras que los agricultores y rancheros argüían que contrataban personas indocumentadas para cubrir la escasez de mano de obra, las autoridades indicaban que el motivo real era el pago de salarios por debajo de lo establecido en la ley, no les otorgaban prestaciones sociales y podían deshacerse de ellos en el momento que lo desearan. Asimismo, las quejas eran en el sentido de que los indocumentados creaban problemas sociales y de salud pues eran personas con escaso nivel educativo, desconocían el idioma inglés y las condiciones de higiene en que vivan generaban una serie de enfermedades que no era común se presentaran en los EUA. En igual forma, se daba un incremento en los niveles de delincuencia.
Mientras los agentes de la Border Patrol efectuaban acciones para detener indocumentados laborando en las áreas agrícolas, no faltaba quien justificara el empleo de personas bajo condiciones no necesariamente cumpliendo con las leyes laborales. Bajo la encubierta de que no se cumplía con los preceptos legales a la hora de las detenciones, el representante Demócrata, Lloyd Millard Bentsen Jr., apoyaba a sus amigos granjeros. Este personaje es el mismo quien después sería Senador, candidato a vicepresidente en 1988 y secretario del Tesoro en el gobierno del presidente Clinton. Pero no únicamente los políticos intervenían para que sus amigos no cumplieran con la ley, muchos agentes de la Border Patrol cerraban los ojos y evitaban molestar a quienes empleaban personas que cruzaron el Bravo sin pasar por las oficinas migratorias.
Durante los años siguientes, la inmigración ilegal no se detuvo y continuó creciendo. Ante ello, el presidente Eisenhower decidió que no podía quedarse observando y llamó a un antiguo condiscípulo en West Point, el general retirado Joseph “Jumpin’ Joe” Swing, para que se pusiera al frente del The Immigration and Naturalization Service (INS) y le ayudara a resolver el problema migratorio. Ante el anuncio, políticos pertenecientes al Partido Demócrata salieron a protestar, uno era el Senador por New York, Sen. Pat McCarran, y el otro, también Senador, pero por Texas, Lyndon Baines Johnson, el mismo quien después sería el trigésimo sexto presidente de los EUA. Ambos se mostraban en favor de las fronteras abiertas y en contra de un estricto control fronterizo. Para combatir este tipo de resistencias, uno de los primeros actos de Swing fue trasladar a ciertos funcionarios de inmigración arraigados en el área fronteriza hacia otras regiones del país donde sus conexiones políticas con personas como el senador Johnson no tendrían ningún efecto. Así, la campaña dio inició el 17 de junio de 1954.
Respecto a las medidas implantadas por la administración Eisenhower, debemos de mencionar que dada la resistencia menor que ahí existía, las actividades de deportación se iniciaron en California y Arizona. Alrededor de 750 agentes se dirigieron a las zonas agrícolas con el objetivo de detener a un promedio de mil personas diariamente. Para mediados de julio, cuando las actividades se habían extendido a los estados de Utah, Nevada, Idaho y Texas, 48 mil personas habían sido deportadas y se estima que alrededor de medio millón optaron por abandonar el país voluntariamente antes de que el brazo de la ley los alcanzara. Para septiembre, se tenían 80 mil personas bajo custodia en Texas, estimándose que en esa entidad entre 500 y 700 mil personas retornaron a Mexico de manera voluntaria. Para finales de 1954, se calculaba que alrededor de 1.3 millones de personas en situación irregular salieron de los EUA.
Como se puede apreciar a lo largo de este comentario, el problema de la inmigración ilegal ha sido una constante a través del tiempo y las soluciones siempre han sido de carácter temporal. La única forma de paliar el problema es que en el país se generen situaciones que permitan elevar los niveles de vida de la población. Tal vez algunos no lo recuerden, pero el problema, sin desaparecer del todo, dejó de ser relevante durante los 1960s -1970s cuando el nivel de crecimiento de la economía mexicana promediaba alrededor de seis por ciento anual.
En todo lo relatado respecto a la inmigración ilegal durante la primera mitad del Siglo XX, hay una diferencia con respecto a lo que sucede en nuestros días. Primero, quienes se internaban sin cumplir los requisitos migratorios establecidos en los EUA, eran mayoritariamente mexicanos en busca de obtener un trabajo que les generara ingresos.
Actualmente, se ha encontrado que un gran porcentaje de quienes se internan violando las leyes, muchos de ellos de otras nacionalidades, lo hacen con la idea preconcebida de ver que beneficios obtendrán sin tener que hacer esfuerzo de trabajo alguno, abiertamente demandan que el gobierno estadounidense se haga cargo de ellos y sus familias o bien optan por incorporarse a actividades delincuenciales. Estamos ciertos de que un porcentaje considerable de quienes violaron la ley para ingresar a los EUA lo hicieron porque no tenían otra opción, pero nadie va a negar que otros actuaron como parte de una estrategia, ideada por quien sabe quién, cuyo objetivo es crear el caos en dicho país.
Aunado a esto, debemos de recordar que, en cualquier actividad de la vida, se debe de actuar acorde a lo establecido en el marco de la ley. Una sociedad en que se justifique, bajo cualquier pretexto, la violación de sus disposiciones legales está condenada a su destrucción más temprano que tarde.vimarisch53@hotmail.com
Añadido (25.08.29) En Europa, sus “líderes” andan como la zarzamora debido a qué no los tomaron en cuenta en el proceso para finiquitar el conflicto Rusia-Ucrania. Ante ello, el francesito Macron convocó a la “Cumbre de los Tuvos”, vea quienes asistieron y se percatará el porqué de la denominación.
Añadido (25.08.30) Aun no trascurren los dos primeros meses del año y BANXICO ya anunció que la tasa anual estimada de crecimiento del PIB en Mexico para 2025 baja de 1.2 a 0.6 por ciento. Esto, traducido a la realidad, significa que para fin de año tendremos decrecimiento. Quisiéramos estar equivocados, pero… las variables que se involucran en estos asuntos fueron parte de las lecciones que nos enseñaron en las escuelas de Economía y, siempre, se nos hacen presentes.