José Alberto Sánchez Nava
“Un país que sacrifica la salud de su pueblo por obras de concreto está construyendo su propio colapso social; la vida y el bienestar deben ser siempre la prioridad de cualquier nación responsable.”
1.- Introducción
México enfrenta una crisis sanitaria de proporciones alarmantes que amenaza con profundizar las desigualdades y comprometer la calidad de vida de millones de personas. El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025 confirma lo que muchos temían: la salud pública ha dejado de ser una prioridad gubernamental. Los recortes propuestos para el sector no solo afectan la operación de hospitales e institutos clave, sino que condenan a millones de mexicanos a un sistema cada vez más precario.
2.-El Impacto en los Institutos Nacionales de Salud
Los recortes más significativos afectan a los Institutos Nacionales de Salud, bastiones de la atención especializada para enfermedades de alta complejidad. El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán verá una reducción del 12% en su presupuesto, equivalente a 338 millones de pesos. Esta disminución pone en riesgo servicios fundamentales como la atención a pacientes con enfermedades metabólicas, insuficiencia renal y desnutrición severa.
El Instituto Nacional de Cancerología, encargado de atender una de las principales causas de mortalidad en México, enfrentará un recorte del 14.7%. Esto equivale a 340.3 millones de pesos menos, afectando directamente tratamientos oncológicos, diagnósticos y programas de investigación. Institutos como el de Pediatría, Perinatología y el Hospital General Manuel Gea González también tendrán recortes superiores al 10%, limitando la capacidad de atender a niños, madres y población en condiciones críticas.
Estos recortes no solo comprometen la calidad del servicio, sino que incrementan el tiempo de espera, reducen la disponibilidad de medicamentos y limitan la atención de enfermedades graves. Para miles de pacientes, estos institutos representan su única esperanza.
3.-IMSS Bienestar: Promesas Insuficientes
El gobierno federal ha argumentado que el programa IMSS Bienestar absorberá la atención a la población sin seguridad social. Sin embargo, la realidad es que este programa no cuenta con los recursos suficientes para cubrir la demanda. Según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, (PPEF 2025), la población sin seguridad social enfrentará una caída en el gasto por persona de $1,400, profundizando aún más las desigualdades en el acceso a servicios médicos.
Mientras tanto, los derechohabientes del IMSS y el ISSSTE verán incrementos en el presupuesto asignado, consolidando un sistema de salud segmentado y desigual. Sin embargo, el fantasma de un paro nacional por el personal del IMSS empieza a tomar forma.
4.-El Costo Humano de la Pensión Universal
El gobierno ha destacado la universalidad de la pensión para adultos mayores como una de sus políticas más importantes. Cada beneficiario recibirá 3 mil pesos mensuales, es decir, 6 mil pesos bimestrales a partir de enero de 2025. Sin embargo, esta medida, aunque significativa, es insuficiente para compensar la falta de atención médica y el desabasto de medicamentos.
La realidad es contundente: una pensión no sustituye el acceso a servicios de salud. Sin un sistema médico funcional, las enfermedades avanzan sin diagnóstico ni tratamiento, incrementando las muertes prematuras y reduciendo la esperanza de vida en México.
5.-Medicamentos, Salud Mental y la Pérdida de Prioridades
El recorte también afecta áreas críticas como la provisión de medicamentos y programas de salud mental. En un país donde las enfermedades crónicas no transmisibles y los trastornos mentales son una carga creciente, esta disminución de recursos es un acto de negligencia institucional.
6.-El Tren Maya y la Salud Pública
La justificación de estos recortes es la reorientación de recursos hacia megaproyectos como el Tren Maya. Pero esta decisión tiene un costo humanitario. ¿De qué sirve una obra de infraestructura faraónica si millones de mexicanos no tienen acceso a tratamientos médicos básicos? Esta política de prioridades mal definidas equivale a sacrificar vidas humanas en favor de proyectos que no resolverán las necesidades inmediatas de la población.
7.-La Urgencia de Revertir el Recorte
El Congreso debe actuar para revertir esta crisis inminente. Una de las soluciones es aumentar los impuestos al tabaco y al alcohol, una medida que podría generar ingresos suficientes para restaurar los presupuestos recortados.
Además, es crucial cerrar la brecha presupuestaria histórica en salud. México invierte menos del 3% del PIB en este sector, cuando el estándar internacional mínimo es del 6%. Esta brecha, combinada con los recortes propuestos, amenaza con colapsar el sistema público de salud.
8.-El Coste Humanitario de la Indiferencia
El impacto de este recorte no se limita a estadísticas. Se traduce en personas que no podrán acceder a tratamientos, familias que perderán seres queridos por enfermedades prevenibles, y una sociedad cada vez más desigual.
La salud no puede ser un lujo. Es un derecho humano fundamental que el Estado tiene la obligación de garantizar. Sacrificar este derecho en nombre de proyectos faraónicos no solo es irresponsable, es inhumano. México merece un sistema de salud que esté a la altura de las necesidades de su población, no un presupuesto que condena a millones a la desprotección y la incertidumbre.
La historia juzgará a los responsables de esta tragedia sanitaria. Pero el impacto será inmediato y devastador para quienes menos tienen y más necesitan.