Redacción MX Político.- Preguntas que el gobierno tiene la obligación de responder:
1. ¿El operativo apresurado y fallido contra Ovidio Guzmán derivó de la presión de la DEA y Donald Trump por la orden de extradición que había emitido? ¿Por qué la premura en la aprehensión y por qué se llevó a cabo ese día? ¿Por qué hubo una reunión de miembros de la DEA con el gobierno de Sinaloa poco antes de la descalabrada acción? Si se actuó por presión estadounidense, ¿no compromete eso la soberanía?
2. ¿Por qué para una intervención de tal envergadura se enviaron sólo 35 policías y miembros de la Guardia Nacional? ¿Por qué procedieron a rodear el inmueble si no contaban con orden de cateo y orden de aprehensión? ¿La lentitud y demora del operativo explica por qué los cárteles tuvieron tiempo suficiente para organizar la toma de la ciudad? Al ver que comenzaba la llegada de convoyes de narcotraficantes a Culiacán y quemaban pipas, cerraban calles y disparaban contra la población civil, ¿por qué no llegaron refuerzos?
3. El gabinete de Seguridad Nacional ha intentado responsabilizar a mandos menores que actuaron sin autorización. ¿No sugiere eso un grado de desorganización y falta de coordinación peligroso para la estabilidad del país? ¿Cómo se explica que Alfonso Durazo dé una explicación falsa por la noche y el Presidente la corrija el día después?
4. Algunos medios han reportado que los narcotraficantes tomaron rehenes, amenazaron con matar a las familias de militares, ejecutaron a un soldado, enviaron fotografías de esa ejecución, e incluso 60 familias después fueron evacuadas de la Unidad Habitacional Militar. ¿Es cierto que eso ocurrió y determinó la decisión de suspender el operativo? ¿Por qué no ha sido explicado adecuadamente?
5. ¿En algún momento los miembros de la Guardia Nacional tomaron preso a Ovidio Guzmán y lo fotografiaron? ¿Quién dio la orden de liberarlo y a qué hora se giró esa instrucción? ¿Quién tomó la decisión final? ¿El titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, o el Presidente? ¿Si no hubieran localizado a AMLO antes de que abordara su vuelo a Oaxaca, quién hubiera sido responsable de la decisión? Y si hay otra emergencia cuando el Presidente se encuentre a bordo de un avión comercial, ¿en quién recae la cadena de mando?
6. La narrativa gubernamental post-operativo subraya el imperativo de no poner en jaque la vida de civiles. ¿Pero no es cierto que la propia acción de la Guardia Nacional fue la que puso en riesgo a la población civil? ¿No están “pateando el avispero” como lo hizo Felipe Calderón? ¿Por qué el Presidente se pelea contra el periódico Reforma en lugar de congraciarse con los verdaderos enemigos; los que secuestran y asesinan y desaparecen? ¿Por qué parece tan emocionalmente descolocado, lejano de la angustia vivida en Culiacán y en muchos otros sitios, donde el mensaje de “vamos bien” no consuela?
7. Si el objetivo de AMLO y la Guardia Nacional es mantener la paz y no usar la fuerza militar para contener el narcotráfico, entonces ¿para qué ordenar la aprehensión de Ovidio? ¿Por qué caer en una contradicción fundamental que mina su credibilidad? ¿Por qué insisten en que quieren reducir la confrontación pero la provocan? Si la Guardia Nacional sólo se usará con efectos disuasivos, ¿para qué desplegarla y en condiciones tan adversas?
8. ¿No han mandado el mensaje de que se puede extorsionar y doblar al gobierno a cualquier organización criminal que se le enfrente? ¿Lo ocurrido en Culiacán no llevará a que cualquier otro cártel haga exactamente lo mismo -tomar la ciudad y amenazar a la población civil- para lograr sus objetivos y actuar impunemente?
9. Si la promoción de la paz es lo que AMLO busca y promete, ¿por qué reitera que la despenalización y regulación de las drogas no son prioridad? ¿Por qué ha abandonado la agenda de justicia transicional con asistencia internacional que prometió en la campaña? ¿Por qué militariza con una mano y desprotege con otra?
10. ¿Acaso este gobierno tiene una estrategia de seguridad coherente capaz de reducir la violencia y contener la criminalidad? ¿Bastan las reuniones mañaneras y decir que se “atacan las causas de la violencia”? ¿Estamos condenados a que nos coloquen en la falsa disyuntiva de mano dura o mano ineficaz? ¿Quién gobierna? ¿El gobierno o los cárteles? ¿El Estado que debe poseer el monopolio legítimo de la violencia o quienes logran doblegarlo? [Agencia Reforma]
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